22.11.11 - Espacio Contemporáneo

Fuga versátil. Baggio - Joglar - Kirchuk - Paredes - Zanela. Inauguración: 12 de noviembre

Fuga versátil

Artistas:
Gabriel Baggio, Daniel Joglar, Irina Kirchuk, Andrés Paredes y Augusto Zanela

Curador: Julio Sánchez
Coordinador: Santiago Bengolea

Inauguración: Sábado 12 de noviembre de 2011

Fundación Proa presenta una nueva edición del ciclo de intervenciones artísticas en el Espacio Contemporáneo: propuestas especialmente pensadas para reflexionar sobre el diseño arquitectónico y desafiar los espacios expositivos.

En esta oportunidad, Proa invitó al crítico y curador Julio Sánchez. Convocados por él, cinco artistas intervienen diferentes zonas de la Fundación, con proyectos site-specific que proponen una nueva mirada del lugar elegido.

Desde el 12 de noviembre hasta enero de 2012, la exhibición Fuga versátil presenta obras de Gabriel Baggio, Daniel Joglar, Irina Kirchuk, Andrés Paredes y Augusto Zanela. Curada por Julio Sánchez, la muestra construye, en sus palabras, “una verdadera fuga, un contrapunto de voces que se meten en el espacio para generar una combustión vibrante de formas y color”.

Gabriel Baggio expande “sus flores” por la pared de la terraza. Las rayas sutiles de Daniel Joglar toman el “pasaje” que está entre la Librería y el foyer. Irina Kirchuk elige el contorno del ascensor en el segundo piso; Andrés Paredes ubica su libélula en el Café y Augusto Zanela instala su visión del mundo en la entrada del Auditorio.

Fuga versátil cuenta con la coordinación de Santiago Bengolea y el auspicio de Tenaris.  


Fuga versátil, por Julio Sánchez

Llegan los aguaciles. Nacen las flores. Una catarata de azul. Una manada de colores envuelve el gris. Se expande el mundo. Todo parece hacerse más intenso en el edificio de PROA, pues cinco artistas arremetieron contra él para convertirlo en un volcán. Técnicamente ellos hicieron algo que en castellano todavía no tiene nombre y que conocemos como site-specific, es decir, una obra concebida para un sitio específico, sólo para ese y no para otro. Esto implica que haya que elegir un lugar para transmutarlo en obra y adherir la poética de cada uno a paredes, techos y pisos. No lo hacen en un espacio virgen como una tela blanca sino todo lo contrario, el material –sea concreto, vidrio o madera- está a flor de piel, igual que el diseño del edificio, la funcionalidad del espacio y el tránsito de las personas. Aquí el artista no puede acometer como un ariete sino infiltrarse como el agua. De hecho, deberá tener la dinámica del fluido para poder adaptarse a lo que ya está; deberá ser versátil como el junco del Tao. ¿Quiénes aportan esta condición? Por un lado, desde la provincia de Misiones llega Andrés Paredes con gigantescos aguaciles que anuncian la tormenta mientras que en sus alas guardan imágenes secretas. Daniel Joglar elabora una sutil poética del espacio (citando al pensador francés Gaston Bachelard) con rayas azules que evocan caídas de agua o las vibraciones de un día de verano. Gabriel Baggio es un experto en detectar motivos florales en objetos cotidianos que luego modifica, jerarquiza y emplaza en el espacio. La caja escultórica del ascensor, de concreto gris, es abrazada por las planchas coloridas de plástico rediseñados por Irina Kirchuk. Finalmente Augusto Zanela dibuja gruesas rayas que sólo desde un ángulo preciso se pueden leer como el logo del planeta tierra, echando mano de una renovada técnica matemática, la anamorfosis. El volcán no es geológico sino musical, entre los cinco artistas se genera una verdadera fuga, una contrapunto de voces que se meten en el espacio para generar una combustión vibrante de formas y color.