| |
|
|
 |
|
|
Por Victoria Verlichak
Los años Ochenta se caracterizaron por la conciliación y la mezcla de distintos estilos artísticos anteriores y el renacer de antiguas tendencias. En el panorama del arte contemporáneo en el mundo fue un momento de eclecticismo que trajo consigo diversas corrientes heterogéneas, como el neoexpresionismo alemán y la transvanguardia italiana, que tuvieron como denominador común a la recuperación de la pintura; tanto a la figuración como la abstracción.
Mientras tanto en la Argentina, a comienzos de los Ochenta agonizaba la dictadura militar -tras la derrota del país luego de la irracional guerra de las Malvinas (1982)- y se preparaba el regreso a la democracia en diciembre de 1983. Por entonces, Achille Bonito Oliva era un visitante frecuente de Buenos Aires donde se publicó su inaugural texto, La trans-vanguardia (Buenos Aires, Rosenberg-Rita Editores, 1982), con un prólogo del crítico argentino Jorge Romero Brest que discutía algunos presupuestos del teórico italiano. Ávidos de información, algunos artistas leían, miraban, polemizaban y reproducían lenguajes internacionales.
Esos años de cambios políticos resultaron también en una explosión creativa que vio florecer las artes visuales, el teatro, la música, las publicaciones alternativas, la moda y lugares no tradicionales, como verdaderos puntos de encuentro para performances y espectáculos de toda índole que satisficieron las necesidades expresivas de muchos argentinos luego de años de censura.
En coincidencia con el 20º aniversario de la recuperación democrática, Fundación Proa presenta en el último trimestre de 2003 “La década del ‘80 en Argentina”, una muestra interdisciplinaria que, precisamente, da cuenta del clima de esa época. Fueron momentos efervescentes cuando también aquí la pintura-pintura volvió al mundo del arte con una producción acelerada y cuando la representación del sujeto recobró, mayormente, el centro del escenario.
En el campo de las artes visuales, algunos reflexionaron acerca del pasado reciente (la dictadura militar 1976-1983) mientras que otros establecieron relaciones con tendencias internacionales o cuestiones metafísicas. Los artistas Ana Eckell, Fernando Fazzolari, Duilio Pierre, como Alfredo Prior, Martín Reyna, Juan José Cambre, Guillermo Kuitca, Diana Aisenberg, Guillermo Conte, Rafael Bueno, Marcia Schvartz, entre otros, participaron de grupos y muestras emblemáticas que incluyeron la de La nueva imagen, que viajó a la Bienal de San Pablo.
“La década del ‘80 en Argentina” en Fundación Proa pone en escena el cruce de disciplinas, que incluyó la vinculación de los artistas plásticos con el teatro a través de escenografías e intervenciones, performances en lugares públicos, el resurgimiento del rock nacional y la aparición de lugares inusuales, como el bar Einstein, Cemento, el Parakultural, convertidos en verdaderos templos de las nuevas manifestaciones artísticas, prolongadas en las publicaciones de entonces, también exhibidas en esta necesaria y iluminadora exposición.
|
|
