10.05.11 - Louise Bourgeois

Julio Sánchez y Nicola Costantino, el sábado 14 de mayo en Artistas + Críticos

El crítico    Julio Sánchez y la artista Nicola Costantino estarán a cargo de la próxima visita guiada por la exhibición Louise Bourgeois: el retorno de lo reprimido, el sábado 14 de mayo a las 17 hs. Artistas + Críticos invita cada semana a reconocidos especialistas para compartir sus puntos de vista y recorrer la muestra junto al púbico, complementando las actividades del Departamento de Educación.

Julio Sánchez escribió sobre la muestra en ADN Cultura de La Nación y la revista Wipe. Además, para PROA TV, este destacado historiador, crítico de arte y docente manifestó sus primeras impresiones sobre la llegada de Louise Bourgeois a Proa.

Nicola Costantino escribió sobre su primer encuentro con el Arco de histeria de Bourgeois en la Bienal de Venecia de 1995: "Sigo considerando ese momento uno de esos instantes mágicos del individuo frente a la obra de arte. ¿Por qué? Porque no se puede explicar, porque me dejó sin palabras, porque todo era de una belleza dura y seca; formal y materialmente abrumadora y al mismo tiempo económica. Nunca vi un cuerpo tan torturado y de manera tan bella".



En 2008, en el suplemento Radar de Página 12, Costantino relató su primera aproximación a la obra de Bourgeois y el día que la conoció en su casa de Chelsea, en Nueva York:

Épater la Bourgeois
Bienal de Venecia, año 1995, el Palazzo Grassi, curaduría de Jean Claire, el tema del cuerpo en la mitad de los ’90. Todo el entorno era perfecto para preludiar lo que iba a ser mi momento más sublime frente a una obra de arte. El recorrido de la muestra por el palazzo fue a paso lentísimo, como debe mirarse una buena exposición, con paradas para recuperar el aliento frente a todas esas obras de maestros del decir con imágenes. Hasta llegar a Louise Bourgeois. Primero fue el encuentro con las jaulas. Las camillas y pertenencias de un habitante ausente. Todo daba a psiquiátrico. La única presencia del cuerpo en esas jaulas eran unas bellísimas manos talladas en mármol de Carrara. Después, fue el encuentro con el Arco de histeria. Sigo considerando ese momento uno de esos instantes mágicos del individuo frente a la obra de arte. ¿Por qué? Porque no se puede explicar, porque me dejó sin palabras, porque todo era de una belleza dura y seca; formal y materialmente abrumadora y al mismo tiempo económica. Nunca vi un cuerpo tan torturado y de manera tan bella.

Louise Bourgeois tuvo para mí una actitud ejemplar como artista: hizo lo que su imaginario le mandaba hacer, sin importarle si a la gente le iba a gustar, si los galeristas lo iban a poder vender o si los críticos iban a poder teorizar. Con esta sensación inolvidable, un día charlando con Paulo Herkenhoff en Nueva York, me ofrece ir a conocer a Louise Bourgeois en su antigua casa de Chelsea. Yo simplemente no podía creer lo que me estaba diciendo. Al parecer, con un buen contacto, se podía acceder a visitar a esta señora de más de 90 años a la que cada tanto, los domingos a la tarde, se le daba por recibir artistas. Llegó el día, y yo, emocionada, me fui con una bandeja de muffins de Dean & De luca que me había costado una pequeña fortuna, los muffins más suaves y livianitos que encontré. Fui a la hora indicada a la dirección acordada y observé cómo un grupo de unas cinco personas más se encontraba ahí, con emociones parecidas. Nos abrió la puerta una mujer, o mejor dicho, alguien del género femenino pero con características de policía carcelaria. Nos guió a una habitación donde había una mesa tipo escritorio y varias sillas. Nos hizo sentar y nos indicó que esperáramos. Varios minutos después, veo a esta misma persona en el cuarto contiguo y me acerco para alcanzarle mi precioso paquete de muffins. Ni bien entré la mujer me echó con un grito, preguntándome quién me había dado autorización para salir de la habitación y que volviera a mi lugar a esperar hasta que la señora hiciera su aparición.

Pasaron casi dos horas. Todos estábamos aterrorizados mirándonos sin saber qué pensar, cuando por el pasillo vemos acercarse a la anciana idolatrada. Ella, casi sin saludar ni mirarnos, se sentó en el escritorio acompañada de un señor muy mayor que era su abogado. Durante otros cuarenta minutos mantuvieron entre ellos una conversación sobre temas personales mientras pellizcaban cada muffin hasta probarlos todos. Entonces ella, en un momento, dice “¿Quién trajo esto?”. Y yo, tímidamente levanté mi mano y dije “I”.

Terminada la charla con el abogado, preguntó si teníamos algo para mostrarle (me habían dicho que prefería ver obras directamente y no fotos). Cada uno le acercó algo. Ella miraba, preguntaba dos cosas y decía “Next!”. Yo era la última. Llegó mi turno. Entonces le acerqué una obra mía que era un corset de tetitas y, ahí nomás, Louise Bourgeois estalló en gritos de horror. Se tapaba la cara y gritaba y yo quería explicarle de qué se trataba, le decía que era de silicona y ella gritaba más y más, y el viejo abogado furioso me gritaba que sacara eso de ahí. Ya no me acuerdo los detalles, los borré de mi memoria, pero a los cinco minutos estábamos todos en la calle.

El aire fresco, la indiferencia de todos, me permitió desahogarme con un llanto corto pero intenso. Pero después de vagar un rato por el barrio, tratando de digerir lo que acababa de vivir, me di cuenta de que todo estaba en orden. ¿Qué podemos esperar de alguien que hace la obra que hace? Yo que siempre luché contra el artista correcto, moralmente intachable, proselitista, que se cree con el deber de trasuntar una moral impecable, ¡adoré a esa vieja maldita!

Programa:

Abril
- Sábado 2 de abril, 17 hs
Daniel Molina
- Sábado 9 de abril, 17 hs
Mercedes Pérez Bergliaffa y Eduardo Stupía
- Sábado 16 de abril, 17 hs
Nora Correas y Claudio Ongaro Haelterman
- Sábado 23 de abril, 17 hs
Mercedes Casanegra y Nushi Muntaabski
- Sábado 30 de abril, 17 hs
Ricardo Ibarlucía y Emilio García Wehbi

Mayo
- Sábado 7 de mayo, 17 hs
Hugo Petruschansky y Raquel Rascovsky
- Sábado 14 de mayo, 17 hs
Julio Sánchez y Nicola Costantino
- Sábado 21 de mayo, 17 hs
Rodrigo Alonso y Sergio Baur
- Sábado 28 de mayo, 17 hs
Marina de Caro y Magdalena Jitrik
 
Junio
- Sábado 4 de junio, 17 hs
Laura Batkis y Ernesto Ballesteros
- Sábado 11 de junio, 17 hs
Graciela Speranza y Leo Estol

Coordinación: Ana Schwartzman
Informes: info@proa.org

Sábado 14/5 Julio Sánchez y Nicola Costantino
Julio Sánchez es licenciado en Historia del Arte y master en Gestión Cultural. Su actividad se orienta a la crítica de arte (ensayos y artículos), la docencia y la curaduría. Dictó clases en la Universidad de Buenos Aires y la New York University. Actualmente trabaja en la Universidad del Cine, la Universidad de Tres de Febrero y el Instituto Universitario Nacional de Artes. Desde 1993 hasta 1998 fue colaborador de la revista La Maga y publicó reportajes a protagonistas de la cultura local e internacional, investigaciones sobre artistas y tendencias, exposiciones nacionales e internacionales, bienales latinoamericanas y europeas. Actualmente colabora para Arte al Día, Wipe y el suplemento ADN del diario La Nación. Fue convocado como jurado en importantes premios, dicta seminarios sobre temas de arte contemporáneo, últimas tendencias, fotografía y circuitos internacionales, abordando la teoría desde una perspectiva simbólica y junguiana, la alquimia y las religiones comparadas. Creó el Espacio de Arte de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (1991); el Art Space de la New York University en Buenos Aires (2000); fue curador del Pop Hotel Boquitas Pintadas (1999- 2003) y Tono Rojo (2003-20007). De la Asociación Argentina de Críticos de Arte recibió los siguientes premios: a la mejor exposición (1994), al espacio de arte en los medios (2000), al artículo del año (2001), al mejor prólogo (2002); fue ternado para el Premio Arlequín al Critico de Arte del Bienio 2000-2001 y ganador del mismo Premio en el Bienio 2003-2004.
Nicola Costantino nació en Rosario en 1964. Allí cursó la carrera de Bellas Artes y realizó sus primeros  trabajos y exposiciones, así como su formación en  nuevas técnicas  escultóricas que influyeron conceptualmente en su trabajo. El calco del natural de los cuerpos humanos y animales que caracterizan su obra. En 1994, con la ayuda de Pablo Suárez, entro en el Taller de Barracas de Fundación Antorchas coordinado por Sáarez y Luis Fernando Benedit. Ya casi instalada en Buenos aires, se fue a Houston, Texas, para un año de programa de artistas Core Program. Allí comenzó la producción de piel humana en silicona para fabricar vestidos y suntuosos abrigos con adornos en cuellos de pelo natural. Desde 1997, el apoyo de la Galería Benzacar aceleró su integración al circuito internacional. Al año siguiente presentó sus Chanchobolas. la obra emblemática de la línea escultórica con animales que continuó con Friso de nonatos, 1999 y Animal Motion Planet, 2004. Peletería Humana, una vidriera con 20 maniquíes con las prendas de Nicola, fue el envío argentino a la Bienal de São Paulo de 1998, que tuvo como director a Pablo Herkenhoff, bajo el tema “antropofagia y canibalismo”. Luego le siguió una muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes y otra en la sala de proyectos Fundación Miró de Barcelona. En el 2004, presentó Animal Motion Planet, maquinas ortopédicas para animales nonatos, mecanismos en hierro cromado con motores. Ese mismo año, tuvo lugar en el MALBA el lanzamiento de Savon de Corps, un múltiple de cien piezas emulando un producto de belleza de lujo. El encuentro con Gabriel Valansi en el 2006 significó la entrada al mundo de la fotografía. En su obra ha conjugado dos tipos de imágenes: una serie que remite a obras importantes de la historia de la fotografía y del arte, y otras que se cruzan con algún elemento de su imaginario e identidad como artista. La constante es su protagonismo encarnando distintas personalidades, la glamorosa y femenina, la ardua trabajadora, la maternal, la intimidatoria. En esta última producción, signada por la maternidad, agrega el valor de su experiencia como escultora para  duplicarse y crear a su doble.

Sábado 21/5 Rodrigo Alonso y Sergio Baur
Rodrigo Alonso es licenciado en Artes por la Universidad de Buenos Aires, especializado en arte contemporáneo y nuevos medios. Es profesor de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, la Universidad del Salvador y el Instituto Universitario Nacional de Artes. También es profesor y miembro del Comité Asesor del Master en Comisariado y Prácticas Culturales en Arte y Nuevos Medios del MECAD, en Barcelona, y profesor invitado por importantes universidades, congresos y foros internacionales en América Latina y Europa. Es co-director del Taller de Arte Interactivo del Espacio Fundación Telefónica.
 Entre sus exhibiciones recientes se incluyen Nuestra Hospitalidad, en el Espai d’Art Contemporani; Resplandores. Poéticas analógicas y digitales, en el Centro Cultural Recoleta; Tensiones públicas. Utopías domésticas, en el Centro Cultural Marcelo Patiño; Telefonías, en Fundación Telefónica; El futuro ya no es lo que era, en el Espacio Fundación OSDE. Es escritor, crítico y colaborador en libros, revistas de arte y catálogos. Entre sus libros, destacamos: Muntadas. Con/Textos, Ansia y Devoción, Jaime Davidovich. Video Works. 1970-2000 y No sabe/No contesta. Prácticas fotográficas contemporáneas desde América Latina. En 2010, fue curador de la muestra Imán: Nueva York en Fundación Proa.
Sergio Baur es historiador, diplomático e integrante del consejo consultivo del Museo Nacional de Bellas Artes. Fue curador de la exposición El Periódico Martín Fierro en las artes y en las letras (Museo Nacional de Bellas Artes, 2010) y expositor en el Coloquio Internacional Universo Futurista (Fundación Proa, 2010).