Interview with Agnaldo Farias, Chief Curator of the 29th São Paulo Biennial
Agnaldo Arias at Fundación PROA´s Cafe. Photo: Anabella Reggiani
“The idea is to think about politics thorough art, creating new patterns of consiousness”, expressed the professor, art critic and curator Agnaldo Farias, when speaking on the theme of the next Biennial: Art and Politics. During his visit to Buenos Aires, organized by Fundación PROA in collaboration with the Department of Cultural Affairs of the Argentine Council, he spoke with Adriana Rosenberg and Sergio Baur.
His agitated agenda included visits to artists, workshops, and speaking to young curators with the objective of selecting Argentine artists for the the next edition of the Biennial.
Interview (in spanish)
Adriana Rosenberg: ¿Qué es Arte y Política?
Agnaldo Farias: Todo Arte es política porque todo es político. La idea es, en este caso, pensar la política desde el Arte, creando nuevos patrones de conciencia. Este potencial repercute en las relaciones entre las personas. El Arte tiene la capacidad de transgredir, de romper con la gramática de las cosas.
Esto es fundamental porque, en rigor, el sentido común trata al Arte como algo subsidiario, accesorio. Citando a Oscar Wilde, “el Arte no imita la vida”, pasa justamente todo lo contrario. Hablamos del mundo y de nosotros gracias a los escritores, a los poetas, a pesar de que esto no quede claro para el sentido común. Son los artistas los que lo dan a ver.
Desde que Da Vinci estableció como un hecho que la pintura es un hecho mental, sabemos que los artistas son pensadores y piensan de un modo no verbal. El mundo no se reduce solamente a una cuestión verbal, aunque cueste admitirlo. Claro que la cuestión verbal es algo admirable y construyó el último análisis, como dice Octavio Paz. Pero hay que pensar en lo visual –y en esta otra dimensión sensorial– como una forma de pensamiento que cambia todo y habla desde otro lugar sobre la gramática de las cosas.
Esta es la cuestión política del arte y de la enunciación Arte y Política. La Bienal de São Paulo surge en un país como Brasil donde gran parte de la población no tiene acceso a la cultura. Por esto es necesario que también la Bienal cambie su modo de ver. La Bienal es una institución eminentemente educativa que hace exposiciones como corolario de su misión. No es una institución que hace exposiciones y tiene un agregado educativo. La educación es la base de todo, es fundamental. Yo soy profesor antes que curador.
Sergio Baur: En relación a esta explicación de Arte y Política y del sentido de la Bienal, ¿qué es lo que se quiere expresar en esta edición?
AF: Quiero afirmar este potencial del Arte y también utilizar la Bienal como un lugar de encuentro de las más variadas voces y lenguajes; no sólo confinado a las artes visuales que no permiten ser confinadas al lenguaje visual. En la selección de artistas hay pintura, instalaciones, obras con el cuerpo, con la música, con todo lo que hoy es propiedad del Arte. Entonces, el lenguaje es el de la multidisciplina. La transdisciplina es un dato de la producción contemporánea y para esto hemos creado terreiros donde se encuentran y visitan las distintas expresiones artísticas como la música, el teatro, la literatura, la ficción, la poesía y la arquitectura.
AR: ¿Podrías definir el concepto terreiro?
AF: El terreiro es un espacio de resistencia en la cultura brasileña. Terreiro es un sitio que hay dentro de las favelas, originariamente en los morros cariocas donde se instalaron los negros ex esclavos. El terreiro es un espacio de celebración, ritos, macumba, canbomblé, un lugar de fiesta donde la escuela de samba se reúne para ensayar todo el año hasta el carnaval, donde se canta y se baila. Y es un espacio de resistencia porque la idea del placer está inducida. El derecho al deseo es fundamental en la lógica del terreiro. Tenemos una discusión que echa raíces en la cultura de nuestro pueblo y comprendemos que en todos los sitios hay terreiro, en todos los países. Es el ágora, la ciudad.
En Brasil, las contradicciones aparecen en el terreiro porque es un país donde la pobreza convive con la riqueza. El arte brasileño se emancipó de las artes visuales el día en que Hélio Oiticica subió al terreiro y se volvió con un parangolé, un nuevo vestido que es la síntesis entre la escuela de samba –del porta bandeira y el mestre sala–, con la abstracción geométrica europea, que sirve para el arte de bailar, para ser vestido. De esto se trataba el parangolé. Encuentra una relación entre la propia tradición de nuestra cultura y lo erudito. Por ejemplo, Caetano Veloso comprendió que su poética tendría un camino fértil el día que se atrevió a mezclar a Jean-Luc Godard y John Cage con Carmen Miranda. Lina Bo Bardi ha realizado una operación semejante en la arquitectura de São Paulo cuando se apropió de una fábrica y presentó la exposición La mano del pueblo brasileño en 1969, en donde, reconociendo el talento de nuestro pueblo, presenta con orgullo la creatividad y la riqueza de una cultura ante la diversidad y adversidad. Como dice Mario Pedrosa, “de la diversidad vivimos”.
AR: ¿Cómo va a estar presente la diversidad internacional, conociendo que en las últimas ediciones se anularon los pabellones internacionales y fueron los curadores quienes invitaron a artistas? ¿Cómo reactualizan el concepto original de internacionalidad en esta edición?
AF: Comparando la Bienal de São Paulo con la de Venecia, se puede ver que en Venecia sólo están representadas las nacionalidades que cuentan con un pabellón. São Paulo, en cambio, ha estado abierta a todos desde el inicio. Comenzó con la presencia de 35 países y llegó a tener alrededor de 90. Es muy interesante ver la orientación general de una Bienal a través de los distintos envíos porque cada uno dice lo que quiere y se ven cosas que no se verían jamás. De todos modos, actualmente sabemos que las representaciones también tienen su limitación porque es muy arbitraria la selección de los artistas y no hay forma de controlarla. Yo me acuerdo de bienales en las que un cierto país enviaba todos los años las obras de la mujer del embajador. El nepotismo tampoco es un buen criterio.
Ante este problema, decidimos invitar a cinco curadores conocedores de diferentes regiones, lenguas y voces: Africa, Europa y Asia. Ellos nos hacen sugerencias con listas, nos presentan los portfolios y discutimos juntos sobre las diversas culturas. De todos modos hay un reconocimiento especial para nuestra región, para los que vivimos en el hemisferio sur donde, hasta hace poco tiempo, muchos decían que no había vida inteligente, que debajo de la línea ecuatorial todo era permitido. Creo que una mayoría intelectual considera que no somos meros subsidiarios de una cultura europea. Hay, claro, muchos centros y todo, de alguna manera, está descentrado. En el infinito no hay centro. La cuestión de centro concierne a la economía y aún así a cierta lectura de la economía. En el campo de la cultura –porque la cultura sobredeteremina la geografía– se comprende que son muchas las voces y que su presencia nos interesa hoy más que nunca. Los envíos nacionales van a estar presentes desde este lugar.
SB: ¿Cuál sería la diferencia, entonces, entre una muestra de arte internacional y la Bienal de São Paulo de 2010?
AF: Están presentes estas discusiones en torno al Arte y Política a través de los ejes de trabajo: la memoria, el lenguaje, la utopía de lo visible y la ciudad contemporánea. Estos ejes de discusión crean un límite, un paraguas que abriga un universo de obras, teniendo el cuidado de que las obras no sean tratadas como ilustración de esta discusión, como meras repercusiones.
AR y SB: Es casi una muestra internacional. El hecho de que se llame Bienal, ¿no es una designación que en realidad no da cuenta del concepto? La idea de Bienal tiene que ver con la periodicidad y con la tradición en el espacio en el que se desarrolla.
AF: Tiene la ambición de una visión totalizadora, por lo menos de una cierta fracción de algo que sucede ahora, como un corte con sus limitaciones y también con la comprensión de que este corte no es tan radical. Hay trabajos conceptuales, hasta muy carismáticos. Por ejemplo, no contaba con la posibilidad de invitar a Erlich y Macchi porque son demasiado conocidos en Brasil. (…) Por otro lado, me presentaron dos o tres obras recientes que no conocía y son exuberantes. Hay que comprender que una exposición para 800.000 personas tiene que tener trabajos carismáticos, potentes. Tiene que haber cosas que le encanten a las personas, obras mágicas. Hay trabajos que son más mentales, que se piensan pero pasan invisibles; pero hay otros de los que no se pueden huir y por la noche uno los recuerda.
A los catorce años entré en el predio de MASP (Museo de Arte de San Pablo) y vi mi primera exposición. No comprendía cómo era posible que el predio flotase. Y no porque fuera intelectual, tenía catorce años y era ignorante. (…) Entré y había una obra que era roja y me pregunté cómo podía ser que hubiera una obra roja y cuando estaba cerca de la obra, ésta saltó. Yo me quede hipnotizado. Volví a casa y le comenté a un vecino que tendría la misma edad que vi una cosa que me dejó espantado: un cuadro que saltaba. Fuimos juntos, vimos la pintura y el rojo saltó, la historia se acaba ahí. Seis años después descubrí que era Rothko.
SB: En toda esta investigación que haces junto al grupo que está trabajando contigo, ¿cuál es el gran descubrimiento sobre el mundo contemporáneo que has notado en todo este tiempo? ¿Cuál es tu diagnóstico, si se pudiera sintetizar en un concepto?
AF: Estoy muy impresionado por la flexibilidad y agilidad de los artistas. Están los que se centran en un soporte, pero llaman la atención aquellos que son multi. Los veo enredados por los caminos más extraños y van con una mirada curiosa. Se puede pensar que son pesimistas porque su idea es que nada está bien y hay que hacer todo de nuevo; pero esta idea de hacer todo de nuevo es la que genera ese optimismo y la posibilidad de construir. Creo que hoy la experiencia creativa de los artistas visuales se enfrenta a la propia noción de arte y a las instituciones.
AR y SB: ¿Qué conclusión sacas de la visita a Argentina?
AF: Me llevo una cantidad extraordinaria de información para compartir con mis colegas, pero les adelanto que la representación argentina va a ser muy destacada.