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Acerca de la exhibición

Desde la entrada de Fundación Proa se puede observar el inmenso “Penetrable Azul” (1999) de Jesús Rafael Soto. Pero éste es sólo el final de un completo recorrido por las obras emblemáticas del artista venezolano que es considerado el precursor del ARTE CINÉTICO
-corriente cuyo protagonista principal es el movimiento-, y que se inicia en la década del `50 con su serie “Sotomagie”.

La distancia, el ángulo y la altura desde donde se observan cada uno de los cuadros y esculturas de su primera etapa cinética, son fundamentales como punto de partida para que el desplazamiento comience a darle el movimiento interno a  las obras. En las estructuras, los diferentes planos y texturas logran efectos ópticos que activan los colores y agitan las formas.

Las “Vibraciones” y “Escrituras” realizadas por Soto a partir de la década del `60, desconocen cualquier soporte y materialidad: flotan en el aire, crean un volumen virtual mientras gestualizan y flexionan alambres y metal.

En la permanente búsqueda del movimiento real y virtual, los trabajos de Soto se volverán cada vez más complejos y atractivos en sus formas. Pero también se hacen más reveladores y ágiles en la percepción de los espectadores que, a través de su desplazamiento, se incorporan y pasan a formar parte de la obra.

“Jesús Rafael Soto. Visión en movimiento” no sólo es un desafío a las posibilidades visuales del ojo humano, sino que, además, representa un completo recorrido por las investigaciones de uno de los referentes del ARTE CINÉTICO, también presente en importantes artistas argentinos como Julio Le Parc, Marta Boto y Luis Tomassello, entre otros.