Información general Exhibición “Lindero” – 24/10/2009
Debajo de “La exhibición” aparece la solapa principal:
Artistas y Obras, debajo de esta se abre una solapa por artista con el nombre y apellido de cada uno.
En el espacio de las imágenes (arriba) a partir de ahora, se llamará TV, se pueden ver las fotos de las obras.
Cada una tendrá un epígrafe a la derecha idem El tiempo del arte (5 columna) y el anterior y siguiente. Cuando se clickea se agranda como popup con gris de fondo y flecha anterior y siguiente sin epígrafe.
Cuando se pase a la obra de otro artista, cambiará la info abajo.
María Inés Drangosch
Intervención en Librería Proa: Recolectora de Paisajes
La artista Inés Drangosch interviene el espacio de la librería con su obra Recolectora de Paisajes, prosiguiendo con el programa de Fundación Proa de promover acciones contemporáneas en los espacios de la fundación. La intervención, curada por Ana Gallardo, entrecruza la palabra y la imagen en obras donde poesía, reflexión y belleza están presentes.
Recolectora de Paisajes, 2009
El ejercicio artístico que viene practicando Inés Drangosch en estos últimos trabajos es sencillo y sutil: dibujos sobre papel. Ejercitando el hábito de la apropiación, dibuja poesías. Trabaja meticulosamente sobre variados papeles, generalmente finos, traslúcidos, como el de calco, que le sugiere aire, agua o luz. Allí deposita las palabras.
De los mapas al jardín, 2009
Textos: “Burning in water, drawning in flame” de Charles Bukowski y “Poesía vertical” de Roberto Juarroz.
Dibujos sobre papel calco, ploters sobre vinilo
En la imagen aparente de una enredadera que toma el espacio con su azaroso dibujo, se observa al acercarse el detalle de varios textos. Drangosch elige a tres poetas y sus libros, “Poesía vertical” de Juarroz , “Burning in water, drawning in flame” de Bukowski y “Una temporada en el infierno” de Rimbaud, y de cada uno ellos selecciona frases que combina y relaciona en un dibujo por las afinidades que encuentra entre ellos. Las frases se juntan sin ningún criterio previo, sólo por el vínculo que ella encuentra en común. El resultado es la imagen de la enredadera del lenguaje, un enmarañado bosque que el contemplador puede comenzar a transitar dificultosamente. En las obras expuestas, trabaja con textos que convierte en naturaleza, organizando una nueva trama, una lectura arbitraria.
Mapas de poesía, 2009.
Textos “Burning in water, drawning in flame” de Charles Bukowski, “Poesía vertical” de Roberto Juarroz y “Una temporada en el infierno” de Arthur Rimbaud, componiendo nuevas geografías.
Impresión sobre papel
En estas piezas, la artista representa cartografías, caminos compuestos por palabras, que nos da referencias para que, convertidos en exploradores anónimos, transitemos de escritura en escritura, de rama en rama, leyendo desde arriba, hacia atrás, hacia los costados o a la primer palabra, un brote compartido. Se plantean así siempre nuevos territorios posibles.
En las vitrinas de la biblioteca
Hojas para…, 2006.
Texto: poemas de Inés Drangosch traducidos en códigos de color.
Instalación. Hojas cuadriculadas, lápices de color, viruta.
Estas hojas cuadriculadas pintadas con lápices de colores, son poemas escritos por la artista, los cuales traduce a estos códigos cromáticos. Presenta al lado los restos de los lápices que ha utilizado.
Rimbaud, 2009
Libro de Arthur Rimbaud: “Una temporada en el infierno”, intervenido con cinta de papel después de haberlo leído. Texto arrancado.
Instalación. Cinta de papel pegada sobre el texto y arrancada.
Aquí se presenta un libro sin letras, junto a restos de cinta scotch. Son las frases que ha sacado a medida que leía Una temporada en el infierno, cubriendo con cinta el libro y “depilando” suavemente las palabras. Cuidadosamente apila los restos en un grupo suave, secreto e irreverente, cual virutas de una talla de madera. Solamente intentado una y otra vez gestos mínimos, para así ordenar una nueva naturaleza.
El jardín de las delicias, 2009
Impresión sobre papel. 30 X 40 cm.
Las enredaderas de Drangosch llegan hasta el espacio de la cafetería en forma de individuales, impregnando color en cada una de las mesas. Retratan el árbol de la mora en el jardín de la artista. Vinculada con el paisaje, esta pieza encuadra a la naturaleza fotográficamente para destacar formas plásticas que determinan su belleza.
Recolectora de paisajes. Ana Gallardo
Cuando Inés sale a su jardín, encuentra palabras.
Va de aquí para allá.
Las encuentra caídas, cruzadas, puntos, comas, acentos.
Cada una de ellas, esta mojada por el rocío.
Las seca.
Pareciera que sus queridos poetas se las dejan, madrugada a madrugada, textos a texto, desparramados entre los pastos, las medianeras, el borde de la pileta, debajo de un limonero, cerca de las azucenas.
Hace un trabajo cuidadoso de recolección, como la espigadora, se agacha y se vuelve a agachar, buscando una a una esa palabra tan querida, leída y releída.
Luego, conforma una gran enredadera de textos que se entrelazan, se adhieren fuertemente al muro, como una enamorada, dejando una huella, un rastro para que nunca se olvide.
Como el agua que corre, bajan y se mezclan, se confunden entre sí, organizando nuevos textos.
Reescribe, como la naturaleza, los poemas que quiere, se apropia de ellos haciendo un nuevo paisaje.
De vez en cuando nos deja una guía, para volver a encontrar el camino,
Números pequeños que nos determina el regreso a ese lugar primero, a esa primera palabra, a un comienzo compartido.
Mapas de poesía, proponiendo varias lecturas posibles
Lee un libro, lo cubre de cinta de papel que después la arranca, borrando el texto.
Primero los vacía como si diera vuelta una bolsa, disimula un abandono sobre el pasto, de aquello que lee y de lo que siente.
Mas tarde, meticulosamente, ordena las pequeñas tiras de palabras arrancadas delicadamente y las apila en un grupo suave, secreto e irreverente.
Todas juntas, como si fueran los restos de una talla de madera.
Aserrín, fino y poético.
Otra vez volvamos a comenzar.
Otro recorrido por una nueva naturaleza, por un nuevo paisaje, por un nuevo poema.
CV
Nació en Buenos Aires en 1956. Actualmente vive y trabaja en Mar del Plata. Se formó en la Escuela Martín Malharro de dicha ciudad. Recibió la Beca de Perfeccionamiento del Fondo Nacional de las Artes y realizó una clínica de obra con la artista Claudia Fontes, en Brighton, Inglaterra. Luego hizo un workshop con el artista Erick Beltran en Can Xalant de Mataró, Barcelona y participó en el Proyecto LIPAC- Centro Cultural Ricardo Rojas de Buenos Aires.
Desde el encuentro con Fontes, comenzó a pensar en sus trabajos como proyectos y surgió la instalación como el medio más adecuado de expresión. El papel como elemento disparador de ideas (fragilidad, marcas, paso del tiempo), la poesía y el texto como imagen están muy presentes en los trabajos que realiza. A la artista le empezó a interesar que la obra corra algún riesgo, que la tinta vaya desapareciendo en el contacto con la luz, que los papeles se rasguen durante su manipulación, que los pizarrones sean borrados sin remedio.
De las muestras que realizó, las que más se destacaron fueron: “De rosas, capullos y otras fábulas” en Fundación Proa (2005) ; “Caja de Música” una instalación realizada en Baltar Contemporáneo en Mar del Plata (2004); “Hojas para”, un proyecto para Trama con la coordinación de Pablo Siquier y Anne-Mie van Kerkhoven (2003) ; “Certeza del abedul que se creía libro” instalación en Lelè de Troya (2003); una instalación en MOTP – Mar del Plata (2002); una muestra en “Belleza y Felicidad” (2000) y “Unplugged” en el C.C. Victoria Ocampo de Mar del Plata (1998).
En el exterior, expuso en el Art Academy of Cincinnati, y es actualmente representada por la Galería Jacobo Karpio en Costa Rica.