Prensa Publicada

  • Título: La década del '60: abstracción, tecnología y concepto.
    Autor: Carolina Couto
    Fecha: 27/09/2010
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    Imán: New York, obras de Jorge De la Vega, Luis Felipe Noé, Marta Minujín, entre otros. Curaduría de Rodrigo Alonso. En Fundación Proa. Pedro de Mendoza 1929. Desde el 24 de julio hasta el 30 de septiembre de 2010. Martes a domingos de 11 a 19.

    Esta muestra de arte argentino de la década de 60’ está integrada por obras de artistas como Jorge De la Vega, Kenneth Kemble, Luis Felipe Noé, Marta Minujín, Liliana Porter, Carlos Silva, Rogelio Polesello, Ary Brizzi, entre otros. Pero no sólo es una muestra de pinturas, catálogos, fotos y objetos sino que está acompañada de una actividad extra que es el encuentro con el artista y un crítico de arte con quienes se puede ahondar un poco más allá del objeto representado, con anécdotas e historias vividas por los artistas en “carne propia”.
    La exposición está dividida en cuatro salas. Cada una representa una temática en particular y entre todas componen una secuencia que concluye con una instalación del artista David Lamelas sintetizando la idea conceptual de la exhibición: “Abstracción, tecnología y concepto”, tal como lo define el curador Rodrigo Alonso.
    La sala 1 nos introduce en la década del 60’ mediante gigantografías que muestran exposiciones realizadas en el Instituto Di Tella y en el Museo de arte moderno de Buenos Aires, además de catálogos y afiches de las presentaciones.
    La sala 2 reúne a algunos artistas ganadores de la beca Guggenheim, quienes vivieron en Nueva York y realizaron allí distintas exposiciones.
    En la sala 3 nos encontramos con una reproducción de lo que fue la exhibición Beyond geometry (Más allá de la geometría), que organizó el Instituto Di Tella en el Center for inter-american relations de Nueva York en el año 1968. Las obras de esta sala representan la abstracción geométrica que se venía realizando hacia fines de la década.
    Por último, la sala 4 presenta obras conceptuales que ya comienzan a utilizar la tecnología, como la obra del grupo Frontera denominada Espectra. En ella, muestran el uso de la tecnología como elemento innovador en el arte. También encontramos una obra sonora de Eduardo Costa titulada Tape poems donde, con unos auriculares, se puede escuchar poemas sobre temas como moda, cuerpo y lenguaje.
    El sábado 28 de agosto estuvo presente Luis Felipe Noé (alias “Yuyo”, como le gusta que lo llamen familiares y amigos), quien comentó un poco acerca de sus propias experiencias. Según Noé, los artistas hasta la década del ‘60 reconocían a París como el gran centro del arte. Pero al llegar allí con su amigo Jorge De la Vega, ambos entendieron que ese ya no era el lugar correcto para la creación y, en cuanto pudieron, cambiaron su destino yéndose a Nueva York.
    Luis Felipe Noé vivió en New York entre los años 1965 y 1968. Primero estuvo cuatro meses y, luego de ganar por primera vez la beca Guggenheim, se instaló allí algunos años más. Deja las pinturas en un segundo plano para dedicarse al estudio de las imágenes reflejadas en láminas espejadas formando ángulos cóncavos. En Imán: Nueva York podemos observar dos trabajos realizados por “Yuyo” Noé con dichas láminas y un autorretrato que trabaja la técnica del aguafuerte sobre una lámina espejada. Según el artista, la idea de esa obra es que el público espectador, cuando se coloque frente al trabajo, vea entremezclado su rostro con el suyo.
    La charla que brindó Luis Felipe Noé, luego de la visita guiada junto con la crítica de arte Mercedes Casanegra, fue un verdadero entretenimiento. No sólo habló de la vida durante su estadía en New York, también mostró su disgusto por los encasillamientos estilísticos que los teóricos del arte y los periodistas le atribuyeron durante toda su vida. No se considera un artista abstracto, ni tampoco un artista pop, pero a veces se torna casi imposible no ser encasillado dentro de una categoría estilística. Noé no es sólo un artista plástico, es un teórico del arte. En el año 1965 publicó el libro Antiestética, un ensayo en el que esboza ideas que irá desarrollando a lo largo de toda su carrera. Allí plantea, entre otros conceptos, la teoría del caos. Sus textos forman parte de su obra,  quizás funcionen como paratextos en los cuales desarrolla muchos de los conceptos expresados en su obra plástica. Con todo este conjunto, más la charla que dio en el auditorio de Proa, podemos sentirnos casi satisfechos de haber tenido material suficiente para conocer sobre la obra y el artista. Un regalo para cualquier gustoso de las artes en su amplio campo.
    Artistas + Críticos es un ciclo que Proa viene desarrollando desde hace un año de manera exitosa. En esta oportunidad recibe todos los sábados de agosto y septiembre a uno de los artistas que están presentes en la exhibición Imán: Nueva York. Estos encuentros están bajo la coordinación de Mercedes Pérez Bergliaffa.
    En el caso del encuentro con Luis Felipe Noé, fue una gran oportunidad de poder escuchar el relato de vida de uno de los más reconocidos artistas plásticos argentinos, contado por él mismo. Una gran iniciativa de Proa.

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  • Título: Los 60 desde una perspectiva que excede el pop y lo político
    Autor: Ana Martínez Quijano
    Fecha: 21/09/2010
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    La Fundación Proa presenta en estos días «Imán: Nueva York», una muestra que sitúa al espectador en la dimensión histórica de la década del 60 y que explora, desde la perspectiva política y estética, la poderosa atracción que ejerció sobre un amplio grupo de instituciones y artistas argentinos, una ciudad que en esos años destronaba a París y se erigía como el centro del arte moderno.

    Muchos son los factores que intervinieron en el desplazamiento. Para comenzar, a Nueva York llegaron durante la Segunda Guerra los artistas europeos Léger, Duchamp, Mondrián, Gropius y Max Ernst, entre otros, a quienes París no les ofrecía un museo como el MOMA, dedicado desde 1929 a consolidar el gusto por el arte moderno. Se le atribuye a la galerista Ileana Sonabend, casada entonces con Leo Castelli (que descubrió las celebridades del Pop), haber dicho: «Si vamos a hacer política, hagámosla en el mejor nivel». Con una estrategia digna de mención y el apoyo del el director del MOMA, Alfred Barr, en 1964 el precursor del Pop, Robert Rauschenberg, se llevó el León de Oro de la Bienal de Venecia, que por primera vez ganó un norteamericano.

    Junto con el premio marcharon los artistas de todo el planeta. En Nueva York había mucho para ver: estaba el arte que surgió a partir del impulso del Plan Roosevelt, generando una energía que capitalizaron los neoyorquinos, aun en medio de la Depresión. Allí se encontraban desde las obras del expresionismo abstracto (el primer movimiento genuinamente americano) hasta las del minimalismo, sumadas a las grandes exhibiciones, los teóricos que forjaron el gusto, los más influyentes galeristas y la quintaesencia del coleccionismo dispuesto a gastar dinero en el arte de su tiempo.

    También en el año 1964 se abrió la exhibición de la galería argentina Bonino «Magnet: New York», que hoy le brinda su nombre a la muestra de Proa y marcó un punto de inflexión en la historia de nuestro arte con su sucursal neoyorquina de la calle 57. Allí estaban, entre otros, Marcelo Bonevardi, que había ganado en 1958 la Beca Guggenheim y se instaló en Nueva York, Sara Grilo, José Fernández Muro, Kenneth Kemble, Kasuya Sakay y la pareja Liliana Porter y Luis Camnitzer, que ese mismo año fundaban el New York Graphic Workshop.

    El desarrollismo de Frondizi y la vocación moderna del Instituto Di Tella, habían logrado sacudir la actitud regresiva de los argentinos que tenían a París y su academicismo en la mira. Entretanto, los artistas sacaban partido de este nuevo horizonte y, sobre todo, del apoyo institucional (MNBA, MAMBA, Di Tella y Bienales Americanas de Córdoba) que les posibilitó a algunos integrarse al codiciado circuito internacional.

    El curador de la muestra, Rodrigo Alonso, aclara el criterio de su selección: «La muestra busca exhibir una imagen diferente de la ya conocida de los sesenta. En la Argentina, cuando pensamos en los 60 pensamos en el Pop y luego en el arte político. Acá se muestra otro aspecto de esos años, que ha quedado olvidado: la abstracción geométrica. Esos artistas eran muy famosos en esa época. Representaron a la Argentina en todas las bienales, ganaban todos los premios, vendían mucho y su obra está en las principales colecciones norteamericanas, incluidos los museos. Me refiero a Mac Entyre, Ary Brizzi, Carlos Silva. La muestra los rescata y pone de manifiesto que fueron un eslabón con el conceptualismo y el arte tecnológico de los setenta».

    Al ingresar a Proa, unas imágenes gigantescas brindan una idea de esta integración al mundo. Allí se divisa nuestro Museo de Bellas Artes con una pintura del argentino Silva, junto a las obras de la brasileña Ligia Clark y unos cubos del estadounidense Sol LeWitt y los autos compactados de John Chamberlain. En una de las salas están los ganadores de la beca Guggenheim: Marcelo Bonevardi, Sara Grilo, Luis Felipe NoeMarta Minujin, Alejandro Puente y el inolvidable Federico Peralta Ramos, con la carta donde explica que gastó los más de 3000 dólares de la beca en comidas con artistas y en unos cuadros que regaló a sus padres.

    En este mismo espacio se advierten los cambios que se producen en las obras durante las estadías en Nueva York. Un caso notable es el de Noé, que había realizado una cruz con una pantalla de TV suplantando a Cristo, y comenzó a hacer unos espejos cóncavos y deformantes como los de los parques de diversiones. En esa misma tendencia -la distorsión de la figura humana-, Jorge de la Vega inaugura un Pop irónico, casi patético, con sus sonrisas falsas y gomosas que dejan al desnudo la falsedad de los rostros felices que pueblan la publicidad estadounidense. Ambos artistas muestran lo que Noé definiría como «el resquebrajamiento de la realidad».

    Afinidades

    La muestra descubre el camino de la abstracción geométrica que toman María Martorell, Luis Wells, Ary Brizzi, Rogelio Polesello, Alejandro Puente y César Paternosto, el autor de «Piedra Abstracta. La escultura Inca. Una visión contemporánea», texto que contradice la historiografía dominante, que separa el arte de Latinoamérica «aislándolo del canon euro-norteamericano», para revelar «el mestizaje y la fusión sincrética de un arte que es producto de la herencia cultural común de (todos) los pueblos del continente». Es decir, como explica Puente, en una de las imperdibles entrevistas publicadas en el catálogo de la muestra: había una afinidad entre la abstracción suya y la de Paternosto, que hunde sus raíces en el arte precolombino pero que, a la vez, se asemeja a la de los artistas de EE.UU., que arribaron al arte abstracto por otro camino, como Sol LeWitt, que fue su amigo y le reclamaba en vano que serializara (enfriara) su arte.

    En este sentido, la muestra destaca los rasgos de insubordinación ante la pureza estilística que demandaba EE.UU., y el mejor ejemplo es el apego a la ejecución manual de la obra. Hay una pieza de Gabriel Messil, una obra minimalista que subvierte el estilo con el grosor y el color de los módulos; está el conceptualismo del «Homenaje a la letra Ñ» de Leandro Katz y el arte en los medios de Eduardo Costa, que utiliza las herramientas del glamoroso mundo de la moda para insertar subrepticiamente su obra.

    La exposición ofrece una profusa documentación y se completa con el arte generativo de Mac Entyre y Miguel Ángel Vidal, la inmaterialidad de las nuevas tecnologías que David Lamelas reduce a un rayo de luz, los primeros usos del video de Davidovich, un recorrido por la muestra «Beyond Geometry e Information» del MOMA y culmina con Nicolás García Uriburu exhibiendo su sexo pintado de verde en una muestra Bonino y con su coloración del East River.

    En las sombras que esconde ese mundo luminoso estimulado por la Alianza para el Progreso de Kennedy, está la muestra de arte latinoamericano que Tomás Messer presentó en el Guggenheim y que según asegura el historiador estadounidense Ed Sullivan, apreciaron sólo los entendidos, porque al público no le gustó.

    Luego, la escasa figuración o la ligereza del Pop, responde a la demanda política de EE.UU., que en plena Guerra Fría y, a pesar de la ayuda económica, demandó un arte vacío de contenido social o político (dato que explica las diferencias entre Berni y Romero Brest, entre otras), un arte para evitar problemas en su llamado «patio trasero».

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  • Título: Fundacion Proa Presents Exhibition of Artistic Production in the 1960s.
    Autor:
    Fecha: 21/09/2010
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    BUENOS AIRES.- Attraction. Scene. Energy. Internationalism. Destination. In the 1960s, artistic production looked to New York. As center of the development of visual arts during the second half of the 20th century, this American city attracted many artists whose interests were no longer in Europe – birthplace of the historic avant-gardes – but in the Big Apple, epicenter of experimentation and change, where they had gone to live.

    Until September 30, Fundación Proa present Imán: Nueva York, a historic exhibition curated by Rodrigo Alonso. Pieces, projects, documents, books and photographs reconstruct a period of exchanges, crucial for the visual consciousness of the time, a moment when many Argentinean artists traveled to New York and Buenos Aires entertained international curators and artists.

    Amongst the numerous artists on display are Marcelo Bonevardi, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Leandro Katz, David Lamelas, Marta Minujín, César Paternosto, Alejandro Puente and Liliana Porter.

    This exhibition examines the 60s and presents the transformation of local art from lyrical to geometric abstraction, and then to conceptual art, reconsidering the artists' dialog with the hegemonic centers.

    Guggenheim Fellowships, the Di Tella Institute, the Museum of Modern Art and the National Museum of Fine Arts were the institutions that enabled this interchange.

    The English edition of Catalog Imán: Nueva York will be presented at this year's edition of Pinta. New York – The Modern & Contemporary Latin American Art Show (November 11-14) at a roundtable debate with the artists. Overseen by curator Rodrigo Alonso, this 300 pages publication illustrates this period through an extensive body of reproductions of works, photographs and portraits. This book establishes a dialog between the historical context and contemporary analysis, constituting a document of reflection on 1960's art scene.

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  • Título: IMAN: Nueva York Proa.
    Autor:
    Fecha: 21/09/2010
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    Descripción: A partir del 24 de julio y hasta el 30 de septiembre de 2010, Fundación Proa presenta Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

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  • Título: La hora de Nueva York.
    Autor: Bengt Oldenburg
    Fecha: 11/09/2010
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    De cómo el poderoso imán de la Gran Manzana pudo desplazar a París del centro de la escena de las artes trata la muestra curada por Rodrigo Alonso, que reúne en la Fundación Proa las obras de más de treinta artistas argentinos sin espacio para la melancolía

    Cuando uno recorta una figura en una hoja de papel queda, por un lado, esa figura y, por el otro, el vacío de la figura en medio del papel. La ambiciosa muestra que ocupa cuatro salas de la Fundación Proa exhibe características similares. Las obras, representativas, colocadas con escueta elegancia y bien documentadas, evocan, por añadidura, el recuerdo de todo lo que las rodeaba y precedía: no un vacío precisamente, sino el marco global dentro del cual se situaba la prodigiosa producción de los artistas argentinos en la década de 1960.

    ¿Buena selección? Por supuesto, aquí están prácticamente todos los que, en esos años, frecuentaron Nueva York. ¿Obras significativas? Difícil disentir. ¿Documentación ad hoc ? Sí, incluido un extenso catálogo donde Rodrigo Alonso, paciente curador, se ha tomado el trabajo de incluir esclarecedoras entrevistas con ocho de los artistas. Pero, por supuesto, siempre se puede agregar algo a la historia del irresistible ascenso de Nueva York como reemplazo de París en el campo de las artes visuales, y al papel que en esta historia tuvieron los artistas argentinos. Para eso, no hace falta retroceder a Duchamp o al Armory Show de 1913.

    En su ensayo del catálogo, el crítico Serge Guilbaut nos recuerda que, en 1948, Harry Truman -por entonces presidente de Estados Unidos- alentó el comienzo de la Guerra Fría, que dividió el mundo en dos bloques: ellos de un lado y los soviéticos del otro. También sabemos que, en simultáneo, el beodo senador Joseph McCarthy inició una caza de brujas contra cualquier peligro comunista, real o imaginario. En el terreno de las artes, en 1950, el futuro campeón de la crítica de arte estadounidense, Clement Greenberg, comenzó a militar en el Comité Americano para la Libertad Cultural, creado por la CIA.

    Otro paladín, el también crítico Harold Rosenberg, expuso sus ideas acerca de la naciente hegemonía estadounidense en su libro Action Painting de 1952. Un revelador aporte suyo figura en el catálogo de esta muestra, donde baraja ideas sobre el estilo moderno. Éste, según él, respondería a una perspectiva de lo inmediato y, como corolario, la vanguardia sería la abstracción. Para completar y sostener estas premisas, Greenberg, devenido campeón del expresionismo abstracto, en 1955 proclamó que Jackson Pollock era el mayor pintor de su generación. En realidad, estaba implícito en esta afirmación que era el mejor de su generación en el mundo entero. También declaraba que la hegemonía artística europea, con particular referencia a París, había terminado con la guerra.

    Pero la década clave para entender esta muestra comenzó en 1961, cuando John Fitzgerald Kennedy, presidente ilustrado, creó la Alianza para el Progreso. Como bien señala Andrea Giunta en el catálogo, en los años sesenta la Guerra Fría se desplazó a América latina: esa estrategia buscaba evitar una identificación de los intelectuales latinoamericanos con la Revolución Cubana. Es el trasfondo de la gravitación de Nueva York como polo de atracción para las artes.

    Así empezaron a llegar las becas Guggenheim y otros estímulos que, a modo de imán, hicieron confluir a tantos artistas en la Gran Manzana. Entre ellos, los argentinos; pero sería falaz colocar su presencia bajo un signo exclusivamente político o rentístico. Estuvieron allí, ante todo, por la calidad de sus trabajos, en muchos casos ya reconocidos en el ámbito internacional. Y más allá de las influencias de la época, que incluía entre ellas a Europa, el huerto donde crecieron fue su propio país.

    País con recursos como, por ejemplo, los precedentes del grupo Madí, verdadera revelación en el ambiente rioplatense y prenuncio de muchos de los logros que más tarde se exhibirían en Nueva York. Además, el sostén local de galerías, críticos, mecenas y el ambiente en general jugaban un rol principal en la proyección que luego se lograría hacia el norte. En los swinging sixties de Buenos Aires, galerías como Lirolay, Van Riel, Peuser, Rubbers, galeristas como Julia Lublin o Jacques Martínez y muchos otros ayudaron a poner de relieve a los futuros embajadores del arte local.

    El respaldo de críticos como Aldo Pellegrini, Jorge Romero Brest, Hugo Parpagnoli, Rafael Squirru -por sólo nombrar un cuarteto conspicuo- se unía a instituciones como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno, el Instituto Di Tella y las sucesivas ediciones de la Bienal Americana de Arte de Córdoba, entre los principales, para atraer becas e invitaciones.

    El intercambio funcionaba en los dos sentidos. En aquellos años, era factible conversar, en los salones de algunos galeristas porteños, con Clement Greenberg, Lucy Lippard o Gregory Battcock. La talentosa Lippard llegó incluso a sostener que el arte conceptual nació en la Argentina, más precisamente, en Rosario. En su propia institución, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC), Jorge Glusberg invitó a vanguardistas estadounidenses -y de otros países-, además de lanzar su propia cosecha de innovadores, sobre todo a partir de 1971.

    Aquí están, expuestas en tres salas, las obras selectas de los más de treinta artistas que representan, casi por completo, el panteón del arte no figurativo de la segunda mitad del siglo XX. Desde la abstracción lírica hasta la geometría y más allá; desde la cinética, el arte generativo y el arte como sistema hasta las estructuras primarias, pasando por tecnologías varias y el arte conceptual. Figuran cinco mujeres, a quienes hay que rendir homenaje: Delia Cancela, Sarah Grilo, María Martorell, Marta Minujín y Liliana Porter. Abarcan un ilustrativo abanico de estilos, que incluye la geometría de Martorell, las sombras en la pared de Porter y un colchón minujiano.

    Algunos de los que siguen en la brecha produjeron obras en Nueva York que no reflejan su actividad previa ni posterior. Así, por ejemplo, Yuyo Noé, con su gracioso espejo deformante expuesto en la segunda sala. En cambio otros, como David Lamelas, prosiguen la misma delicada búsqueda, en este caso ilustrada por su haz de luz proyectado sobre el piso, alarde de arte concreto minimalista. Un detalle muy significativo es descubrir las firmas de los diseñadores en los excelentes catálogos y carteles que se produjeron para las muestras de la época: Juan Carlos Distéfano y Rubén Fontana, maestros internacionales entonces y ahora.

    Faltan algunos, todavía activos, y entre ellos se puede mencionar a León Ferrari. Obviamente, un avión-crucifijo contra la guerra de Vietnam o Tucumán arde no cabían en un programa de hegemonía estadounidense. Que Ferrari, hace poco, fuera mencionado como "uno de los cinco artistas vivos más importantes" por The New York Times demuestra dos cosas: que la Guerra Fría terminó (aunque hay otras) y que el arte valioso argentino sigue siendo reconocido. Tal vez ésta sea la lección final de la excelente muestra de Proa.

    El día de la apertura, las salas de la Fundación Proa fueron la memoria viva del Di Tella. No sólo porque era un sábado, día elegido por las huestes ditelllianas para el vernissage de rigor, sino porque estaban muchos de aquellos activistas del arte, con la misma energía de aquellos buenos viejos tiempos en los que patentaron para siempre los años sesenta como "la década del arte". McEntyre, Ary Brizzi, Charlie Espartaco, Marta Minujín, Polesello, Uriburu. Yuyo Noé, Alejandro Puente estaban en vivo y en directo. En las fotos, Liliana Porter (la misma sonrisa de siempre) y el factótum de aquel Di Tella memorable: el gran Jorge Romero Brest. Trasladar este clima sabatino a Proa era una añorada idea de Adriana Rosenberg. Bien hecho.

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  • Título: Artistas + Críticos en la Fundación Proa.
    Autor:
    Fecha: 10/09/2010
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    Este sábado, 11 de septiembre a las 17 horas, el curador de la excelente muestra Imán Nueva York (Rodrigo Alonso) dialogará con el público en una visita guiada en profundidad. En ella expondrá los conceptos fundamentales de la exhibición: los ejes temáticos del encuentro serán la curaduría, la elección de las obras y una lectura crítica de la década del 60. Rodrigo Alonso brindará por única vez un panorama extraordinario sobre el arte contemporáneo y su vigencia histórica, dando detalles de la  minuciosa investigación histórica y las entrevistas a los artistas y a los agentes de producción, que realizó para reconstruir la escena cultural de los años 60. El público podrá dialogar de manera directa con el curador e intercambiar sus impresiones sobre la muestra.

    El próximo sábado 18 de septiembre, los invitados serán Luis Wells y Cristina Rossi. El ciclo finalizará el 25 de septiembre con la presencia de la artista Liliana Porter, acompañada por Silvia Dolinkio.

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  • Título: Imán Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 06/09/2010
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    Ver nota original (Laberintos del Arte)

    El final de la Segunda Guerra Mundial partió en dos al siglo XX y produjo numerosas consecuencias sociales, políticas, económicas y culturales.  Una de  estas últimas fue el desplazamiento del epicentro del cambio y la experimentación artística de París y Nueva York. Durante los años 60 Estados Unidos se transformó en la usina creativa del mundo, opacando a una Europa que intentaba recuperarse de las profundas heridas que habían dejado en ella la guerra y el Holocausto. Paralelamente el Instituto Di Tella y los jóvenes vanguardistas revolucionaban la escena nacional, generando momentos de ebullición creativa pocas veces vistos por estas pampas. Gracias a los concursos y muestras programadas por el Di Tella llegaron a Buenos Aires muchos artistas y curadores, para oficiar como jurados, sumarse a los happenings y performances, dar charlas y conferencias. El intercambio fue recíproco y muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York para mostrar sus obras y proyectos gestados en el país y para empaparse de lo que fue el imaginario visual de una época. Una de las frases de cabecera de Luis Felipe Noé describe muy bien el momento histórico: “cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta de que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

    La excelente muestra, que se exhibe en la Fundación Proa, es histórica ya que reúne obras, proyectos, documentos, libros y fotografías que rescatan no solo la labor de nuestros plásticos, sino que también ponen el acento en el rol de instituciones y personajes como Jorge Romero Brest que trabajaron desmedidamente para ayudar a generar y difundir el arte contemporáneo vernáculo. En la inauguración, varios de los artistas expuestos recordaron agradablemente aquellos años, comentaron anécdotas y expresaron su alegría y agradecimiento por el rescate de obras que hasta ellos mismos tenían archivadas ya en su memoria. Junto a los figurines de los trajes para la obra Drácula de 1966, Delia Cancela comentaba: “los redescubrí ahora, para la muestra, los tenía guardados en sobres. Cuando yo viajé a Nueva York la Institución era Vogue. Mi trabajo comenzó en los 60 y continúa hasta hoy, porque toda mi obra tiene relación; mi trabajo en el arte y en la moda tienen el mismo nivel”. A pesar del viento helado que sopló ese mediodía a la vera del Riachuelo,  el restaurante y todas las salas de Proa, estuvieron colmadas de público y artistas: Marta Minujín no paraba de saludar gente, Juan Stoppani y Yuyó Noé se reencontraban después de varios años y un orgulloso Rodrigo Alonso (curador de la muestra) era felicitado y requerido por Nicolás García Uriburu, Carlos Espartaco y  Leandro Katz, entre otros.

    Los espaciosos ambientes de Proa resultaron ideales para albergar algunas de las obras de gran tamaño que conforman la muestra, como la enorme cruz que alberga a un Cristo pintado cuyo rostro está enmarcado por la pantalla de un televisor (Nuestro Señor de cada día 1964, Yuyo Noé) o las tenues sombras pintadas con látex (parecen proyectadas) sobre una pared blanca de Liliana Porter. Da escalofríos pensar en la visión de futuro que tuvieron nuestros creadores en aquellos años donde todo se estaba por hacer, como alguien nos pudo anunciar, cuarenta años antes, que la tele llegaría a ser tan importante y reverenciada como Dios en nuestras vidas o que nos transformaríamos en sombras sin identidad presas de la la violencia de Estado, la globalización y la rutina. La exhibición propone también disfrutar de joyas de mucho menor tamaño como la desopilante carta que  el genial Federico Peralta Ramos le escribiera a Mr. James Mathias, director de la  Jhon Simon Guggenheim Foundation, para informarle en que había invertido el dinero de la Beca Guggenheim que le había sido otorgada. En la esquela escrita a máquina Federico le comenta que, siguiendo la convicción de que la vida es una obra de arte, en vez de pintar una comida, dió una cena para 25 personas en el Hotel Alvear y, siguiendo con la misma filosofía también se fue a bailar, se mandó a confeccionar tres trajes, pagó una deuda y, luego de poner el resto del dinero a interés, con lo que cobró invirtió en obras de arte, adquiriendo un cuadro de Josefina Robirosa para su padre, uno de Ernesto Deira para su madre y, finalmente, uno de Jorge de la Vega para el mismo.

    Hasta el 30 de septiembre están todos invitados a sumergirse en este maravilloso recorrido que va desde la abstracción lírica, pasa por el arte geométrico puro y desembarca en el arte conceptual, sin dejar de lado al happening.
    Las fotografías son cortesía del área de prensa de la Fundación Proa  

    Fundación Proa: Av. Pedro de Mendoza 1929
    Martes a Domingo 11 a 19 hs. Entrada General: $10
    Sábados de agosto 17 hs: visitas guiadas por artistas
    www.proa.org

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  • Título: Arte argentino en Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 06/09/2010
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    Ver nota original (América Late)

    (ARGENTINA) – Una exposición en la Fundación Proa propone un recorrido por las obras y los artistas del país latinoamericano que llegaron a los Estados Unidos.

    La obra de Marta Minujín es una de las que se exponen en la muestra.

    Bajo el nombre Imán: Nueva York, la Fundación Proa montó una exposición que, a través de obras, fotografías, catálogos y documentos, plantea un recorrido por los artistas argentinos que, en los años ’60, comenzaron a viajar a la Gran Manzana. La muestra se puede visitar hasta el 30, de martes a domingo, de 11 a 19.

    “Los años ‘60 fueron un momento de diálogo entre la Argentina y Estados Unidos. Los críticos y curadores norteamericanos más respetados visitaban el país, eran aquí jurados de premios internacionales y entraban en contacto con los artistas argentinos”, contó Rodrigo Alonso, curador de la exposición, que incorpora una serie de trabajos que se exhiben por primera vez.

    Desplegada en cuatro salas, la muestra reúne 60 obras de 32 artistas cuyas biografías están atravesadas por la experiencia neoyorquina. Entre ellos, Marcelo Bonevardi, José Antonio Fernández Muro, Sarah Grilo, Eduardo Costa, Nicolás García Uriburu, César Paternosto, Marta Minujín, Leandro Katz, David Lamelas y Luis Felipe Noé.

    “Si bien para los artistas viajar a Nueva York fue muy importante, también muchos tuvieron problemas para integrarse: la cultura norteamericana es muy nacionalista, y justo en este momento era el auge del arte americano”, señaló Alonso sostuvo de que a pesar de que “muchos dicen que la efervescencia de los ‘60 fracasó”, para él lo que fracasó “es la idea de que el arte internacional iba a mirar a la Argentina. Sí sucedió que hubo artistas locales reconocidos internacionalmente, que se incorporaron en colecciones extranjeras, como en el Moma, y que se generó un interés en el arte argentino que no volvió a suceder”.

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  • Título: Imán: Nueva York .
    Autor:
    Fecha: 06/09/2010
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    Fundación PROA
    Del 24 de julio al 30 de septiembre


    Curada por Rodrigo Alonso, incluye obras históricas y reconstrucciones ilustran el camino que se abrió desde el informalismo a la abstracción, y finalmente hacia el arte conceptual. Con trabajos de Eduardo Costa, Nicolás García Uriburu, Marta Minujín, Leandro Katz, David Lamelas y Luis Felipe Noé, entre otros.


    De mar. a dom. de 11 a 19
    Av. Pedro de Mendoza 1929
     4104-1000
    Web www.proa.org

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  • Título: "IMAN: NUEVA YORK" EN LA FUNDACION PROA. LA MUESTRA "PIEL SOCIAL".
    Autor: Albino Dieguez Videla
    Fecha: 05/09/2010
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    Ver nota original (La Prensa)

    El aporte fotográfico

    Con acertada curaduría de Rodrigo Alonso, la muestra "Imán: Nueva York" reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y creadores extranjeros.

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: "Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York".
    "Imán: Nueva York" revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    GRANDES ARTISTAS

    "Imán..." alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que Imán: Nueva York se constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del 60.

    EL CATALOGO

    La publicación "Imán: Nueva York" recupera la escena de los años 60 vivida por un grupo de artistas argentinos que, en consonancia con el mundo artístico de la época, viajaron, estudiaron y crearon obras en la Gran Manzana.

    El catálogo, coordinado por el curador Rodrigo Alonso, transita la historia a través de un cuerpo de reproducciones de obras, fotos de época y retratos, en diálogo con un contexto histórico y de pensamiento actual, constituyendo un documento de época y de reflexión sobre la escena artística.

    Los textos teóricos elegidos son: "La caída de París", de Harold Rosenberg, que anticipa en 1940 el declive de la capital francesa como centro hegemónico del arte contemporáneo, adquiriendo especial relevancia en el presente por su capacidad de diagnosticar el cambio de escena; Serge Guibault aporta en Exito: De cómo Nueva York les robó a los parisinos la idea de modernismo los aspectos socio-económicos y políticos que acompañaron el nacimiento de Nueva York como epicentro del arte internacional; y Andrea Giunta, en El "triunfo" de la pintura argentina.

    Nacionalismo internacionalista en los sesenta, enriquece el catálogo sumando una reflexión sobre el contexto local, poniendo de manifiesto cómo algunas instituciones argentinas contribuyeron al intercambio bilateral.
    Un cuerpo documental recupera los catálogos de las exposiciones de la época y textos de artistas clave: Jorge Romero Brest, Hugo Parpagnoli, Thomas Messer, Basilio Uribe, Luis Felipe Noé y Alejandro Puente, entre otros.
    De la voz y la memoria de los propios artistas, el apartado "Entrevistas" publica las conversaciones recientes de Rodrigo Alonso con cada uno de los creadores, recuperando los éxitos y fracasos de la época.

    El catálogo de más de trescientas páginas cuenta con un importante cuerpo de reproducciones, entre fotografías y obras.

    ACTIVIDADES VARIAS

    El Departamento de Educación de Proa diseñó un programa especial para la muestra Imán: Nueva York con la presencia permanente de educadores en las salas de exhibición, visitas guiadas para público en general y actividades destinadas a estudiantes y docentes, con el objetivo de reflexionar sobre los artistas y acontecimientos de la década del 60.

    Todos los días a las 17 se realizan visitas guiadas, y los sábados y domingos se suma una visita a las 15.
    Los martes de estudiantes se puede encontrar en la Librería Proa material de estudio que permite profundizar sobre los conceptos desarrollados en la muestra.

    El Programa para Escuelas brinda a estudiantes y profesores una oportunidad para acercarse a la exhibición. Se proponen visitas especialmente diseñadas para los distintos niveles educativos. También se ofrecen materiales para trabajar antes y después de la visita que permiten articular el trabajo en el aula.
    En la Fundación Proa (Pedro de Mendoza 1929), hasta el 30 del actual.

    ESCENARIOS DE LUZ

    En el marco del Festival de la Luz, Patricia Linenberg presenta su muestra "Piel social" en la galería RO, de Paraná 1158, en la que homenajea a su padre y al Grupo de Teatro Catalinas Sur.

    Las antiguas fotos de familiares llegando a Buenos Aires se fusionan con las imágenes de las obras del grupo que trascendió el barrio para darle un  mensaje de integración y respeto por la diversidad cultural al país y el mundo.

    "La piel cumple la función de protectora contra las excitaciones, de límite y de comunicación; es la primera superficie sobre la cual los estímulos dejan sus huellas. Este pensamiento me llevó a imaginar que en cada situación del grupo en que hay encuentro, se producen marcas que se interiorizan y constituyen huellas que se van haciendo piel", explica Linenberg.

    A partir de su obra Patricia teje su propia historia. En ese hacer se entrelaza su presente de artista y terapeuta. Asimismo la historia de su padre, el teatro, la música, la danza, la inmigración, el amor, el dolor, la persecución, pero fundamentalmente el festejo.

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  • Título: MUESTRA DE PINTURA EN LA BOCA.
    Autor:
    Fecha: 03/09/2010
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    FUNDACION PROA Del 24 de julio al 30 de septiembre
     Martes  a Domingo de 11 a 19

    Av. Pedro de Mendoza 1929
    La Boca

    Curada por Rodrigo Alonso, incluye obras históricas y reconstrucciones que ilustran el camino que se abrió desde el informalismo a la abstracción, y finalmente hacia el arte conceptual.

     

    Con trabajos de Eduardo Costa, Nicolás García Uriburu, Marta Minujín, Leandro Katz, David Lamelas y Luis Felipe Noé, entre otros.



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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 03/09/2010
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    Until September 30th

     

    Organized by Rodrigo Alonso, this exhibition includes historic plays and reconstructions that show the way up to the abstraction, and finally up to the concept art. With works by Eduardo Costa, Nicolás García Uriburu, Marta Minujín, Leandro Katz, David Lamelas and Luis Felipe Noé, among others.

    From Tue. to Sun from 11am to 7pm
    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929
    4104-1000
    www.proa.org



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  • Título: Fundacion Proa presents Iman: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 03/09/2010
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    Ver nota original (Arte para ayudarte.)

    Imán: Nueva York Exhibition
    July – September 30, 2010
    Sponsored by Tenaris - Techint

    Imán: Nueva York's Catalog Presentation
    Pinta. New York
    November 11 – 14, 2010

    Fundación Proa
    Av. Pedro de Mendoza 1929
    La Boca, Caminito
    Buenos Aires, Argentina
    [54 11] 4104.1000
    info@proa.org / press@proa.org

    www.proa.org

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  • Título: Sutilezas conceptuales, en Proa.
    Autor: Victoria Verlichak
    Fecha: 02/09/2010
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    Imán: Nueva York presenta obras producidas por artistas argentinos que se vincularon a esa ciudad a través de viajes, becas y residencias definitivas. Desplegada en Fundación Proa, su título es traducción y cita de Magnet: New York, la muestra realizada en Galería Bonino (“la más influyente del momento”, según Kenneth Kemble) de Nueva York, en 1964, en la que participaron artistas latinoamericanos residentes allí, cuando la Gran Manzana ya había reemplazado a París como centro del arte internacional.

    Curada por Rodrigo Alonso, Imán repasa y reconstruye obras de la década del ´60 que fueron realizadas o exhibidas en NY (especialmente en Beyond Geometry e Information Show, MOMA, 1970) por Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, Antonio Fernández Muro, Sarah Grilo, Nicolás García Uriburu, Leandro Katz, Kemble, David Lamelas, Fernando Maza, Marta Minujín, Luís Felipe Noé, César Paternosto, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, Rogelio Polesello, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Honorio Morales y Grupo Frontera.

    En la exhibición sorprenden la sutileza de las piezas conceptuales y las primeras experiencias con la tecnología, y asombra la gran cantidad de obras originadas en la abstracción lírica; ésa que aseguraría la introducción y permanencia del arte argentino (en consonancia con tendencias internacionales) en los Estados Unidos que, en la cima de la Guerra Fría y tras la triunfante revolución de Fidel Castro en Cuba (1959), intentaba retener su influencia sobre América latina, promoviendo actividades culturales, becas, conferencias, muestras de latinoamericanos en su circuito de museos, mayormente universitarios; instituciones privadas de los Estados Unidos y la Argentina, el MAMbA y la cancillería de Frondizi contribuyeron al fenómeno.

    Jorge Romero Brest, director del MNBA (1955-1963) y del Centro de Artes Visuales del Instituto Di Tella (1963-1970) transitó, como pocos, el intercambio con el exterior, impulsando las visitas aquí, de reconocidos curadores y críticos internacionales, organizando muestras itinerantes de gran magnitud e impulsando importantes certámenes, como los premios Ver y Estimar, y Di Tella; en cuyo espacio se exhibió Más allá de la geometría (1967) y de la política, cuya versión norteamericana fue Beyond Geometry (1968, Center for Inter American Relations, NY); el golpe militar de Onganía fue en 1966.

    Valiosa y oportuna, Imán recrea una época y se constituye en instrumento histórico, incluso por su documentado catálogo.

    ............................................................
    Info
    Hasta el 30 de septiembre
    Fundación PROA, Av. Pedro de Mendoza 1929, La Boca, Caminito



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  • Título: Artistas + Críticos. Visitas guiadas por la exhibición Imán: Nueva York.
    Autor: Susana Marinucci
    Fecha: 02/09/2010
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    Ver nota original (Revista Ñ)

    Todos los sábados de agosto y septiembre, uno de los artistas que protagonizan la exhibición Imán: Nueva York recorren la muestra junto a un especialista. El 4 de septiembre la artista Delia Cancela dialoga junto a la crítica de arte Florencia Battiti en una conversación abierta al público.

    Dónde: Fundación Proa. Av. Pedro de Mendoza 1929.
    Cuándo: Sábado 4 de septiembre a las 17.

    Hasta el 30 de septiembre, Fundación Proa presenta Imán: Nueva York, una muestra histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas argentinos durante la década del sesenta. Obras, proyectos, documentos, fotografías y libros que reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas de la Gran Manzana.



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  • Título: Nueva York - Muestra en Fundación PROA.
    Autor:
    Fecha: 02/09/2010
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    Ver nota original (RH Blog)

    Hasta el 30 de Septiembre. la Fundación PROA estará presentando una muestra imperdible. Una muestra que reconstruye, a través de documentos, fotografías, libros, obras y proyectos, la historia de un período crucial y de enromes cambios en el imaginario visual del mundo.

     

    Durante la segunda mitad del siglo XX, Nueva York fue el epicentro del desarrollo de las artes plásticas y escenario de la producción artística de los años 60.

    Un evento que permite reproducir algo del fervor que la Gran Manzan despertaba en artistas del mundo entero. La Gran Manzana había llegado para destronar a París en el avance modernizador.

    Imán: Nueva York en Fundación Proa - Avenida Pedro de Mendoz 1929.



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  • Título: Imán - Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 02/09/2010
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    Ver nota original (Arte al día)

    La producción artística de los años 60 miró a Nueva York convirtiéndose en un espacio fundamental en la formación de las artes plásticas de la segunda mitad del siglo XX. Muchos artistas enfocaron su mirada e iniciaron un intercambio que dejó de lado a Europa, sede de formación de las vanguardias históricas. Curada por Rodrigo Alonso, Imán: Nueva York presenta un panorama de destacados artistas argentinos que vivieron, visitaron, presentaron e interactuaron, en sus años de juventud, durante el nacimiento de la Gran Manzana.
    La exhibición abarca la década del 60 con la mirada puesta en aquellos artistas que dialogaron y viajaron a los Estados Unidos junto a un grupo de instituciones encargadas de organizar eventos de intercambio, como el Di Tella, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, la Galería Bonino, entre otras. Obras históricas y reconstrucciones ilustran el camino que se abrió desde el Informalismo a la Abstracción, y finalmente hacia el arte Conceptual.
    De la voz de los artistas, entre ellos Eduardo Costa,García Uriburu, Minujín, Leandro Katz, David Lamelas, Noé, Puente y muchos más en un panorama histórico que da cuenta de la energía y creatividad de la década.

    Curador: Rodrigo Alonso



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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 02/09/2010
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    Ver nota original (Revista Debate.)

    Curada por Rodrigo Alonso, la exhibición “Imán: Nueva York” reúne obras de artistas argentinos que, en los años sesenta, localizaron en la ciudad estadounidense el epicentro del cambio y la experimentación en el mapa cultural internacional. Se exponen piezas de Jorge de la Vega (foto), Nicolás García Uriburu, Marta Minujín, Luis Felipe Noé, Liliana Porter y Osvaldo Romberg, entre otros. Hasta el 30 de setiembre en la Fundación Proa (Pedro de Mendoza 1929); martes a domingos, de 11 a 19.

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  • Título: Imán: Nueva York Exhibition.
    Autor:
    Fecha: 02/09/2010
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    Ver nota original (Art Agenda)

    July – September 30, 2010
    Sponsored by Tenaris - Techint

    Imán: Nueva York's Catalog Presentation
    Pinta. New York
    November 11 – 14, 2010

     

    Fundación Proa
    Av. Pedro de Mendoza 1929
    La Boca, Caminito
    Buenos Aires, Argentina
    [54 11] 4104.1000
    info@proa.org / press@proa.org

    www.proa.org



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  • Título: Artistas + Criticos: Luis Felipe Noé Fundación PROA .
    Autor:
    Fecha: 27/08/2010
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    Ver nota original (Arte en la Red.)

    Este sábado 28 de agosto, el ciclo de Artistas + Críticos está dedicado a un encuentro con Luis Felipe Noé en las salas de Imán: Nueva York. El artista recorrerá la muestra junto a la investigadora Mercedes Casanegra.

     

     Noé tuvo una experiencia radical en Nueva York, donde vivió entre 1965 y 1968 luego de ganar la Beca Guggenheim. En ese período llegó a abandonar la pintura, tal como se puede ver en las obras que se exhiben en la sala 2 de Imán: Nueva York -Nuestro Señor de cada día (1964), Espejo plano cóncavo (1966-68) y Self Portrait and You (1968)-. En la entrevista que realizó el curador Rodrigo Alonso para el catálogo de la muestra, Noé sintetiza el recuerdo de aquellos años: "Nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York".

    Al finalizar el encuentro de Noé y Casanegra en las salas de Imán: Nueva York, el artista dialogará con el público en el Auditorio. Presentará un panorama sobre su trayectoria artística y reflexiones acerca del arte de la segunda mitad del siglo XX en relación con su obra. Yuyo Noé, como se lo llama familiarmente, es un artista con un notable capacidad para reflexionar sobre el mundo del arte, sus circunstancias, sus ideas críticas. Ha escrito muchos ensayos y un extraordinario libro "Antiestética" (publicado originalmente en 1965), donde cuestiona el valor de la pintura y presenta la problemática del artista en el quehacer contemporáneo (+ información >>).

    Artistas + Críticos es un ciclo que Proa viene desarrollando desde hace un año con gran éxito y enorme repercusión de público. En esta edición, recibe todos los sábados de agosto y septiembre a uno de los artistas que están presentes en la exhibición Imán: Nueva York.
    Coordinación: Mercedes Pérez Bergliaffa.

    Sábado 28/8, 17 hs. Luis Felipe Noé – Mercedes Casanegra

    Luis Felipe Noé es artistas plástico. En la década del sesenta, integró la Nueva Figuración argentina junto a Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega, grupo con el cual expuso en el MNBA, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y el Centro Cultural Recoleta, entre otros. Ha realizado más de 40 exposiciones individuales en museos y galerías de Latinoamérica, Europa y EEUU. Destacamos sus exhibiciones en el Museo Nacional de Bellas Artes de Caracas, el Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes de México, el Centro Cultural Borges y el MNBA, así como su intervención en las bienales de La Habana, São Paulo, Mercosur y Venecia. Ha recibido, entre otros, el premio nacional Di Tella, la beca Guggenheim, el premio a la trayectoria artística de la Asociación Argentina de Críticos de Arte, el gran premio del Fondo Nacional de las Artes y el premio Rosario a la trayectoria.

    Mercedes Casanegra es licenciada en Historia del Arte (UBA), escritora e investigadora en arte contemporáneo argentino e internacional. Es docente en la cátedra Estética para Artes de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Ha sido presidente de la Asociación Argentina de Críticos de Arte-AICA (2001-2006). Entre sus trabajos curatoriales más recientes, se encuentran las muestras de Roberto Elía, Enio Iommi, Kazuya Sakai, Eduardo Stupía y Matilde Marín en el Centro Cultural Recoleta; “Entre el silencio y la violencia”, en Fundación Telefónica y Sotheby’s de Nueva York; el envío argentino a la Bienal de Venecia de 2003; y la muestra de De la Vega en el MALBA. Fue consultora invitada para la exhibición “El Tiempo del Arte”, en Fundación Proa, en la selección de las obras latinoamericanas.

    Sobre la exposición Imán: Nueva York

    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929
    La Boca, Caminito
    [C1169AAD] Buenos Aires
    Argentina
    T [54.11] 4104.1000

    Más información: www.proa.org/esp/

    Fuente: Prensa PROA



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  • Título: La conexión del arte argentino con Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 24/08/2010
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    Ver nota original (La Razón.)

    El esplendor artístico de la década del ‘60 reaparece en la muestra “Imán-Nueva York”, que se desarrolla en la Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929, junto a Caminito, en La Boca). Allí se plantea un recorrido por las obras y los artistas argentinos que llegaron desde aquella década a Estados Unidos. Entre ellos aparecen pioneros como Marcelo Bonevardi y famosos como Marta Minujín, d equipen se exhibe un colchón multicolor. Una de las salas reconstruye la muestra “Beyond geometry”, en la cual Nueva York reflejaba los aportes del arte argentino a través de obras de Mac Entyre, Alejandro Puente, Silva, Ary Brizzi, Lamelas y César Paternosto. En otra sala se pueden ver obras de los argentinos que expusieron en el MoMA y allí aparece “Hidrocomía intercontinental, East River” de García Uriburu. Y un homenaje a la letra Ñ, de Leandro Katz.

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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 23/08/2010
    Ver nota completa
    Ver nota original (El Litoral.com.)

    Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    “At the Beach”, 1967, acrílico sobre tela.

    Foto: Jorge de la Vega

    DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

    cultura@ellitoral.com

    Hasta el 30 de septiembre, Fundación Proa presenta “Imán: Nueva York”, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales.

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta de que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

    “Imán: Nueva York” revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Esta exhibición vuelve sobre los años ‘60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    Imán alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya

    Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    ACTIVIDADES

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que “Imán: Nueva York” se constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del ‘60.

    El Departamento de Educación diseñó un programa especial para la muestra, con la presencia permanente de educadores en las salas de exhibición, visitas guiadas para público en general y actividades destinadas a estudiantes y docentes, con el objetivo de reflexionar sobre los artistas y acontecimientos de la década del ‘60.

    Todos los días a las 17 se realizan visitas guiadas para público en general, y los sábados y domingos se suma una visita a las 15.

    Los Martes de Estudiantes se pone a disposición del público en la Librería Proa material de estudio que permite profundizar sobre los conceptos desarrollados en la muestra.

    Los textos bibliográficos, catálogos, cartas y documentación son la columna vertebral de la investigación que realizó el curador Rodrigo Alonso para la muestra. La posibilidad de acceder a esta información propone también una reflexión sobre el camino emprendido por la curaduría y el punto de vista que eligió.

    El Programa para Escuelas brinda a estudiantes y profesores una oportunidad para acercarse a la exhibición. Se proponen visitas especialmente diseñadas para los distintos niveles educativos (inicial, primario, secundario, terciario y universitario). También se ofrecen materiales para trabajar antes y después de la visita que permiten articular el trabajo en el aula. Consultas: educacion@proa.org.



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  • Título: Estamos en Proa, exposición Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 21/08/2010
    Ver nota completa
    Ver nota original (Temporada de Relámpagos.)

    Luego de recorrer la planta baja donde se hacen presentes artistas de la neofiguración, ejerciendo una atracción poderosa, además de abstracciones varias y el pop, subo la escalera, y frente al ventanal de vidrio que da sobre la sala mientras subo los escalones, percibo algo nuevo que no había visto en un primer momento: un colorido panel colocado en las alturas y realizado con el estilo inconfundible de Luis Wells.
    Intento alegar que no es posible que la pasara por alto, que alguien colgó esa obra un instante apenas después de que salí de la sala, si total es una minucia de 3 por 4 metros. Argucia que intenta ocultar que jamás se me ocurrió mirar hacia el techo, palabra que consiste justamente en el título de la obra de Wells. Y de no haber sido por el maravilloso ventanal, lo más probable es que no la hubiera visto.

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  • Título: Imán: Nueva York en Proa.
    Autor: Tito Gastaldi
    Fecha: 18/08/2010
    Ver nota completa
    Ver nota original (Revista Hábitat.)

    Los 60 fueron, indudablemente, una década de cambios, de surgimiento de nuevos artistas, de "efervescencia" en la que mucho tuvo que ver el Di Tella y, también, algunas otras expresiones como las "Bienales IKA" de Córdoba. El golpe militar del 66 puso un freno a esta actividad creadora pero, afortunadamente no logró aplacarla x completo. La euforia era tan grande que pudo más y así, la actividad continuó a través de un interesante intercambio con la Gran Manzana, el gran imán de la época. Los artistas argentinos parten hacia ella por medio de las becas Guggenheim, la atracción que producía el MoMA, o bien x motu propio.

     

    Los roles del MNBA, la galería Bonino de New York, los críticos y curadores norteamericanos que venían aquí a actuar como jurados y las ya mencionadas bienales americanas en Córdoba y el Guggenheim resultaron fundamentales a la hora de formar una red que promocionó y difundió la intensa actividad de estos artistas en los Estados Unidos. Se estableció un fecundo diálogo entre ambas naciones en materia artística. El "arte argentino" fue valorado y eso se debió a que no fueron esfuerzos individuales sino, en conjunto y apoyados institucionalmente.

    La recientemente inaugurada muestra "Imán: Nueva York" en la Fundación PROA revive el espíritu de esa época. En 4 salas se exhiben unas 60 obras de una treintena de artistas que participaron de aquella experiencia tales como Marta Minujin, Marcelo Bonevardi, Alejandro Puente, César Paternosto, Carlos Silva, José Fernández Muro, Honorio Morales, Sarah Grilo entre otros.

    Se apela también a la memoria al inaugurar la muestra un sábado tal como lo hacía el Di Tella en aquellos años. El trabajo investigativo llevado a cabo por el curador Rodrigo Alonso queda manifestado al recorrer la muestra donde, acertadamente se incluyen además catálogos, fotografías y documentos diversos de muestras realizadas en esa época y tienen como broche la sala 4 donde se rememora la muestra Information de 1970 del MoMA, tal vez el punto cúlmine de esta experiencia de intercambio que hizo factible el reconocimiento internacional de artistas argentinos, permitiendo que sus obras integren hoy importantes colecciones extranjeras.

    Para todos aquellos que quieran volver por un rato a los 60 y para todos aquellos que no la vivieron y deseen tener una idea de lo que se pudo hacer el Imán es Proa hasta el próximo 30 de setiembre.

    Fundación Proa: Av. Pedro de Mendoza 1929. La Boca.



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  • Título: La aparente ingenuidad de los años60.
    Autor: Gustavo Nielsen
    Fecha: 15/08/2010
    Ver nota completa
    Ver nota original ( Radar)

    En los años ’60 el arte argentino vivió una explosión productiva, vital y plural como no se había visto en el país hasta entonces: los artistas argentinos conocieron el mundo y el mundo conoció a los artistas argentinos a través de becas, subsidios y viajes. La muestra Imán: Nueva York, en la Fundación Proa, permite echar una mirada panorámica a esa década, no sólo a través de unas obras fascinantes y magnéticas, sino de la trastienda política que permitió ese florecimiento.

     

    ¿Qué conocemos de los años ’60?

    La performance y el happening. Un mundo de locura, con gente disfrazada, de grandes anteojos y plataformas. Un regusto a naïve, a cotillón, a cumpleaños infantil a pesar de los cursos de Oscar Masotta y los libros de Romero Brest. Un zoológico de personajes hippies que nacieron cool.

    Nos quedan los nombres de las personas, de personas que aún viven, aunque todo parece haber pasado hace muuuuuucho tiempo; de actores que siguen produciendo obras como funciones de circo. Aunque sepamos menos de esas obras que de esas personas, que a veces son como rock stars.

    Gente que sueña con triángulos.

    Cuando los gugleamos, ellos están. Pero cuando buscamos sus objetos, son inhallables. Ya sea porque fueron sucesos que pasaron, o porque eran objetos tan raros, tan incómodos o tan superfluos que fueron imposibles de guardar, o alguien determinó que no valían la pena, y se perdieron en el tiempo.

    ¿Eso es todo?, nos preguntamos, antes de entrar a la muestra de Proa que ahora está en cartelera, Imán: New York. No, no es todo. ¿Lo que vamos a ver es una muestra retro, los restos de la fiesta? No, definitivamente, nos dice Rodrigo Alonso, su curador. O sí, si por retro pensamos en una reconstrucción. Pero no de un fin de fiesta, sino de un momento en el que el mundo de la política internacional le hizo el camino fácil al arte y le cambió las reglas.

    EL JUEGO DE LOS IMANES

    Me encantan los juguetes hechos con imanes. Tengo unas muñequitas móviles que se dan un beso en la boca cuando se aproximan, y una pequeña bailarina que gira al acercarle el espejo para que se refleje. Me gusta eso de que ambos juguetes estén formados por dos partes, y que para sus efectos de atracción o rechazo no necesiten más vinculación que el aire. Física pura. Para mis sobrinos pequeños es un acto de magia. Me encantaría que también lo fuera para mí.

    En el catálogo de la muestra figura una entrevista a Luis Felipe Noé, uno de los artistas convocados. “Viajé con Jorge de la Vega a Francia –dice–, y me di cuenta de que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York.” Adriana Rosenberg explica que la muestra hace hincapié en la aparición de los nuevos patrocinios que se dieron en ese momento en Buenos Aires, para el arte. Hasta ese instante habían funcionado las Becas Nacionales que se ganaban solamente popes como Petorutti o Berni. Los que estaban hechos, digamos. Para los demás quedaba París, pero había que irse a vivir allá. De repente, casi de la nada, aparecieron programas desde Estados Unidos que pagaban por nuestros emergentes latinoamericanos. Artistas de jóvenes currículum, que hacían obras que no parecían obras sino simplemente juegos. El MOMA, la Pan-American Union o el Walker Art Center los empezaron a bancar para jugar, para que hicieran lo que quisieran, apostando por un arte muchas veces intangible, geométrico o caprichoso.

    El curador agrega, en el catálogo: “Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino”. De esas cinco palabras sólo dos hablan del imán: “Atracción y energía”. De la escena habla la frase de Noé, y no está mal para un artista que se precie eso de habitar un momento pero desde otro lugar, aunque en el texto se lea como molestia. ¿A qué se está refiriendo Alonso con las otras dos palabras? Internacionalismo... Destino...

    DOS PALABRAS INSERTADAS EN LOS CV DE TODOS

    Nueva York aparece, en los ’60, en la vida de los artistas que componen la muestra de Proa. Bonevardi, Brizzi, Cancela, Mesejean, Davidovich, Fernández Muro, Grilo, Katz, Kemble, Mac Entyre, Martorell, Maza, Morales, Paternostro, Puente, Romberg, Sakai, Silva, Stoppani, García Uriburu, Vidal, Wells y el Grupo Frontera, entre otros. Las obras no son figurativas, ni políticas, ni detentan significados. Es arte pop. Son los hijos de Warhol. Hay geometría, op art, maquinitas hechas para el asombro. Hay algunas que son casi de prestidigitador, que cuesta saber cómo funcionan.

    Una, por ejemplo, con el extremadamente serio nombre de “parapeto móvil” muestra una vitrina con pequeños papelitos plateados que giran sobre ejes que no se corresponden con motores. Giran mágicamente, dirían mis sobrinos. Y el truco es una turbina de aire caliente que produce el circuito que oficia de titiritero. Me lo tiene que contar el artista Eduardo Rodríguez, de la corriente cinética de Le Parc, porque por más que le busco la vuelta no me puedo dar cuenta del mecanismo. El llama a su obra con un nombre más tierno y directo: “las mariposas”.

    Otra, de Noé, son unos espejos para verse raro: en el primero te ves solamente las piernas y los pies, duplicados hacia arriba (como si el cuerpo de uno fuera de cuatro piernas, dos para abajo, dos para arriba); en el segundo te ves doble cabeza, una hacia abajo, una hacia arriba. El panel acrílico de Polesello es un muro de lupas para mirar con aumento. El cono de luz de Lamelas es una escena sin actor. Las “Sombras” de Porter son solamente eso: sombras pintadas en látex sobre la pared, sin gente que las proyecte. Hay hasta un colchón colgado de Minujin, y una foto de revista de peluquería, de Costa. Parecen hechizos, actos de feria, a veces banalidades. Son obras que viven de nuestras sensaciones, y que nos atraen o rechazan con la lógica de los imanes.

    En los currículum vitae de la muestra aparecen las dos palabras sagradas “New York”, pero también las dos indicaciones del curador: “Internacionalismo y destino”. ¿Es una coincidencia simplemente plástica, heredada del Gran Andy, o tiene un mensaje oculto? ¿Por qué pagaría Estados Unidos para que unos sudacas divertidos hicieran lo que quisieran? La muestra misma da la respuesta: por política.

    El 13 de marzo 1961, el presidente norteamericano J. F. Kennedy anunció el lanzamiento de un programa destinado a brindar ayuda económica y social al continente. La iniciativa se gestó en el contexto de la amenaza comunista que representaban la URSS y la Revolución Cubana e incluyó una red de instituciones artísticas orientadas a promover el intercambio cultural entre las naciones americanas. Un proyecto de esa Alianza fue el Lacap (Latin American Cooperative Acquisitions Program).

    La Alianza para el Progreso incentivó visitas de intelectuales, intercambios, pagó viajes y trabajos, y armó, como su título lo indica, buenas alianzas basadas en el miedo de que el comunismo se expandiera por el resto de Latinoamérica. Y eso es lo que tiene de revelador, de inteligente, la curaduría de la muestra de Proa: nos hace saber cuál es la física que movió este imán de los ’60, que de otro modo es casi imposible de entender en sus auspicios. El de los ’60 fue un internacionalismo que provocó destinos. Y que por suerte puso en escena a estos tipos copados. Digamos: la política les sirvió a los artistas para desarrollarse, y ellos le sirvieron a la política porque su arte fue en principio acrítico, o por lo menos aparentemente difícil de entender como una crítica al sistema.

    Como en los juguetes con imanes, la felicidad plena consiste en no saber que la física existe. Y la pregunta que solicita la obra “Continuidad” de Gabriel Mesil, de 1967, no es sobre el capitalismo o el comunismo, sino simplemente formal, como si no pudiera salirse del arte. Algo así como: “¿Se pueden unir las partes de esta ola naranja, o su curva debe seguir interrumpida?”.

    CUATRO SALAS PARA CORROBORAR UN EFECTO

    La exposición no se desarrolla como una cronología, sino como un show de apoyos, tanto logísticos como monetarios. Es interesante, porque este modo de exposición cuadruplica el efecto (son cuatro salas).

    La primera sala es documental: aparecen los nombres de las instituciones: Fundación Guggenheim, Instituto Di Tella, Museo Nacional de Bellas Artes, Museo de Arte Moderno y Bienal Latinoamericana de Arte de Córdoba. La segunda y tercera salas se ocupan exactamente de las becas norteamericanas, con un repaso de los artistas que se fueron y volvieron, y los que se quedaron a vivir allá. La cuarta sala, en el primer piso, cuenta la contribución del arte argentino a la abstracción geométrica internacional.

    En cada recorrido podemos sentir esta maravillosa fascinación inicial con los subsidios y apoyos del país del norte y la decepción paulatina de los ’70 dirigida al sistema de poderes. Estamos en un parque de diversiones pagado por el Tío Sam para no volvernos comunistas. Pero los empleados que atienden su juego no son gente ingenua. Son nada menos que pintores, escultores, capos de los conceptos hechos forma. Rebeldes, obvio. Y argentinos (los nuestros). No podía sino explotar.

    Subiendo al primer piso vemos un video de 1971 sobre una muestra americana titulada “Information”, que acá trajo unos años después Jorge Glusberg al CAYC bajo el título “Arte de Sistemas”. La exhibición concentra gran parte del conceptualismo y del arte tecnológico de la década anterior. La crítica política aparece con fuerza en los últimos trabajos. Hay cuestionamientos a los directores de los museos, a las decisiones de los gobiernos y a las fundaciones que ponen plata para que exista cierto tipo de arte. Hay una obra, por ejemplo, en la que el espectador tiene que votar si está de acuerdo con la intervención de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam, o no. Hay dos urnas transparentes de plástico. Una dice “Estoy en desacuerdo”, la otra dice “Estoy de acuerdo”. Ya ni los artistas ni los espectadores le creían a la propaganda yanki. En Nueva York había un ambiente agresivo, de raje. Adivinen qué urna sale más llena.

    DAR LA NOTA

    Lo leemos también en la carta que Federico Manuel Peralta Ramos le manda al Sr. Guggenheim en concepto de rendición de gastos, lo que se debe hacer en cualquier caso que a uno le den plata para realizar un proyecto. La transcribo porque no tiene desperdicio. Y que sirva también para cerrar la nota sobre esta espléndida muestra de la Fundación Proa.

    La carta está expuesta al final de la segunda sala como una obra de arte más, aunque se trate de un trámite formal. Va dirigida a Mr. James F. Mathias de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation y fechada en Buenos Aires, el 14 de junio de 1971.

    “Dear Mr. Mathias:

    En respuesta a su carta del 23 de mayo de 1971, quiero manifestarle algunos aspectos del modo en que encaré la beca que obtuve de vuestra Fundación.

    En cuanto recibí el primer aporte de la beca y anticipándome a lo que es hoy un movimiento internacional, consistente en un señalamiento artístico real, invité a un grupo de amigos (25 personas) a una comida en el Alvear Palace Hotel, invitándolos después a bailar a la boite Africa, costó u$s 300.

    Una de las razones que me impulsaron a este tipo de manifestaciones es la convicción de que “la vida es una obra de arte”, por lo que en vez de “pintar” una comida, di una comida. Mi filosofía consiste en la frase: “Siendo en el mundo”. Creo que la aventura del artista es el desarrollo de su personalidad, para obtener la “constitución” del yo.

    En una palabra: vivir.

    Siguiendo con esta actitud filosófica me mandé hacer tres trajes (costo u$s 500). Asimismo pagué las deudas de una exposición que había realizado en la Galería Arte Nuevo, Maipú 971, en octubre de 1968. Exposición realizada al enterarme de que había obtenido la beca y cuyo costo fue de u$s 1000.

    Como Uds. recordarán al haberles manifestado que no viajaría a U.S.A. y que Uds. dispusieron el envío de u$s 3500 a Buenos Aires, quiero manifestarles lo que hice con esa cantidad.

    Invertí ese dinero en una financiera a interés mensual, cobré los intereses durante 10 meses y luego hice lo que yo llamo mi última expresión artística con esta beca.

    La beca se me había otorgado como pintor, entonces provoqué una serie de situaciones con este dinero (u$s 3500).

    En primer lugar compré un cuadro de Josefina Robirosa en m$n 400.000 y se lo regalé a mi padre, después compré un cuadro de Ernesto Deira en m$s 200.000, se lo regalé a mi madre, y para terminar compré un cuadro de Jorge de la Vega para mí en m$s 300.000. Lo que importa el total.

    Espero que estas líneas sean comprendidas en su debida forma y con ellas acompaño el certificado que me enviaron.

    Saluda a Ud. afectuosamente

    Federico Manuel Peralta Ramos.”

    Imán: New York
    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929 (La Boca)
    De martes a domingo
    11 - 19 hs.
    Lunes cerrado.
    Hasta el 30 de septiembre.



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  • Título: Aquí, Nueva York.
    Autor: Diana Fernández Irusta.
    Fecha: 15/08/2010
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    Ver nota original (La Nación)

    Una exposición en proa recrea el fervor que la Gran Manzana despertó en el arte local de los años 60
    De un modo u otro, los años 60, con su carga rupturista e innovadora, siempre vuelven. Para el campo del arte de nuestro país, esta década significó el sueño de una producción con presencia internacional, en diálogo con lo que se hacía en el gran centro de la actividad cultural del momento: Nueva York (ciudad que había venido a destronar a París en la avanzada modernizadora).

     

    De este clima de época se nutre Imán: Nueva York, la exhibición histórica que, con curaduría de Rodrigo Alonso, se presenta actualmente en la Fundación Proa. La propuesta permite reconstruir algo del fervor que la Gran Manzana despertaba en nuestros artistas, especialmente entre los más identificados con el clima creativo de la Manzana loca que circundaba al Di Tella. Registros de época y obras de Minujín, Lamelas, Noé, Wells y García Uriburu, entre otros, delinean un circuito forjado tanto por la presencia de artistas argentinos en el Norte como por el esplendor logrado en su propia tierra y la promisoria respuesta de la crítica internacional de esos años.

    Hasta el 30 de septiembre, en Av. Pedro de Mendoza 1929



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  • Título: Artistas + Criticos: Eduardo Costa Fundación PROA
    Autor:
    Fecha: 13/08/2010
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    El sábado 14 de agosto estará dedicado a un encuentro con Eduardo Costa en las salas de Imán: Nueva York. El artista recorrerá la exhibición junto a la investigadora y crítica de arte María José Herrera.

     

    Luego de la visita, el programa sigue en el Auditorio con la instalación sonora You see a dress (1967) y el film Nombres de amigos (1969), ambos realizados por el artista. Al finalizar la audición, Eduardo Costa volverá a dialogar con el público.
    Eduardo Costa exhibe en la sala 4 de Imán: Nueva York sus obras Fashion Fiction 1, 1966-69, y Tape Poems y The Fashion Show Poetry Event, realizadas junto a John Perreault en 1969.

    Artistas + Críticos es un ciclo que Proa viene desarrollando desde hace un año con gran éxito y enorme repercusión de público. En esta edición, recibe todos los sábados de agosto y septiembre a uno de los artistas que están presentes en la exhibición Imán: Nueva York.

    Coordinación: Mercedes Pérez Bergliaffa.

    Próximos encuentros
    - Sábado 14/8
    Eduardo Costa – María José Herrera
    - Sábado 21/8
    Alejandro Puente – María Teresa Constantín
    - Sábado 28/8
    Luis Felipe Noé – Mercedes Casanegra.

    Sábado 14/8 Eduardo Costa – María José Herrera
    Eduardo Costa nace en Buenos Aires en 1940. Cursa estudios de literatura e historia del arte en la Universidad de Buenos Aires. Participa desde sus inicios como fundador y colaborador de la revista Airón, una publicación que divulgaba escritos teóricos, poesía y prosa locales e internacionales. Bajo el ala teórica que le otorgan los trabajos y la actividad de Oscar Massota, se interesa por la práctica artística vinculada a la performance y a los productos de la industria cultural y los medios de comunicación como un nuevo campo de experimentación. En 1966 escribe con Raúl Escari y Roberto Jacoby “Un arte de los medios de comunicación”, un manifiesto en el que considera “nueva materialidad artística” a los contenidos de los massmedia. Al mismo tiempo los tres artistas llevan a cabo el Happening para un jabalí difunto o Happening de la participación total. También en 1966, bajo la influencia de la lectura de El sistema de la moda de Roland Barthes, realiza junto a Juan Risuelo la obra Una moda (relato). En 1967 Costa viaja a Nueva York y muestra fashion fiction a la revista Vogue, que la publicará en sus páginas a principios de 1968. En 1969, Costa redacta el manifiesto “Arte Útil” como parte de las Street Works, realizadas en Nueva York por un grupo de poetas y artistas. Ese mismo año, junto a Hannah Weiner y John Perrault organiza “The Fashion Show Poetry Event” en el que participan Claes Oldenburgh, Andy Warhol, James Rosenquist, Marisol, Alex Katz, Marjorie Strider y otros artistas. Asimismo, edita junto Perreault Tape Poems, la primera edición, 500 ejemplares, de una cinta estereofónica realizada específicamente por Burton, Vito Acconci, Dan Graham y los editores, entre otros. En 1971, Costa regresa a la Argentina. En 1977, presenta un trabajo en la muestra “Homenaje a Marcel Duchamp”. Un año más tarde se muda a Rio de Janeiro donde continúa su trabajo en contacto con el grupo que nuclea Helio Oiticica. En 1981, regresa a Nueva York. Hacia mediados de la década escribe letras de canciones para el grupo de rock Virus. A principio de los 90 empieza a escribir en las revistas Flash Art y Art in America y comienza a trabajar con sus pinturas volumétricas.

    María José Herrera es licenciada en Artes por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como jefe de Investigación y Curaduría del Museo Nacional de Bellas Artes y preside la Asociación Argentina de Críticos de Arte (AACA-AICA). En 2008 fue Directora Artística interina del MNBA. Becada por distintas entidades culturales y académicas del país y el exterior (Fondo Nacional de las Artes, Fundación Antorchas, Rockefeller Foundation, Lampadia Foundation) ha centrado sus investigaciones en el arte argentino y en los estudios sobre museos desde una perspectiva histórica, de política cultural, curatorial y técnica. Desde 2002, ha formado un grupo de estudios que analiza el rol de las exposiciones en la escritura de la historia del arte con el que realiza jornadas y publicaciones para comunicar los resultados. Es responsable por la curaduría de las exposiciones permanentes de las salas del MNBA. En el ámbito internacional curó exposiciones en Brasil y Chile. Editora y autora de numerosas publicaciones del museo, ha publicado ensayos en medios académicos y periodísticos argentinos y extranjeros. Recientemente, presentó el libro Exposiciones de arte argentino 1956-2006 (Buenos Aires, AAMNBA, 2009).

    Sábado 21/8 Alejandro Puente – María Teresa Constantín
    Alejandro Puente nace en La Plata en 1933. Estudia Teoría de la Visión con Héctor Cartier en la Facultad de Arte de la ciudad de La Plata. Durante los años 60 expone individualmente en las diversas galerías de Buenos Aires, entre ellas, Rioboo, Bonino, Ruth Benzacar y Lirolay, donde presenta junto a César Paternosto “La Geometría Sensible”, en 964. Presenta su trabajo, a su vez, en distintas galerías en el exterior. Constituye el Grupo Sí, realizando su primera exposición grupal en 1961 en el Museo de Bellas Artes de La Plata y luego en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Participa en los primeros Premios Braque y, en 1964, de los Premios Ver y Estimar. En 1966 forma parte del Premio Nacional Di Tella y de la multitudinaria muestra “Homenaje al Viet-nam de los artistas plásticos” organizada por León Ferrari y Carlos Gorriarena, en la Galería Van Riel. En 1967 es incluido en la muestra colectiva, ¨Más allá de la Geometría”, realizada en el Instituto Di Tella, en Buenos Aires. En 1967 obtiene la Beca Guggenheim, a partir de la cual viaja a Nueva York donde establece su residencia por cuatro años. En 1968 forma parte de la versión norteamericana, ¨Beyond Geometry¨, en el Center for Inter-American Relations de Nueva York y en ¨Latin American Artists¨ en el Delaware Art Center, ambas en los Estados Unidos. Participó de “Information Show”, en 1970, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. A partir de entonces, forma parte de muestras colectivas en Suiza, Alemania, Francia, España, Italia, México, Cuba, Japón y China. Asimismo realizó numerosas muestras individuales en la Argentina y fue el representante argentino en la Bienal de São Paulo de 1985. Obtiene en 1992 y 2004, el Premio Fundación Kónex. Es nombrado Académico de Número en la Academia Nacional de Bellas Artes. Vive y trabaja en Buenos Aires.

    María Teresa Constantín es historiadora y crítica de arte, egresada de la Escuela del Museo del Louvre. Ha trabajado en museos de Francia, España y Argentina. Ha publicado libros, ensayos y artículos especializados. Ha sido curadora de diferentes muestras y jurado en numerosos premios a las artes visuales. Es miembro del Centro Argentino de Investigadores de Arte y de la Asociación Argentina de Críticos de Arte. Actualmente, es Coordinadora de Arte de la Fundación OSDE.

    Sábado 28/8 Luis Felipe Noé – Mercedes Casanegra
    Luis Felipe Noé es artistas plástico. En la década del sesenta, integró la Nueva Figuración argentina junto a Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega, grupo con el cual expuso en el MNBA, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y el Centro Cultural Recoleta, entre otros. Ha realizado más de 40 exposiciones individuales en museos y galerías de Latinoamérica, Europa y EEUU. Destacamos sus exhibiciones en el Museo Nacional de Bellas Artes de Caracas, el Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes de México, el Centro Cultural Borges y el MNBA, así como su intervención en las bienales de La Habana, São Paulo, Mercosur y Venecia. Ha recibido, entre otros, el premio nacional Di Tella, la beca Guggenheim, el premio a la trayectoria artística de la Asociación Argentina de Críticos de Arte, el gran premio del Fondo Nacional de las Artes y el premio Rosario a la trayectoria.

    Mercedes Casanegra es licenciada en Historia del Arte (UBA), escritora e investigadora en arte contemporáneo argentino e internacional. Es docente en la cátedra Estética para Artes de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Ha sido presidente de la Asociación Argentina de Críticos de Arte-AICA (2001-2006). Entre sus trabajos curatoriales más recientes, se encuentran las muestras de Roberto Elía, Enio Iommi, Kazuya Sakai, Eduardo Stupía y Matilde Marín en el Centro Cultural Recoleta; “Entre el silencio y la violencia”, en Fundación Telefónica y Sotheby’s de Nueva York; el envío argentino a la Bienal de Venecia de 2003; y la muestra de De la Vega en el MALBA. Fue consultora invitada para la exhibición “El Tiempo del Arte”, en Fundación Proa, en la selección de las obras latinoamericanas.

    Encuentro pasado
    Sábado 7/8 Leandro Katz - Ana Longoni
    Leandro Katz es artista, escritor y realizador. Conocido por sus películas y sus instalaciones fotográficas, sus obras incluyen proyectos de largo término que abordan temas latinoamericanos y que incorporan la investigación histórica, la antropología y las artes visuales. Leandro Katz ha publicado veintitrés libros de prosa, poesía y de artista (incluyendo su novela de culto Es Una Ola, Che/Loro, Soli-dari-dad, Che Guevara en Bolivia, Una Cronología), S(h)elf Portrait, y sus más recientes Historia Natural, y Los Fantasmas de Ñancahuazú (2010). Ha realizado catorce películas no-narrativas y documentales, y tres películas narrativas (entre ellas La Escisión, La Visita y El Espejo Sobre La Luna). Paradox ha sido incluida en Encuentros del Otro Cine, Ecuador, en la Viennale 2002, Austria, en Argos 2003, Bélgica, y en la exhibición “Techstos y Photos” en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, 2003. El Día Que Me Quieras recibió un Premio Coral en el Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, un premio al mejor documental en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, Chile, y una mención honoraria en el Festival Internacional del Cortometraje, Irán, entre otros. Sus muestras recientes incluyen “Encuentros de Pamplona 72: fin de fiesta del arte experimental”, en el Museo Reina Sofía, Madrid; “Historia Natural”, Enrique Faría Fine Art, Nueva York , y la participación en “10000 Vidas”, Bienal de Gwangju, Corea, 2010. Por sus trabajos, ha recibido becas de la Fundación Guggenheim, el Fondo Nacional de las Artes en Estados Unidos, el Consejo de las Artes de Nueva York, la Jerome Foundation, la Rockefeller Foundation, y el Fondo Hubert Bals, Holanda, entre otras instituciones. Dictó clases en School of Visual Arts, Nueva York, ha sido miembro del Semiotics Program de Brown University, Rhode Island, y profesor de Producción y Teoría del Cine en la Escuela de Arte y Comunicación de William Paterson University, Nueva Jersey. Desde 2005 reside en Buenos Aires.

    Ana Longoni es escritora, investigadora del CONICET y profesora de Teoría de los Medios y la Cultura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Doctora en Artes (UBA), dicta seminarios de posgrado en la UBA y el PEI-MACBA (Barcelona) relativos a los cruces entre arte y política en Argentina y América Latina. Dirige el grupo de investigación “¿La cultura como resistencia?: lecturas desde la transición de producciones culturales y artísticas durante la última dictadura argentina”. Es parte de la Red Conceptualismos del Sur desde su fundación en 2007. Ha publicado individualmente o en colaboración los libros De los poetas malditos al video-clip (Buenos Aires, Cántaro, 1998), Del Di Tella a Tucumán Arde (Buenos Aires), El cielo por asalto (2000; reedición: Eudeba, 2008), el estudio preliminar al libro de Oscar Masotta, Revolución en el arte (Buenos Aires, Edhasa, 2004), uno de los capítulos de la antología editada por I. Katzenstein, Listen, Here, Now! Argentine Art of the sixties: Writings of the Avant-Garde (Nueva York, MoMA, 2004), Traiciones. La figura del traidor en los relatos acerca de los sobrevivientes de la represión (Buenos Aires, Norma, 2007), y los volúmenes colectivos El Siluetazo (Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2008) y Conceptualismos del Sur/Sul (São Paulo, Annablume, 2009). Su obra de teatro La Chira se estrenó en 2004, dirigida por Ana Alvarado, y fue incluida en la antología compilada por Jorge Dubatti, Nuevo teatro argentino: dramaturgia(s), La Habana, La Honda, 2007. Otra obra de su autoría, Arboles, fue estrenada en Buenos Aires bajo su dirección en 2006. Integra el comité editor de las revistas Ramona, Ojos Crueles y Des-bordes.

    Sobre la coordinadora:
    Mercedes Pérez Bergliaffa estudió Arte e Historia del Arte (UNLP). Ha sido investigadora invitada en la Fondation Daniel Langlois (Montreal, 2005). Actualmente, realiza el doctorado en Historia del Arte Latinoamericano (UNLP) y es crítica de arte del diario Clarín y la Revista Ñ. Obtuvo diversas becas y premios: Fundación Antorchas - Banff Centre for the Arts (2001), Fundación Guggenheim (2000), Gobierno de Canadá (2005), Premio ArteBA a Jóvenes Curadores (2005), Fondo Metropolitano de Cultura Buenos Aires (2008), Citadellarte - Italia (2005), Centro Metamedia - República Checa (1999), Studio XX - Canadá (2003), entre otros. Ha residido en diversos países entre 1999 y 2005. En la actualidad, vive y trabaja en Buenos Aires.

    Sobre la exposición Imán: Nueva York

    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929
    La Boca, Caminito
    [C1169AAD] Buenos Aires
    Argentina
    T [54.11] 4104.1000

    Más información: www.proa.org/esp/

    Fuente: Prensa PROA



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  • Título: Artistas+ Críticos: Eduardo Costa.
    Autor:
    Fecha: 13/08/2010
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    La escena artistica de Nueva York en los 60 segun la mirada de los artistas Argentinos que vivieron y trabajaron en esa ciudad.

    Sabado 14 de agosto

    El pròximo sabado esta dedicado a un encuentro con al artista Eduardo Costa para recorrer  las salas Imán: Nueva York. Junto a la investigadora y critica de arte María Jose Herrera, Costa revivira su paso por Nueva York en la década del 60 a través de las obras que propone la exhibición.

     

    Luego de la visita, el artista dialogará con el público y presentará en el Auditorio su instalación sonora You see a dress (1967) y el film Nombres de amigos (1969).
     
    17 hs. Artistas + Críticos: Eduardo Costa y María Jose Herrera recorren la exhibición Imán: Nueva York

    18.30 hs. Presentaci?n en el Auditorio de la instalaci?n sonora You see a dress (1967) y el film Nombres de amigos (1969) y diálogo con Eduardo Costa.

    Sabado 21

    Alejandro Puente

    Sabado 28
    Luis Felipe No

    Imán: Nueva York
    Hasta el 30 de Septiembre

    Fundación PROA

    Av. Pedro de Mendoza 1929 (y Caminito)

    Buenos Aires. Argentina
    - T 4104 1000 / www.proa.org / prensa@proa.org



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  • Título: Artistas + Críticos: Eduardo Costa.
    Autor:
    Fecha: 13/08/2010
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    Un encuentro con Eduardo Costa en las salas de Imán: Nueva York. El artista recorrerá la exhibición junto a la investigadora y crítica de arte María José Herrera. Coordinación: Mercedes Pérez Bergliaffa.

    Dónde: Fundación PROA. Av. Pedro de Mendoza 1929.
    Cuándo: Sábado 14 de agosto a las 17.

    Luego de la visita, el programa sigue en el Auditorio con la instalación sonora You see a dress (1967) y el film Nombres de amigos (1969), ambos realizados por el artista. Al finalizar la audición, Eduardo Costa volverá a dialogar con el público.
    Eduardo Costa exhibe en la sala 4 de Imán: Nueva York sus obras Fashion Fiction 1, 1966-69, y Tape Poems y The Fashion Show Poetry Event, realizadas junto a John Perreault en 1969.

    Artistas + Críticos es un ciclo que Proa viene desarrollando desde hace un año con gran éxito y enorme repercusión de público. En esta edición, recibe todos los sábados de agosto y septiembre a uno de los artistas que están presentes en la exhibición Imán: Nueva York.
    Coordinación: Mercedes Pérez Bergliaffa.

    Próximos encuentros
    - Sábado 21/8
    Alejandro Puente – María Teresa Constantín
    - Sábado 28/8
    Luis Felipe Noé – Mercedes Casanegra
    Sábado 14/8 Eduardo Costa – María José Herrera

    Eduardo Costa nace en Buenos Aires en 1940. Cursa estudios de literatura e historia del arte en la Universidad de Buenos Aires. Participa desde sus inicios como fundador y colaborador de la revista Airón, una publicación que divulgaba escritos teóricos, poesía y prosa locales e internacionales. Bajo el ala teórica que le otorgan los trabajos y la actividad de Oscar Massota, se interesa por la práctica artística vinculada a la performance y a los productos de la industria cultural y los medios de comunicación como un nuevo campo de experimentación. En 1966 escribe con Raúl Escari y Roberto Jacoby “Un arte de los medios de comunicación”, un manifiesto en el que considera “nueva materialidad artística” a los contenidos de los massmedia. Al mismo tiempo los tres artistas llevan a cabo el Happening para un jabalí difunto o Happening de la participación total. También en 1966, bajo la influencia de la lectura de El sistema de la moda de Roland Barthes, realiza junto a Juan Risuelo la obra Una moda (relato). En 1967 Costa viaja a Nueva York y muestra fashion fiction a la revista Vogue, que la publicará en sus páginas a principios de 1968. En 1969, Costa redacta el manifiesto “Arte Útil” como parte de las Street Works, realizadas en Nueva York por un grupo de poetas y artistas. Ese mismo año, junto a Hannah Weiner y John Perrault organiza “The Fashion Show Poetry Event” en el que participan Claes Oldenburgh, Andy Warhol, James Rosenquist, Marisol, Alex Katz, Marjorie Strider y otros artistas. Asimismo, edita junto Perreault Tape Poems, la primera edición, 500 ejemplares, de una cinta estereofónica realizada específicamente por Burton, Vito Acconci, Dan Graham y los editores, entre otros. En 1971, Costa regresa a la Argentina. En 1977, presenta un trabajo en la muestra “Homenaje a Marcel Duchamp”. Un año más tarde se muda a Rio de Janeiro donde continúa su trabajo en contacto con el grupo que nuclea Helio Oiticica. En 1981, regresa a Nueva York. Hacia mediados de la década escribe letras de canciones para el grupo de rock Virus. A principio de los 90 empieza a escribir en las revistas Flash Art y Art in America y comienza a trabajar con sus pinturas volumétricas.

    María José Herrera es licenciada en Artes por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como jefe de Investigación y Curaduría del Museo Nacional de Bellas Artes y preside la Asociación Argentina de Críticos de Arte (AACA-AICA). En 2008 fue Directora Artística interina del MNBA. Becada por distintas entidades culturales y académicas del país y el exterior (Fondo Nacional de las Artes, Fundación Antorchas, Rockefeller Foundation, Lampadia Foundation) ha centrado sus investigaciones en el arte argentino y en los estudios sobre museos desde una perspectiva histórica, de política cultural, curatorial y técnica. Desde 2002, ha formado un grupo de estudios que analiza el rol de las exposiciones en la escritura de la historia del arte con el que realiza jornadas y publicaciones para comunicar los resultados. Es responsable por la curaduría de las exposiciones permanentes de las salas del MNBA. En el ámbito internacional curó exposiciones en Brasil y Chile. Editora y autora de numerosas publicaciones del museo, ha publicado ensayos en medios académicos y periodísticos argentinos y extranjeros. Recientemente, presentó el libro Exposiciones de arte argentino 1956-2006 (Buenos Aires, AAMNBA, 2009).

    - Sábado 21/8 Alejandro Puente – María Teresa Constantín

    Alejandro Puente nace en La Plata en 1933. Estudia Teoría de la Visión con Héctor Cartier en la Facultad de Arte de la ciudad de La Plata. Durante los años 60 expone individualmente en las diversas galerías de Buenos Aires, entre ellas, Rioboo, Bonino, Ruth Benzacar y Lirolay, donde presenta junto a César Paternosto “La Geometría Sensible”, en 964. Presenta su trabajo, a su vez, en distintas galerías en el exterior. Constituye el Grupo Sí, realizando su primera exposición grupal en 1961 en el Museo de Bellas Artes de La Plata y luego en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Participa en los primeros Premios Braque y, en 1964, de los Premios Ver y Estimar. En 1966 forma parte del Premio Nacional Di Tella y de la multitudinaria muestra “Homenaje al Viet-nam de los artistas plásticos” organizada por León Ferrari y Carlos Gorriarena, en la Galería Van Riel. En 1967 es incluido en la muestra colectiva, ¨Más allá de la Geometría”, realizada en el Instituto Di Tella, en Buenos Aires. En 1967 obtiene la Beca Guggenheim, a partir de la cual viaja a Nueva York donde establece su residencia por cuatro años. En 1968 forma parte de la versión norteamericana, ¨Beyond Geometry¨, en el Center for Inter-American Relations de Nueva York y en ¨Latin American Artists¨ en el Delaware Art Center, ambas en los Estados Unidos. Participó de “Information Show”, en 1970, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. A partir de entonces, forma parte de muestras colectivas en Suiza, Alemania, Francia, España, Italia, México, Cuba, Japón y China. Asimismo realizó numerosas muestras individuales en la Argentina y fue el representante argentino en la Bienal de São Paulo de 1985. Obtiene en 1992 y 2004, el Premio Fundación Kónex. Es nombrado Académico de Número en la Academia Nacional de Bellas Artes. Vive y trabaja en Buenos Aires.

    María Teresa Constantín es historiadora y crítica de arte, egresada de la Escuela del Museo del Louvre. Ha trabajado en museos de Francia, España y Argentina. Ha publicado libros, ensayos y artículos especializados. Ha sido curadora de diferentes muestras y jurado en numerosos premios a las artes visuales. Es miembro del Centro Argentino de Investigadores de Arte y de la Asociación Argentina de Críticos de Arte. Actualmente, es Coordinadora de Arte de la Fundación OSDE.

    - Sábado 28/8 Luis Felipe Noé – Mercedes Casanegra
    Luis Felipe Noé es artistas plástico. En la década del sesenta, integró la Nueva Figuración argentina junto a Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega, grupo con el cual expuso en el MNBA, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y el Centro Cultural Recoleta, entre otros. Ha realizado más de 40 exposiciones individuales en museos y galerías de Latinoamérica, Europa y EEUU. Destacamos sus exhibiciones en el Museo Nacional de Bellas Artes de Caracas, el Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes de México, el Centro Cultural Borges y el MNBA, así como su intervención en las bienales de La Habana, São Paulo, Mercosur y Venecia. Ha recibido, entre otros, el premio nacional Di Tella, la beca Guggenheim, el premio a la trayectoria artística de la Asociación Argentina de Críticos de Arte, el gran premio del Fondo Nacional de las Artes y el premio Rosario a la trayectoria.
    Mercedes Casanegra es licenciada en Historia del Arte (UBA), escritora e investigadora en arte contemporáneo argentino e internacional. Es docente en la cátedra Estética para Artes de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Ha sido presidente de la Asociación Argentina de Críticos de Arte-AICA (2001-2006). Entre sus trabajos curatoriales más recientes, se encuentran las muestras de Roberto Elía, Enio Iommi, Kazuya Sakai, Eduardo Stupía y Matilde Marín en el Centro Cultural Recoleta; “Entre el silencio y la violencia”, en Fundación Telefónica y Sotheby’s de Nueva York; el envío argentino a la Bienal de Venecia de 2003; y la muestra de De la Vega en el MALBA. Fue consultora invitada para la exhibición “El Tiempo del Arte”, en Fundación Proa, en la selección de las obras latinoamericanas. -

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  • Título: IMAN: NUEVA YORK - FUNDACION PROA
    Autor:
    Fecha: 10/08/2010
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    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

    A partir del 24 de julio y hasta el 30 de setiembre, Fundación Proa presenta:
    Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

    Imán: Nueva York revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que Imán: Nueva York se constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del 60.

    Fundación Proa agradece el aporte de obras y documentos provenientes de instituciones públicas y privadas, como así también de coleccionistas y centros de documentación. A los artistas, por el generoso diálogo que permitió reconstruir el camino de la historia, y a Tenaris – Organización Techint por su constante y permanente apoyo.


    El Catálogo
    La publicación Imán: Nueva York recupera la escena de los años 60 vivida por un grupo de artistas argentinos que, en consonancia con el mundo artístico de la época, viajaron, estudiaron y crearon obras en la Gran Manzana. El catálogo, coordinado por el curador Rodrigo Alonso, transita la historia a través de un cuerpo de reproducciones de obras, fotos de época y retratos, en diálogo con un contexto histórico y de pensamiento actual, constituyendo un documento de época y de reflexión sobre la escena artística.

    Los textos teóricos elegidos son: La caída de París, de Harold Rosenberg, que anticipa en 1940 el declive de la capital francesa como centro hegemónico del arte contemporáneo, adquiriendo especial relevancia en el presente por su capacidad de diagnosticar el cambio de escena; Serge Guibault aporta en Éxito: De cómo Nueva York les robó a los parisinos la idea de modernismo los aspectos socio-económicos y políticos que acompañaron el nacimiento de Nueva York como epicentro del arte internacional; y Andrea Giunta, en El “triunfo” de la pintura argentina. Nacionalismo internacionalista en los sesenta, enriquece el catálogo sumando una reflexión sobre el contexto local, poniendo de manifiesto cómo algunas instituciones argentinas contribuyeron al intercambio bilateral.

    Un cuerpo documental recupera los catálogos de las exposiciones de la época y textos de artistas clave: Jorge Romero Brest, Hugo Parpagnoli, Thomas Messer, Basilio Uribe, Luis Felipe Noé y Alejandro Puente, entre otros.

    De la voz y la memoria de los propios artistas, el apartado Entrevistas publica las conversaciones recientes de Rodrigo Alonso con cada uno de los creadores, recuperando los éxitos y fracasos de la época.

    El catálogo de más de 300 páginas cuenta con un importante cuerpo de reproducciones, entre fotografías y obras.

    La publicación Imán: Nueva York se encuentra a la venta en la Librería Proa o telefónicamente, con American Express y MasterCard: librería@proa.org / [54 11] 4104 1005. Consulte por envíos a domicilio.


    Actividades educativas
    El Departamento de Educación diseñó un programa especial para la muestra Imán: Nueva York con la presencia permanente de educadores en las salas de exhibición, visitas guiadas para público en general y actividades destinadas a estudiantes y docentes, con el objetivo de reflexionar sobre los artistas y acontecimientos de la década del 60.

    Todos los días a las 17 horas se realizan visitas guiadas para público en general, y los sábados y domingos se suma una visita a las 15 horas.

    Los Martes de Estudiantes se pone a disposición del público en la Librería Proa material de estudio que permite profundizar sobre los conceptos desarrollados en la muestra. Los textos bibliográficos, catálogos, cartas y documentación son la columna vertebral de la investigación que realizó el curador Rodrigo Alonso para la muestra. La posibilidad de acceder a esta información propone también una reflexión sobre el camino emprendido por la curaduría y el punto de vista que eligió.

    El Programa para Escuelas brinda a estudiantes y profesores una oportunidad para acercarse a la exhibición. Se proponen visitas especialmente diseñadas para los distintos niveles educativos (inicial, primario, secundario, terciario y universitario). También se ofrecen materiales para trabajar antes y después de la visita que permiten articular el trabajo en el aula.

    Consultas: educacion@proa.org / [54-11] 4104 1005

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  • Título: Imán-Nueva York.
    Autor: Ivana Romero
    Fecha: 08/08/2010
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    Esas formas tan personales que tuvo la vanguardia argentina de mezclarse con el mundo. La nota, acá.
     

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  • Título: Un artista y un crítico recorren Proa .
    Autor:
    Fecha: 07/08/2010
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    Ver nota original (La Nación.)

    El artista Leandro Katz y la crítica Ana Longoni inaugurarán hoy el ciclo "Artistas + críticos" para recorrer la exposición "Imán: Nueva York", que se muestra en la Fundación Proa hasta fines de septiembre. Será a las 17, en Avda. Pedro de Mendoza 1929.Katz contará su experiencia en la Gran Manzana, donde vivió durante más de tres décadas. El ciclo continuará los próximos sábados con Eduardo Costa, Alejandro Puente y Luis Felipe Noé.

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  • Título: Share | Artistas + Criticos: Leandro Katz Fundación PROA .
    Autor:
    Fecha: 06/08/2010
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    Ver nota original (Arte en la Red)

    El sábado 7 de agosto está dedicado a un encuentro con el artista Leandro Katz en las salas de Imán: Nueva York junto a la investigadora Ana Longoni. En el Auditorio, se pueden ver desde las 15 hs. sus films Splits (1978) y The visit (1986). A las 18.30 hs., Katz presenta las películas y dialoga con el público sobre la escena artística de Nueva York, ciudad donde vivió por más de tres décadas.

    Programa
    15.00 hs. Splits (1978) / The visit (1986)
    16.00 hs. Splits (1978) / The visit (1986)
    17.00 hs. Artistas + Críticos: Leandro Katz y Ana Longoni recorren la exhibición Imán: Nueva York.
    18.30 hs. Proyección de Splits (1978) / The visit (1986) y diálogo con Leandro Katz

    Artistas + Críticos es un programa que se consolida exhibición tras exhibición. Los artistas de Imán: Nueva York recorren la muestra junto al público y un destacado especialista. En esta ocasión, Leandro Katz, acompañado por Ana Longoni, podrá reflexionar sobre sus largos años de vida en la Gran Manzana, donde desarrolló la mayor parte de su amplia trayectoria como artista y docente en importantes universidades estadounidenses. Sus experiencias alternativas, las performance, su relación con la cultura oriental y su paso por el arte conceptual nos brindan un panorama de los momentos más destacados de su carrera.

    Imán, Sala 3

    Luego de la visita, y con el objetivo de profundizar sobre la trayectoria artística de Katz, el Auditorio Proa programa la proyección de sus obras cinematográficas Splits (La Ruptura), 1978 y The visit (La visita), 1986. Al terminar la función, el artista mantendrá un nuevo encuentro con el público.

    Paralelamente, Katz exhibe en la Librería Proa el Proyecto para el día que me quieras, una serie de fotografías y un video documental sobre la investigación que realizó en torno a la última imagen del Che Guevara muerto en Bolivia.

    Leandro Katz es artista, escritor y realizador. Conocido por sus películas y sus instalaciones fotográficas, sus obras incluyen proyectos de largo término que abordan temas latinoamericanos y que incorporan la investigación histórica, la antropología y las artes visuales. Leandro Katz ha publicado veintitrés libros de prosa, poesía y de artista (incluyendo su novela de culto Es Una Ola, Che/Loro, Soli-dari-dad, Che Guevara en Bolivia, Una Cronología), S(h)elf Portrait, y sus más recientes Historia Natural, y Los Fantasmas de Ñancahuazú (2010). Ha realizado catorce películas no-narrativas y documentales, y tres películas narrativas (entre ellas La Escisión, La Visita y El Espejo Sobre La Luna). Paradox ha sido incluida en Encuentros del Otro Cine, Ecuador, en la Viennale 2002, Austria, en Argos 2003, Bélgica, y en la exhibición “Techstos y Photos” en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, 2003. El Día Que Me Quieras recibió un Premio Coral en el Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, un premio al mejor documental en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, Chile, y una mención honoraria en el Festival Internacional del Cortometraje, Irán, entre otros. Sus muestras recientes incluyen “Encuentros de Pamplona 72: fin de fiesta del arte experimental”, en el Museo Reina Sofía, Madrid; “Historia Natural”, Enrique Faría Fine Art, Nueva York , y la participación en “10000 Vidas”, Bienal de Gwangju, Corea, 2010. Por sus trabajos, ha recibido becas de la Fundación Guggenheim, el Fondo Nacional de las Artes en Estados Unidos, el Consejo de las Artes de Nueva York, la Jerome Foundation, la Rockefeller Foundation, y el Fondo Hubert Bals, Holanda, entre otras instituciones. Dictó clases en School of Visual Arts, Nueva York, ha sido miembro del Semiotics Program de Brown University, Rhode Island, y profesor de Producción y Teoría del Cine en la Escuela de Arte y Comunicación de William Paterson University, Nueva Jersey. Desde 2005 reside en Buenos Aires.

    Ana Longoni es escritora, investigadora del CONICET y profesora de Teoría de los Medios y la Cultura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Doctora en Artes (UBA), dicta seminarios de posgrado en la UBA y el PEI-MACBA (Barcelona) relativos a los cruces entre arte y política en Argentina y América Latina. Dirige el grupo de investigación “¿La cultura como resistencia?: lecturas desde la transición de producciones culturales y artísticas durante la última dictadura argentina”. Es parte de la Red Conceptualismos del Sur desde su fundación en 2007. Ha publicado individualmente o en colaboración los libros De los poetas malditos al video-clip (Buenos Aires, Cántaro, 1998), Del Di Tella a Tucumán Arde (Buenos Aires), El cielo por asalto (2000; reedición: Eudeba, 2008), el estudio preliminar al libro de Oscar Masotta, Revolución en el arte (Buenos Aires, Edhasa, 2004), uno de los capítulos de la antología editada por I. Katzenstein, Listen, Here, Now! Argentine Art of the sixties: Writings of the Avant-Garde (Nueva York, MoMA, 2004), Traiciones. La figura del traidor en los relatos acerca de los sobrevivientes de la represión (Buenos Aires, Norma, 2007), y los volúmenes colectivos El Siluetazo (Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2008) y Conceptualismos del Sur/Sul (São Paulo, Annablume, 2009). Su obra de teatro La Chira se estrenó en 2004, dirigida por Ana Alvarado, y fue incluida en la antología compilada por Jorge Dubatti, Nuevo teatro argentino: dramaturgia(s), La Habana, La Honda, 2007. Otra obra de su autoría, Arboles, fue estrenada en Buenos Aires bajo su dirección en 2006. Integra el comité editor de las revistas Ramona, Ojos Crueles y Des-bordes.

    Sobre la exposición Imán: Nueva York

    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929
    La Boca, Caminito
    [C1169AAD] Buenos Aires
    Argentina
    T [54.11] 4104.1000

    Más información: www.proa.org/esp/

    Fuente: Prensa PROA

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  • Título: ARTISTAS + CRITICOS: LEANDRO KATZ.
    Autor:
    Fecha: 06/08/2010
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    Ver nota original (Dark Side.)

    La escena artística de Nueva York en los 60 según la mirada de los artistas argentinos que vivieron y trabajaron en esa ciudad
    Sábado 7 de agosto
    Leandro Katz inaugura el ciclo de Artistas + Críticos, una cita semanal con el público para recorrer la exhibición Imán: Nueva York junto a sus protagonistas.
    Este sábado, dedicado a Leandro Katz, el artista revivirá su paso por la Gran Manzana, donde vivió por más de tres décadas y desarrolló la mayor parte de su amplia carrera.
    Durante toda la tarde el Auditorio proyectará sus films Splits (1978) y The visit (1986). En la última función, el artista volverá a encontrarse con el público para profundizar sobre su obra.
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    17 hs.
    Artistas + Críticos: Leandro Katz y Ana Longoni recorren la exhibición Imán: Nueva York

    18.30 hs.
    Proyección de los films Splits (1978, 30') / The visit (1986, 30') y diálogo con Leandro Katz
    A las 15 y a las 16 hs. se proyectan en el Auditorio los films Splits (1978, 30') / The visit (1986, 30')

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    PROXIMOS SABADOS DE ARTISTAS

    Sábado 14
    Eduardo Costa
    Sábado 21
    Alejandro Puente

    Sábado 28
    Luis Felipe Noé
    Imán: Nueva York
    Hasta el 30 de septiembre


    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929 (y Caminito)
    Buenos Aires. Argentina
    -
    T 4104 1000 / www.proa.org / prensa@proa.org

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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 06/08/2010
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    18.30 hs.
        Proyección de los films Splits (1978, 30') / The visit (1986, 30') y diálogo
    con Leandro Katz
        A las 15 y a las 16 hs. se proyectan en el Auditorio los films Splits
     (1978, 30') / The visit (1986, 30')
    PROXIMOS SABADOS DE ARTISTAS
    Sábado 14
       
    Eduardo Costa
    Sábado 21
       
    Alejandro Puente
    Sábado 28
       
    Luis Felipe Noé
    Imán: Nueva York
    Hasta el 30 de septiembre

    www.proa.org

    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929 (y Caminito)
    Buenos Aires. Argentina
     

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  • Título: Visita guiada a "Imán: Nueva York", en Proa.
    Autor:
    Fecha: 06/08/2010
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    Ver nota original (Revista Ñ.)

    En los 60, Nueva York desplazó a París como meca del arte. Hubo políticas activas hacia América Latina. Y aumentaron los vínculos con artistas argentinos. Visita guiada en video a la muestra, comentada por su curador, Rodrigo Alonso.

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  • Título: Imán NY
    Autor:
    Fecha: 04/08/2010
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    Ver nota original (Revista G7)

    Fundación Proa presenta “Imán: Nueva York”, una exhibición curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época.

    Imán: Nueva York revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte tecnológico y conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos. En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta de que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que Imán: Nueva York se constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del 60.



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  • Título: Memoria del diálogo artístico con USA.
    Autor:
    Fecha: 02/08/2010
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    Ver nota original (Culturar)

    La Fundación Proa presenta obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual: Imán: Nueva York. Curada por Rodrigo Alonso hasta el 30 de septiembre.

    Proa presenta una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas vista a través de la obra de acrílico tallado de 1969 de Rogelio Polesello.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte tecnológico y conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    Colección privada, Buenos Aires. Cortesía de Fundación Proa
    Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos. En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta de que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que Imán: Nueva York se constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del 60.

    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

    Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York.

    Imán: Nueva York revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.
    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.
    Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos.

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que Imán: Nueva York se  constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del 60.
    Fundación Proa agradece el aporte de obras y documentos provenientes de instituciones públicas y privadas, como así también de coleccionistas y centros de documentación. A los artistas, por el generoso diálogo que permitió reconstruir el camino de la historia, y a Tenaris – Organización Techint por su constante y permanente apoyo.
     
    El Catálogo
    La publicación Imán: Nueva York recupera la escena de los años 60 vivida por un grupo de artistas argentinos que, en consonancia con el mundo artístico de la época, viajaron, estudiaron y crearon obras en la Gran Manzana. El catálogo, coordinado por el curador Rodrigo Alonso, transita la historia a través de un cuerpo de reproducciones de obras, fotos de época y retratos, en diálogo con un contexto histórico y de pensamiento actual, constituyendo un documento de época y de reflexión sobre la escena artística.

    Los textos teóricos elegidos son: La caída de París, de Harold Rosenberg, que anticipa en 1940 el declive de la capital francesa como centro hegemónico del arte contemporáneo, adquiriendo especial relevancia en el presente por su capacidad de diagnosticar el cambio de escena; Serge Guibault aporta en Éxito: De cómo Nueva York les robó a los parisinos la idea de modernismo los aspectos socio-económicos y políticos que acompañaron el nacimiento de Nueva York como epicentro del arte internacional; y Andrea Giunta, en El “triunfo” de la pintura argentina. Nacionalismo internacionalista en los sesenta, enriquece el catálogo sumando una reflexión sobre el contexto local, poniendo de manifiesto cómo algunas instituciones argentinas contribuyeron al intercambio bilateral.

    Un cuerpo documental recupera los catálogos de las exposiciones de la época y textos de artistas clave: Jorge Romero Brest, Hugo Parpagnoli, Thomas Messer, Basilio Uribe, Luis Felipe Noé y Alejandro Puente, entre otros.

    De la voz y la memoria de los propios artistas, el apartado Entrevistas publica las conversaciones recientes de Rodrigo Alonso con cada uno de los creadores, recuperando los éxitos y fracasos de la época.
    El catálogo de más de 300 páginas cuenta con un importante cuerpo de reproducciones, entre fotografías y obras.

    La publicación Imán: Nueva York se encuentra a la venta en la Librería Proa o telefónicamente, con American Express y MasterCard: librería@proa.org / [54 11] 4104 1005. Consulte por envíos a domicilio.
     
    Actividades educativas
    El Departamento de Educación diseñó un programa especial para la muestra Imán: Nueva York con la presencia permanente de educadores en las salas de exhibición, visitas guiadas para público en general y actividades destinadas a estudiantes y docentes, con el objetivo de reflexionar sobre los artistas y acontecimientos de la década del 60.
    Todos los días a las 17 horas se realizan visitas guiadas para público en general, y los sábados y domingos se suma una visita a las 15 horas.
    Los Martes de Estudiantes se pone a disposición del público en la Librería Proa material de estudio que permite profundizar sobre los conceptos desarrollados en la muestra. Los textos bibliográficos, catálogos, cartas y documentación son la columna vertebral de la investigación que realizó el curador Rodrigo Alonso para la muestra. La posibilidad de acceder a esta información propone también una reflexión sobre el camino emprendido por la curaduría y el punto de vista que eligió.
    El Programa para Escuelas brinda a estudiantes y profesores una oportunidad para acercarse a la exhibición. Se proponen visitas especialmente diseñadas para los distintos niveles educativos (inicial, primario, secundario, terciario y universitario). También se ofrecen materiales para trabajar antes y después de la visita que permiten articular el trabajo en el aula.
    Consultas: educacion@proa.org / [54-11] 4104 1005

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  • Título: Minujín, Nueva York y el arte argentino.
    Autor: Andrés Bacigalupo
    Fecha: 01/08/2010
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    En los ´80 le pagó “la deuda externa” a Andy Warhol con granos de choclo y acaso esa metáfora sea la más brillante de una serie de intercambios artísticos entre EE.UU y Argentina. Hasta septiembre, en Fundación Proa, hay mucho para ver en ese sentido.

    “Llevé todos los choclos, hice una montaña, pusimos dos sillas y nos sacamos diez fotos. Yo agarraba el choclo, él subía, yo se lo ofrecía y él lo aceptaba. Así la deuda externa quedaba paga. Pensando que yo era la reina del pop por estos lados y él, el rey del pop por allá, tenía sentido que saldáramos la deuda. Después regalamos los choclos firmados a la gente. Esa fue la última vez que lo vi”.
    Marta Minujín evoca así su efímera e intensa relación con Andy Warhol. La anécdota, aunque ya muy conocida, reedita su valor por estos días a propósito de una muestra de la Fundación Proa sobre lo que significó la meca neoyorquina y los artistas argentinos.
    En esa relación, la figura de Minujín sobresale inevitablemente pero es interesante ampliar el panorama y descubrir lo que Nueva York hizo -o deshizo- con las aspiraciones y concreciones de un heterogéneo grupo de artistas.

    Aunque no se puede generalizar, las décadas del ´60 y ´70 significaron un cambio de “meta” para muchos nacientes artistas argentinos. París no dejó de perder encanto pero Nueva York comenzó a resultar muy prometedora.
    La muestra de Proa rescata esta situación no sólo destacando a quienes lograron “insertarse” en la Gran Manzana. También rastrea la influencia de la gran ciudad norteamericana sobre el trabajo de los artistas.
    En un período dónde la abstracción geométrica y lo conceptual ganaron terreno, la exposición registra las exploraciones artísticas que se hicieron: desde las posibilidades del collage y los efectos deformantes de los espejos hasta la sintonía con el cómic o el graffiti.
    Además de Minujín, la exhibición presenta obras de Eduardo Costa, Leandro Katz, David Lamelas, Luis Felipe Noé, Rogelio Polesello y Luis Wells, entre otros.

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  • Título: Cuando dejamos de soñar con París y emigramos a Nueva York.
    Autor: Ivana Romero
    Fecha: 01/08/2010
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    Ver nota original (Tiempo Argentino)

    El mecenazgo de los Estados Unidos revolucionó a los artistas argentinos. Imán-NY reúne obras y documentos de esa efervescencia de los ’60. De las obras de Jorge de la Vega a los delirios discursivos de Federico Peralta Ramos. 

    Luis Felipe “Yuyo” Noé era el único artista argentino que había ganado dos veces consecutivas la prestigiosa Beca Guggenheim, en 1965 y 1966. Por eso pudo quedarse un tiempo largo en Nueva York, que por entonces se había convertido en el centro de la escena artística mundial. En 1967, Yuyo compartía taller con otro artista mítico, Jorge de la Vega, y estaba experimentando con materiales duros como plásticos espejados y chapas metálicas. Con ellos armaba instalaciones que, en algunos casos, ocupaban un espacio considerable. Un año después debió mudarse a un lugar más chico. La leyenda dice que entonces arrojó sus obras al Río Hudson. El gesto fue interpretado como la cúspide del arte conceptual (la idea es más importante que el objeto), tan de moda entonces. Sin embargo, él desmitifica el asunto. “La leyenda no es cierta pero tiene sentido. Yo vivía cerca del Río Hudson y tiré las obras, pero no las tiré ‘en’ el Hudson”, le confió a Rodrigo Alonso.

    Esa entrevista forma parte del catálogo de Imán-Nueva York, una exhibición histórica curada por Alonso, que se acaba de inaugurar en la Fundación Proa y se exhibe hasta el 30 de setiembre. Allí se reúne la producción de artistas argentinos durante los ’60 en el marco de intercambios decisivos entre Nueva York y Buenos Aires, al abrigo de las instituciones de mecenazgo que, con su cuantioso aporte económico, reconfiguraron el panorama cultural de la época. Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y la Galería Bonino de Nueva York fueron las instituciones que, desde ambas puntas del continente, lideraron este intercambio. Como señala Alonso, “esta exhibición vuelve sobre los años ’60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte tecnológico y conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos”.
    El nombre de la muestra alude a Magnet: New York, legendaria exposición realizada por la Galería Bonino en Nueva York (que también tenía sedes en Río de Janeiro y Buenos Aires). Allí se reunieron los artistas latinoamericanos que vivían en la ciudad y, en cierto aspecto, Magnet: Nueva York fue la presentación en sociedad de estos muchachos que comenzaban a indagar las nuevas propuestas estéticas tan en boga en la Gran Manzana. Muchos de ellos integran la muestra actual, que reúne obra de Marcelo Bonevardi, Eduardo Costa, Jorge de la Vega, el Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Kenneth Kemble, David Lamelas, Marta Minujin, Rogelio Polesello, Liliana Porter, Carlos Silva y Luis Wells, entre otros. 
    Para entender el contexto de la exposición, es necesario precisar algunos datos históricos. En 1940, Harold Rosenberg publicó La caída de París, donde vaticinó el ocaso de la capital francesa como espacio hegemónico de las vanguardias estéticas desde finales del siglo XIX. De manera paralela, y luego de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se situaron como nuevo centro de poder. Y obviamente ese liderazgo también se extendió al campo cultural. Ya desde los ’50, la sección de artes visuales de la Organización de Estados Americanos (OEA) proclamó reiteradas veces en el Boletín de Artes Visuales de la OEA que el mapa del poder cultural había cambiado y que ahora las ciudades de América (Nueva York, Buenos Aires, Río de Janeiro, Lima, Ciudad de México, San Pablo, Caracas, Washington) eran centros internacionales de arte. Como señala Andrea Giunta en su texto “El triunfo de la pintura argentina. Nacionalismo internacionalista en los sesenta”, la declaración de la OEA tomó fuerza y se materializó en políticas culturales precisas. Escribe Giunta: “Frente a la Revolución Cubana, y ante la amenaza de expansión del comunismo entre las repúblicas latinoamericanas (…) se volvió prioritario mejorar las relaciones de intercambio con los países latinoamericanos. La Alianza para el Progreso, lanzada en el discurso que Kennedy pronunció el 13 de marzo de 1961 (…) fue una forma de respuesta. En sus diez puntos se establecía un programa de asistencia orientado al desarrollo económico, social y cultural y a difundir el conocimiento sobre Latinoamérica en los Estados Unidos. En el plano cultural tales voluntades se tradujeron en programas de intercambio que intensificaron las invitaciones a intelectuales, las traducciones de libros y las exhibiciones de arte.”
    A lo largo de cuatro salas, la muestra registra el modo en que esta situación fue atravesando la escena estética local. Marcelo Bonevardi recibe en 1958 la Beca Guggenheim y llega a Nueva York. Ary Brizzi va de París a la Gran Manzana ese mismo año. Eduardo Costa viaja en 1967. Jorge de la Vega llega como profesor invitado. Y en 1970, se realiza la muestra Information en el Museum of Modern Art (MoMA), una propuesta de arte conceptual que determinó algunos chisporroteos entre artistas fascinados con las nuevas tecnologías de entonces y otros críticos de los discursos que confirmaban a los Estados Unidos como núcleo dominante.
    Por ejemplo, el Grupo Frontera encuentra en la ciudad su consagración y su final. Carlos Espartaco, integrante de ese grupo, resalta la importancia del Instituto Di Tella durante esos años como un centro que aglutinaba a una parte de los artistas contemporáneos. Allí, por ejemplo, Espartaco se conectó con Mercedes Esteves, Adolfo Bronowsky e Inés Gross y juntos armaron Frontera, grupo que se caracterizó por su interés en las teorías de la comunicación de la época, las mismas que ponían en boca de ciertos círculos el nombre de Marshall McLuhan. De hecho, la sigla del grupo era, como explica Espartaco, “ese signo de la comunicación que parece un asterisco”. En esas investigaciones surgió Especta, una serie de filmaciones en vivo donde la gente debía responder preguntas filosas, que pasó por el Di Tella en 1969, llegó a Nueva York, y se reproduce ahora en Imán-Nueva York. “En los Estados Unidos, el minimalismo y el conceptualismo tenían una vigencia plena. El pop había sido superado por los acontecimientos culturales; el ‘hippismo’ tuvo una gran fuerza y Woodstock fue determinante”, recuerda Espartaco. Y agrega en alusión a Frontera: “Nosotros estábamos ahí y empezamos a conocer a esa gente, pero ellos nos decían que éramos cómplices del sistema porque utilizábamos las máquinas. Los hippies pasaban con sus hijos y decían: ‘Es evidente que ustedes son cómplices y esclavos del sistema económico actual’. A los pocos años, muchos de ellos eran yuppies y ejecutivos”. El vértigo de esos cambios eufóricos y complejos se clausuró con la derrota de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam mientras en América Latina comenzaban a extenderse las dictaduras. El sueño había acabado. Dice Espartaco: “Todo fue muy rápido. Yo lo único que experimenté claramente en esa época fue el cambio de vestimenta. Antes me vestía muy formalmente, parecía un abogado; la primera vez que viajé a Nueva York llevaba un chaleco, pero salí con blue jeans.”
    Sin embargo, la influencia de esas experiencias de mecenazgo dejaron su huella en el modo en que los artistas locales concibieron su obra y son esas marcas las que reconstruye Imán: Nueva York. Ahí confluyen desde las estructuras cromáticas de Marcelo Bonevardi a los poemas de Eduardo Costa durante un evento de moda donde se codeó con Andy Warhol. De las aguas del East River teñidas por García Uriburu al espejo cóncavo de Yuyo Noé (este sí se salvó de ser arrojado al río). Una época en que la imaginación aún aspiraba al poder.



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  • Título: Proa a Nueva York.
    Autor: Marina Oybin
    Fecha: 31/07/2010
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    Ver nota original (Revista Ñ)

    Una muestra aborda el momento en que el arte argentino dejó de mirar a París para empezar a mirar a Nueva York.

    Cuando en los años sesenta París dejó de ser una fiesta y Nueva York se iluminó como nuevo centro artístico del mundo, ¿cómo fue la relación de nuestros artistas con esa polis? ¿Qué intensidad tuvo aquel intercambio? Estas cuestiones empiezan a develarse cuando uno recorre Imán: Nueva York, la impecable muestra que puede verse por estos días en Proa.

    Después de la revolución cubana, el link fue intenso: "EE.

    UU. se aproximó mucho más a Latinoamérica ante el temor de que se hiciera comunista. Temían que el resto de América Latina se aliara con Rusia. Plantearon un programa que tomó cuerpo con John F. Kennedy: la "Alianza para el Progreso", que incentivó visitas de intelectuales y artistas latinoamericanos a EE.UU. y promovió la exportación de exposiciones desde EE.UU.", dice a Ñ Rodrigo Alonso, curador de la muestra.

    Con un video, fotos y una serie de afiches y catálogos, la primera sala acerca al contexto institucional que alentó este intercambio.

    Tuvieron un rol vigorizante las becas Guggenheim, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el MAMBA, el MNBA y la Galería Bonino de Nueva York.

    El MoMA trajo muestras a la Argentina. Y el Instituto Di Tella se consolidó como el espacio local que más ayudó a que muchos artistas viajaran a Nueva York, al tiempo que trajo a otros del exterior para que expusieran y a críticos como Clement Greenberg y Giulio Argan para integrar jurados de premios internacionales.

    Siguiendo el recorrido de esta gran muestra histórica, que demandó un detallado trabajo de investigación e incluye una serie de obras que se exhiben por primera vez, la segunda sala reúne trabajos de artistas que viajaron a Nueva York de la mano de las becas Guggenheim. La variedad de estéticas va desde la constructivista, pasando por la abstracción, la neofiguración, el pop, la abstracción geométrica hasta llegar al arte conceptual de Manuel Federico Peralta Ramos. Da cuenta de una de las jugadas de aquel entrañable dandy-enfant terrible, la carta que le escribió a John Simon de la Fundación Guggenheim cuando le reclamaron que devolviera el dinero de la beca.

    El paso por Nueva York dejó huella: las obras expuestas marcan un camino que revela cambios y sorpresas, como una obra de Kenneth Kemble ligada al pop con collage, que contrasta con el informalismo bien matérico más conocido del artista, y una obra más pop con colores saturados de Kazuya Sakai. Jorge de la Vega, que venía trabajando con telas plegadas y collage, se zambulló en el pop a pura planimetría, en cambio, Marta Minujín, que se había ido bien pop al primer mundo, se metió con el arte tecnológico.

    De Felipe Noé se exhibe "Nuestro Señor de cada día", realizada antes de viajar a EE.UU. y, en palabras del artista, en la época de su despedida al catolicismo. De su paso por Nueva York, cuando desata investigaciones visuales con chapa, hay una perlita poco conocida: "Espejo plano cóncavo".

    Hay también obras de Marcelo Bonevardi (el primero en viajar a Nueva York, en 1958), María Martorell, César Paternosto, y de artistas que no regresaron al país como Sarah Grilo, José Antonio Fernández Muro y Osvaldo Romberg, que saltó del grabado tradicional al tridimensional, con sus serigrafías sobre acrílico.

    En otra sala se reconstruye el espíritu de la muestra Más allá de la geometría, organizada por el Instituto Di Tella, en conmemoración de sus diez años, en el Centro de Relaciones Interamericanas de Nueva York. La exhibición se proponía "una contribución de los artistas argentinos a la extensión del lenguaje artístico de nuestro tiempo". Romero Brest, claro, estuvo al frente de la selección. "Eran los artistas que consideraban que la Argentina podía dar como originales al mundo", cuenta Alonso.

    Hay obras de la mayoría de los que expusieron aquella vez: Eduardo Mac Entyre, Ary Brizzi, Carlos Silva, Rogelio Polesello, Miguel Angel Vidal, Gabriel Messil, Alejandro Puente, Eduardo Rodríguez, César Paternosto y David Lamelas.

    Por último, se recrea parte de Information, una muestra de arte internacional conceptualista organizada en 1970 nada menos que por el MoMA, donde siete artistas argentinos expusieron con nombres como Joseph Kosuth, Dennis Oppenheim, Dan Graham, la crème del conceptualismo. Se incluye un video sobre Information, y registros fotográficos de "The Fashion Show Poetry Event" (un encuentro de poesía y moda en el que participaron Andy Warhol y Juan Stoppani). De Leandro Katz, está el trabajo conceptual sobre nuestra letra Ñ, que el artista realizó mientras vivía en Nueva York y que pone el foco en la cuestión de la identidad. Uno se encuentra también con dos propuestas que sería una pena perderse: un exquisito simulacro de sombras proyectadas de Liliana Porter, y una recreación de "Especta" del colectivo Frontera, una de las obras más comentadas en aquella exposición de los setenta, en la que el público puede sumarse a participar como en su versión original.

    "Si bien para los artistas viajar a Nueva York fue muy importante, también muchos tuvieron problemas para integrarse: la cultura norteamericana es muy nacionalista, y justo en este momento era el auge del arte americano", cuenta Alonso.

    Lejos de la americanización de nuestros artistas, hubo, sí, sintonía, aprendizaje, intercambio.

    Procesos creativos que ya habían comenzado y continuaron o se potenciaron lejos de nuestras pampas, con intensa adrenalina.

    Alejandro Puente ya venía trabajando con sus estructuras modulares antes de su viaje. "Sol LeWitt se sorprendió: de inmediato, me integró al minimalismo y al conceptualismo", recuerda el artista.

    Nicolás García Uriburu estaba en París, cuando Pierre Restany lo invitó a participar en una muestra en la galería Bonino de Nueva York: allí fue a colorear el East River. En 1964, Felipe Noé pisó por primera vez la ciudad: hizo una serie de instalaciones. El artista cuenta que la estadía lo ayudó a profundizar un proceso iniciado en la Argentina. Y Eduardo Costa desplegó sus sutiles "Tape Poems", poemas creados para ser escuchados en cinta de audio, a partir de una idea surgida aquí.

    Con una nueva mirada sobre los sesenta, la muestra es un completo recorrido que va desde los primeros artistas que pisaron Nueva York, bien recibidos por la galería Bonino, propiedad de un marchant argentino, hasta los que llegaron a exponer en el MOMA.

    Una década y obras que ejercen atracción magnética.

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  • Título: REENCUENTROS EN LA BOCA.
    Autor:
    Fecha: 31/07/2010
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    Ver nota original (La Nación)

    La inauguración de la muestra Imán: Nueva York, curada por Rodrigo Alonso -que se exhibe en Proa desde el sábado pasado- fue concurridísima. Los asistentes destacaron la notoria influencia del pop en el arte argentino de fines de los sesenta. La apertura también fue ocasión para los reencuentros. Juan Stoppani se acercó a Yuyo Noé para saludarlo, ya que hacía muchos años que no se veían. A Marta Minujín se la oyó decir: "Estoy agotada de ver y saludar a tanta gente". Nicolás García Uriburu sugirió que la muestra debería exponerse en Nueva York. Entre el público se vio a Patricia Peralta Ramos, Alan Pauls, Martín Rejtman, Luisa Valenzuela, Claudio Larrea y el galerista español Guillermo de Osma. Enrique Oteiza, director del mítico Instituto Di Tella durante aquellos años, fue uno de los más requeridos para conversar por las jóvenes curadoras que se encontraban en el museo de La Boca. A las tres de la tarde, el restaurante de Proa ardía: mucha animación y conversaciones de mesa en mesa (era imposible conseguir una), a las que se iban sumando los visitantes que eligieron hacer doblete y quedarse a la proyección de la película de Cozarinsky, como Jorge Silvetti. Excelente anfitriona, Adriana Rosenberg, lucía exultante.

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  • Título: Para ser un hombre más.
    Autor: Eduardo Iglesias Brickles
    Fecha: 30/07/2010
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    Ver nota original ( Testigo ocular)

    Tengo en la mano unos textos de Romero Brest y Parpagnoli, que me dieron en la Fundación Proa, cuando fui a ver la muestra de esos artistas, que en 1960, estaban desesperados por ir a Nueva York.
    Fueron escritos hace cuarenta y cinco años, y eso, de alguna manera, los disculpa. Al mirarlos por arriba los presiento plagados de optimismo y darwinismo positivista.
    Veo palabras como “provincialismo” y “universalismo” y ya imagino de que cosa están hablando.
    En algún momento creí que los leería con fervor militante, para después refutar una a una sus construcciones pierrestaninianas y sus encogidas excusas.
    Pero no hay caso, siento una especie de nada en el estómago, y la impresión de que la vida fluye fuera de aquellas argucias, me lleva hacia otras urgencias.

    Voy al equipo y pongo un CD de Tránsito Cocomarola.
    Y no estaría mal levantar el teléfono y pedir una fugazzeta personal.
    ¿Hay vino? Sí, hay vino.
    Mientras espero que el delivery haga sonar el timbre, voy cortando unas cartulinas para hacer unos bocetos. A la primera la fondeo con bermellón, la otra en amarillo y la tercera en azul cobalto.

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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 30/07/2010
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    Ver nota original (Dokumenta.)

    Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos. A partir del 24 de julio y hasta el 30 de setiembre, Fundación Proa presenta Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales.

     

    Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

    A partir del 24 de julio y hasta el 30 de setiembre, Fundación Proa presenta Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales.

     

    Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”. Imán: Nueva York revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio.

    Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos. Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos. Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, de la Vega, José Antonio Fernández Muro,Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, SarahGrilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, DavidLamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre,María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín,Honorio Morales, Luis Felipe Noé, CésarPaternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente,Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, KazuyaSakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, OsvaldoRomberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    Un intenso programa de actividades paralelascon la presencia de los artistas y críticos,y la edición de un valioso catálogo hacenque Imán: Nueva York se constituya en unamuestra histórica por su valor reflexivo y sucontribución al debate internacional sobrela década del 60.Fundación Proa agradece el aporte de obrasy documentos provenientes de institucionespúblicas y privadas, como así también decoleccionistas y centros de documentación.A los artistas, por el generoso diálogo quepermitió reconstruir el camino de la historia,y a Tenaris – Organización Techint por suconstante y permanente apoyo.

    Fundación Proa. Av Pedro de Mendoza 1929 (y Caminito), Buenos Aires
    info@proa.org / [54 11] 4104 1000
    Inauguración: 24 de julio de 2010, 13 hs.
    Martes a domingo de 11 a 19 hs. / Lunes cerrado
    Con el auspicio de TENARIS - ORGANIZACION TECHINT



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  • Título: Arte - Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 30/07/2010
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    Ver nota original (What`s up Buenos Aires)

    sáb 24 jul / 13:00
    Fundacion Proa / Pedro de Mendoza 1929

     

    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino. La producción artística del años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la cuidad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa - cuna de las vanguardias históricas - y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

    Hasta el 30 de septiembre, Fundación Proa presenta Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York.



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  • Título: Revisitando los sesenta.
    Autor: Cristina Civale
    Fecha: 29/07/2010
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    Ver nota original (El Argentino)

    Acaba de inaugurarse en la Fundación Proa, Imán: New York, una muestra curada por Rodrigo Alonso que desde hace años viene estudiando a los artistas visuales que crearon en su juventud –en plenos 60- en Buenos Aires, ésos que lograron mostrarlo en New York por la legitimidad de su talento, no por cuota de artista latino o argentino. Cada uno de ellos, hizo un camino propio que le dio un lugar particular en la escena visual newyorkina.

    “Imán” alude a Magnet: New York, la muestra que hizo leyenda en 1964 y que se realizó en la Galería Bonino de la Gran Manzana.

    Alonso propone una mirada que va más allá de lo que la historia cuela de esa década: la vivencia del arte performático, más concretamente el happening, como único suceso de ruptura a destacar de esos años gloriosos. La lectura que sugiere Alonso invita a mirar desde otro lugar y observar la importancia de las instituciones –el Instituto Di Tella, el MoMa de New York, la Bienal Americana y la Beca Guggenheim- en el camino de los artistas argentinos a New York. Esta perspectiva novedosa nos lleva a un viaje que recorre el abstraccionismo lírico pasando por el geométrico y que luego desembarca en el arte tecnológico y conceptual.

    La muestra inaugurada el sábado contó con la presencia de varios de los 32 artistas invitados, la mayoría pasando sus lúcidos 70. Entre ellos se vio conmovidos y joviales a Nicolás García Uriburu, con la misma expresión con la que posa con Andy Warhol en La Fábrica en una de las fotos del catálogo;  pero ahora lo vemos con su melena más raída y totalmente blanca. Su pinturas que pintan verde tanto un pene como el Río Hudson son las elegidas para narrar el impacto de New York sobre su pintura y sobre su concepción del mundo. García Uriburu fue el primer artista visual que puso en su ojo una mirada ecológica y aún hoy esos verdes fulminantes en zonas estratégicas del cuerpo o de la ciudad mantienen su impacto.

    También fue de la partida, la estupenda Marta Minujín que, tras sus eternas gafas de sol Rayban, escudaba un video en el que ella misma narra sus aventuras en New York y cómo las trasladó a Buenos Aires, concretamente al Instituto Di Tella, al que literalmente revolucionó con su histórica Menesunda a la cual, por primera vez, el público asistió en masa haciendo colas de más de ocho cuadras y muchas horas. Todos querían ser parte de ese evento de arte efímero e interactuar con él. Paradójicamente lo más pionero fue lo más popular y también lo más mediático.

    El diseñador Eduardo Costa se paseaba con su copa de malbec entre los invitados, contestando preguntas sobre su obra, especialmente sus joyas de diseño que hicieron furor en New York y que fueron fotografiadas por Richard Avedon para la revista Vogue, colgadas en el cuerpo de la bellísima Marisa Berenson.

    En el muro dedicado a la Beca Guggenheim –más bien a los 8 artistas que durante los 60 la ganaron y fueron raudos a New York- se destaca la frescura de la carta escrita por Federico Peralta Ramos a los directivos de la fundación. Allí explica cómo la usó: con el adelanto invitó a 25 amigos a una cena en el Alvear y luego a bailar a la disco Afrika, con el resto se compró tres trajes y como la beca le había sido otorgada en pintura, cuenta que “realizó diversas acciones en ese sentido” que consistieron en comprarle un cuadro de Josefina Robirosa a su madre, uno de Riera a su padre y otro para él. Y con eso liquida el dinero de la beca. Se convirtió en muy famoso su comentario que cabalgaba entre la realidad y el mito: “Leonardo pintó una cena, yo la hice”. Esta carta, lo deja todo muy claro y derrumba la versión mítica.

    Las acciones visuales del Grupo Frontera por el cual, cámara en mano, se salía a la calle y se atropellaba a los transeúntes con 65 preguntas a boca de jarro (¿Se considera una persona convencional?, ¿Para qué se viste?, ¿Cómo se siente?) se reproducen ahora en un rincón de una de las salas de la muestra a través de un grupo de jóvenes que interrumpen el recorrido de los visitantes y realizan las mismas preguntas que cincuenta años atrás. Las respuestas actuales se reproducen en un muro con dos televisores en la sala contigua y se unen a la parte conceptual de la muestra.

    Allí también se plantan las obras de Alejandro Puente –estructuras en madera-, totalmente reconstruidas para la ocasión ya que las originales se perdieron, y las de José Antonio Fernández, una serie de figuras en acero que giran como pequeñas astas de un remolino, por la pulsión del mismo aire sin que ningún motor las impulse. Ambos también asistieron a la inauguración y formaron parte de esa generación que dijo presente en Proa esa tarde de sábado soleado y frío. Un grupo de señores y señoras mayores que se mostraron conmovidos por lo que Alonso diseñó como una relectura necesaria y novedosa de una época y ellos tomaron como homenaje merecido.

    No fue necesaria la presencia de Rogelio Polesello para que el muro dedicado a su obra fuese admirado por los primeros visitantes, por la vigencia y vanguardia de su mirada; lo mismo sucedió con la sala dedicada a David Lamelas, donde un grueso haz de luz es todo lo que hay que ver o palpitar: para meterse dentro y sentirse especial o mirarlo con la fascinación que produce su perfecta simpleza.

    Así como la muestra, en su recorrido, respeta las transiciones del arte –lo ya apuntado de la abstracción al conceptualismo- a la vez propone una subtrama: la de los artistas que se fueron y volvieron y la de los artistas que se marcharon para no volver. Y curiosamente podría sintetizarse esa actitud en dos mujeres que marcaron aquella época pero que todavía tienen mucho para decir. De este lado de la frontera, Marta Minujín; más allá de ella, Liliana Porter. Dos potencias femeninas que irrumpieron en los locos 60, modificaron la visión del arte para siempre, y hoy –mujeres mayores, con familias y larga trayectoria- siguen creando, sorprendiendo, rompiendo muros y cotizando. Sin querer, Alonso nos ofrece una clave en femenino para recorrer esta muestra magnética que les hace decir a estos ilustres mayores creadores “quién nos quita lo bailado”. *

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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 28/07/2010
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    Una exposición colectiva que revisa la influencia de esta ciudad durante los sesenta.

     

     

     Durante los años sesenta, toda la producción artística miraba a la floreciente ciudad de Nueva York. Centro indiscutible de la cultura durante casi toda la  segunda mitad del siglo XX, esta ciudad atrajo a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa –hasta entonces cuna de las vanguardias históricas– y encontraron en Nueva York el lugar ideal para el cambio y la experimentación.

    La exposición Imán: Nueva York, presentada por La Fundación Proa del 24 al 30 de septiembre, reúne la producción de artistas argentinos que trasladaron su práctica a Nueva York. Curada por Rodrigo Alonso, la muestra reconstruye un período de intercambios decisivos para el imaginario de la época, cuando muchos artistas viajaron a Nueva York mientras que la ciudad de Buenos Aires, por su parte también recibía un importante número de artistas y curadores. El título de la muestra alude a la legendaria exposición realizada en Nueva York en 1964 en la Galería Bonino, Magnet: New York.

    Imán: Nueva York, es una revisión de los proyectos realizados en Buenos Aires que alcanzaron una presencia internacional importante mostrando un panorama de reflexión sobre el rol de las instituciones gestoras y productoras de arte contemporáneo: las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York, entre algunas otras.

    Fundación PROA

     

    Av. Pedro de Mendoza 1929

     

    La Boca, Caminito [C1169AAD]

     

    Buenos Aires, Argentina



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  • Título: El poder de las instituciones.
    Autor: Eduardo Iglesias Brickles
    Fecha: 28/07/2010
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    La Fundación proa ha puesto en el tapete el tema de Nueva York y su relación con el arte argentino en los años sesenta, o por lo menos sobre una parte de él. Debe ser la primera vez que se trata ese tópico de manera tan sincera y tan directa.
    “Los sesenta” son una década mítica en la historia corta del arte argentino, y desde hace unos treinta años que se viene reflexionando acerca de ese fenómeno de la modernidad, tan ligado a las ideas desarrollistas, en boga en la época.
    Está claro que allí, en ese momento, hubo una ruptura, una vuelta de página. Un antes y un después en el arte de nuestro país.
    Y aquello coincidió con que París dejó de ser la capital del arte, y el cetro pasó a Nueva York.
    Hablar de la atracción que tienen esas ciudades, para todos los artistas del mundo, es equivalente a medir la influencia de esos focos en el mundo del arte.

    Desde mediados del siglo XIX, los artistas argentinos tuvieron como meta estudiar en Europa, que en esa época era decir Italia. Para ello el Estado dispuso becas y subsidios, que permitieron que Schiaffino, Sívori y De la Cárcova entre otros, estudiaran con maestros italianos.
    Ya en el novecientos, las siguientes generaciones, la de los primeros modernos, focalizaron sus anhelos en París y más precisamente en los estudios de pintores poscubistas como André Lotthe y Othon Friesz. Y en esta camada encontramos a Spilimbergo, Berni y Forner, que saltaron a la palestra después de la primera ruptura protagonizada por Petorutti.
    Después de ellos, hubo una segunda generación de vanguardistas, que tenía veinte años cuando se declaró la II Guerra Mundial, que estudió en el país con Spilimbergo, Emilio Centurión y Soldi. La tercera generación, que es la de la década del sesenta, es la que emerge después de la caída del peronismo, que nace con la imperiosa necesidad de saber lo que pasa en el mundo y produce un corte notable con el arte anterior.

    La exposición “Imán: Nueva York” comienza con tres gigantografías que, según el curador Rodrigo Alonso, representan a las instituciones que motorizaron el cambio en las artes plásticas, a saber: el Instituto Di Tella, el Museo de Bellas Artes dirigido por Jorge Romero Brest y la Bienal de Arte promovida por Industrias Kaiser Argentina.
    Pero hay una institución más, que está representada en la primera sala, donde están colgados los ganadores de la Beca Guggenheim, patrocinada por la Fundación del país del norte.
    Poner de relieve el poder que tienen las instituciones para darle forma orgánica a las corrientes estéticas del arte, es el primer mérito de este evento patrocinado por la Fundación Proa.

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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 28/07/2010
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    Ver nota original (Moda Fusión Arte)

    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

    A partir del 24 de julio y hasta el 30 de septiembre, Fundación Proa presenta Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    La muestra revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Moda FusiónARTE estuvo presente en la inauguración, en la que varios de los artistas expuestos recordaron agradablemente aquellos años, comentaron anécdotas y expresaron su alegría y agradecimiento por el rescate de obras que hasta ellos mismos tenían archivadas ya en su memoria.

    Todos los días se realizan visitas guiadas para público en general a las 17 hs (sumándose una más a las 15 hs los sábados y domingos). Durante todos los sábados de agosto se llevará a cabo el ciclo Artistas + Críticos en el que un destacado especialista realiza la visita guiada de las 17 hs junto a uno de los artistas de la exhibición (para consultar el cronograma: www.proa.org)



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  • Título: Cuando el arte argentino mordió a la Gran Manzana
    Autor:
    Fecha: 28/07/2010
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    “Imán: Nueva York” muestra cómo viajar a esa ciudad cambió a los plásticos locales en la década del 60.

    Cuenta Luis Felipe Noé que cuando a principios de los ’60 viajó a París para ver lo que estaba pasando en la capital mundial del arte, todos los artistas hablaban de lo que pasaba en Nueva York. Imán: Nueva York, se llama la muestra que se está exhibiendo en Proa, justamente porque expone el momento en que los artistas argentinos empezaron a viajar a la Gran Manzana.

    La muestra abarca desde un viaje pionero, de Marcelo Bonevardi en 1958, hasta la muestra Information que se hizo en el Museo de Arte Moderno de NY en 1970, con la presencia de varios argentinos entre pares norteamericanos o europeos. En términos generales, son los años en los que la plástica pasa de una abstracción expresiva a otra más geométrica y luego salta a los soportes tecnológicos y a la desmaterialización conceptual.
    Rodrigo Alonso, curador de la puesta, hace hincapié en la cuestión política para explicar este cambio de destino en el viaje de los artistas: luego de la revolución cubana, en el ’59, el gobierno norteamericano modificó su política hacia América latina. En el campo cultural, esto se tradujo en programas de acercamiento: se promovió la visita a nuestro país de reconocidos curadores y críticos que alentaron y apoyaron a los argentinos en su deseo de viajar. Se contaba, además, con el financiamiento de entidades como la Fundación Guggenheim. Y en el ámbito local, el Instituto Di Tella, las Bienales Ika, y la actividad de Museo de Arte Moderno, vía premios y contactos, impulsaron ese diálogo.
    “Los ‘60 y los intercambios con Nueva York fueron fundamentales para comprender que el mundo del arte no lo hacen los artistas. Es un mundo que se construye institucionalmente”, señala Alonso.

    En las cuatro salas de la muestra puede verse obra de Eduardo Costa, Leandro Katz, David Lamelas, Marta Minujín, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Juan Stoppani y Luis Wells, entre otros.

    Se hicieron varias reconstrucciones, como la obra Especta, para seis televisores, del Grupo Frontera, una de las primeras experiencias en el uso del video. O Sombras, de Liliana Porter, donde unas siluetas muy tenues pintadas en un muro dialogan con las sombras de los asistentes. Alonso resalta que durante esos años el arte norteamericano estaba en alza, y era claramente nacionalista. “Los argentinos iban a ver lo que estaba sucediendo, más que a producir. No se integraban. La ciudad, además, les resultaba un poco violenta. Y en el mejor de los casos exponían en galerías para latinos, no en las galerías más importantes”. Y recuerda algo que le dijo Nicolás García Uriburu: “Yo quería conocer a Andy Warhol, pero a Andy Warhol no le interesaba conocer a ningún argentino”.

    En todo caso, si el arte argentino no conquistó Nueva York, la estadía de los artistas en esa ciudad produjo cambios significativos en sus obras. Y el registro de esos cambios es uno de los objetivos principales de esta muestra. Luis Felipe Noé empieza a explorar las posibilidades de los espejos deformantes; Jorge de la Vega, antes volcado a los collages y a las telas pegadas, comienza a desarrollar sus imágenes fluidas con reminiscencias de cómic y Sarah Grilo incorpora rasgos del graffiti.

    “Algunos entraron en colecciones importantes, tuvieron su lugar. Hoy, comparativamente, el arte argentino no tiene presencia internacional, porque ya no existen esas instituciones que promovían el diálogo. Ahora no hay ninguna vinculación con nada”, cierra Alonso.

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  • Título: Falleció María Martorell, la artista salteña, pionera de la pintura abstracta.
    Autor:
    Fecha: 27/07/2010
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    Ver nota original (Cartón Pintado.)

    Adiós a la artista María Martorell
    A los 101 años, y tras permanecer internada desde hacía dos semanas en una clínica de la capital salteña, falleció el lunes 26 de julio, fue un referente de la pintura abstracta argentina. Actualmente pueden verse algunas de sus obras en la Fundación Proa, como parte de la muestra "Imán: Nueva York".

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  • Título: "Imán: Nueva York", la muestra sobre el esplendor de los 60.
    Autor:
    Fecha: 27/07/2010
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    Ver nota original ( Hispanic New York Project)

    Quien visite "Imán: Nueva York", la muestra que se acaba de inaugurar en la Fundación Proa en Buenos Aires, Argentina, probablemente no se lleve un impacto estético o una sorpresa visual. Pero sin duda accederá a un clima de época, en la que una conjunción de instituciones, estéticas, artistas y coordenadas históricas hizo que el arte argentino y el norteamericano entraran en diálogo y sintonía ...

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  • Título: Adiós a la artista María Martorell.
    Autor:
    Fecha: 27/07/2010
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    Ver nota original (Cadena Máxima)

    El cuerpo dijo basta. A los 101 años, murió ayer la artista plástica salteña María Martorell. Permanecía internada desde hacía dos semanas en una clínica de la capital provincial por problemas bronquiales y hacía más de una década que no producía obra nueva. Sin embargo, desde hace sesenta años es un referente de la pintura abstracta en el país y –sobre todo– en su provincia.

     

    Hacia 1940 se formó en el naturalismo estructurado de su maestro Ernesto Scotti. Por aquel entonces –recordaría Martorell– “el mundo del arte ni se sospechaba en Salta”. Pero fue en Europa –en España y Francia– donde forjó el estilo que la consagraría, el de la abstracción geométrica, que ya habían desarrollado las vanguardias de 1920. A su regreso, forjó el Grupo de Arte Concreto Invención, un movimiento concebido por artistas argentinos y pionero en el campo de la abstracción en todo el continente. El escultor Enio Iommi fue uno de sus tantos compañeros y Jorge Romero Brest le abrió las puertas de Buenos Aires.

    Su prestigio le permitió exponer en Nueva York, París, La Habana, Caracas y Buenos Aires, adonde vivía. Aunque nunca dejó de volver a su quinta–taller en Villa San Lorenzo, su lugar preferido para pintar. Por estos días puede verse en la muestra Imán: Nueva York, en la Fundación Proa, una de sus obras producidas entre viajes a la Gran Manzana.



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  • Título: Anoche falleció la artista salteña María Martorell.
    Autor:
    Fecha: 27/07/2010
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    Ver nota original (El Intransigente.com)

    A los 101 años falleció una de las referentes de la pintura abstracta en el país y Salta

    Anoche falleció la artista plástica salteña María Martorell, a la edad de 101 años. Sus restos serán inhumados hoy en la villa residencial de San Lorenzo, a 12 kilómetros de la ciudad de Salta, lugar en donde la artista tuvo su atelier hasta mediados de los años 90.

    Martorell permanecía internada desde hacía dos semanas en una clínica de la capital por problemas bronquiales y hacía más de una década que no producía obra nueva. Sin embargo, desde hace sesenta años es un referente de la pintura abstracta en el país y sobre todo–en Salta.

    Hacia 1940 se formó en el naturalismo estructurado de su maestro Ernesto Scotti. Por aquel entonces, recordaría Martorell  “el mundo del arte ni se sospechaba en Salta”. Pero fue en Europa donde forjó el estilo que la consagraría, el de la abstracción geométrica, que ya habían desarrollado las vanguardias de 1920.
     
    A su regreso, forjó el Grupo de Arte Concreto Invención, un movimiento concebido por artistas argentinos y pionero en el campo de la abstracción en todo el continente. El escultor Enio Iommi fue uno de sus tantos compañeros y Jorge Romero Brest le abrió las puertas de Buenos Aires.

    Su prestigio le permitió exponer en Nueva York, París, La Habana, Caracas y Buenos Aires, adonde vivía. Aunque nunca dejó de volver a su quinta–taller en Villa San Lorenzo, su lugar preferido para pintar.
     
    Por estos días puede verse en la muestra Imán: Nueva York, en la Fundación Proa, una de sus obras producidas entre viajes a la Gran Manzana.

    María Martorell había nacido en enero de 1909 en la ciudad de Salta. En 1980 representó a Salta en la Academina Nacional de Bellas Artes y en 1989 recibió el Premio al Mérito Artístico otorgado por la Provincia de Salta.



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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 27/07/2010
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    Ver nota original (San Telmo Online)

    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

     

    A partir del 24 de julio y hasta el 30 de setiembre, Fundación Proa presenta
    Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

    Imán: Nueva York revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.



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  • Título: Actualidad.
    Autor:
    Fecha: 27/07/2010
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    Ver nota original (Ambito.com )

    En la terraza de esculturas del Caraffa figura una obra imponente de Marcelo Bonevardi, junto a las bellas formas de Hernán Dompé. Arquitecto de la Universidad de Córdoba, Bonevardi ganó la Beca Guggenheim y a fines de los años 50 se instaló en Nueva York. Su obra y su trayectoria que culmina cuando regresa a Córdoba donde muere en 1994, se expone y se relata en la actual muestra de la Fundación Proa: «Imán: Nueva York».

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  • Título: Nueva York es imán en Proa.
    Autor: Alicia de Arteaga
    Fecha: 27/07/2010
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    Ver nota original (La Nación)

    Hasta el sol salió el mediodía del sábado para celebrar que la década del 60, gloriosa y festiva, estaba de regreso en la Fundación Proa, convocada por Imán Nueva York, muestra liminar curada por Rodrigo Alonso.

     

    Como si el tiempo no hubiera pasado, la memoria de las huestes del Di Tella (que también inauguraba los sábados) se coló en las magníficas salas restauradas por el italiano Bepe Caruso. Adriana Rosenberg fue la anfitriona ideal. Ella conoció mejor que nadie a Romero Brest como interlocutora del "padrino" de muchos de los artistas que volaron en los 70 a Nueva York, para exponer en el MoMA. Entonces, y tiene razón Marta Minujin, nadie hablaba de artistas "latinoamericanos" ni existía un mapa del arte en el sentido actual. Estaban París y la Gran Manzana, y esta última había sacudido las estructuras con la acción de Leo Castelli, del expresionismo abstracto y la apertura del MoMA, quintaesencia de la modernidad.

    La atmósfera en Buenos Aires sintonizaba con esta frecuencia, algo que detectaron rápidamente Noé y De la Vega, Puente y Costa, Porter y Minujin, siempre alerta con sus antenas encendidas.

    La Argentina vivía el último momento de una ilusión con las inolvidables Bienales de IKA, en Córdoba, que consagraron, entre otros, a Julio Le Parc. Si las bienales IKA hubieran seguido, ¿tendríamos en el país un ancla como San Pablo para las artes visuales? Frustrada por el golpe militar del 66, la euforia creadora tenía todavía cuerda activada en ese intercambio fecundo con Nueva York. Las becas Guggenheim, la exposición Information en MoMA, Bonino que abre su galería neoyorquina? y allá van los artistas argentinos con su identidad a cuestas.

    La investigación de Alonso es el soporte teórico de una aventura visual que sumó abstracción, geometría, performance, land-art, videoarte y experiencias conceptuales. Como señala el curador, "la meta de Imán es mirar los 60 sin el filtro del pop ni del compromiso político". Energía e internacionalismo en estado puro.

    aarteaga@lanacion.com.ar



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  • Título: "Imán: Nueva York", la muestra sobre el esplendor de los 60.
    Autor: Raquel San Martín
    Fecha: 26/07/2010
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    Ver nota original ( La Nación)

    La Fundación Proa plantea un recorrido por las obras y los artistas que llegaron a EE.UU.

    Quien visite "Imán: Nueva York", la muestra que se acaba de inaugurar en la Fundación Proa, probablemente no se lleve un impacto estético o una sorpresa visual. Pero, sí, accederá a un clima de época, en la que una conjunción de instituciones, estéticas, artistas y coordenadas históricas hizo que el arte argentino y el norteamericano entraran en diálogo y sintonía.

    Son los años 60, un momento de singular energía en la escena artística local, cuando los artistas convirtieron a Nueva York en el destino deseado y visitado, y la Gran Manzana miró, compró y expuso el arte argentino.

    La muestra -desplegada en las cuatro salas que hasta hace poco ocupó la exitosa exhibición sobre futurismo italiano- reúne unas 60 obras de 32 artistas argentinos cuyas biografías están atravesadas por la experiencia neoyorquina.

    Además, y en pie de igualdad en interés con las obras, se exhiben fotografías, catálogos, proyectos y documentos de muestras que reconstruyen un universo de intercambios artísticos y que evidencian el minucioso trabajo de investigación que sostiene la muestra, que los expertos e interesados agradecerán.

    En las salas, hay obras de artistas que nunca volvieron de Nueva York; de otros que regresaron -algunos vía Europa-; de los que siguen produciendo hoy; de los que se llamaron a silencio desde aquella década exitosa.

    Así, se exhiben obras de Marcelo Bonevardi -un pionero en la travesía-, José Antonio Fernández Muro, Sarah Grilo, un poco visto Honorio Morales, un conocido colchón multicolor de Marta Minujín.

    Hay algunas rarezas, como una obra conceptual de Luis Felipe Noé; la influencia pop en Kazuya Sakai; un Kemble más abstracto que su informalismo local. También, varias obras de Alejandro Puente; la estética más conocida de César Paternosto; una obra de Carlos Silva que se expuso en su momento junto a otra de Sol Le Witt.

    "Los años 60 fueron un momento de diálogo entre la Argentina y Estados Unidos. Los críticos y curadores norteamericanos más respetados visitaban el país, eran aquí jurados de premios internacionales y entraban en contacto con los artistas argentinos", contó a LA NACION Rodrigo Alonso, creador y curador de la muestra e infatigable rastreador de obras, documentos y fotografías.

    En ese marco, aclara, las instituciones jugaron un papel preponderante: las becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo Nacional de Bellas Artes y la galería Bonino, de Nueva York, formaron entonces una red de promoción, financiación y difusión de los artistas locales en los Estados Unidos.

    "Se entendió que hacer que el arte argentino fuera valorado en el exterior era un problema institucional. Esa es una gran diferencia entre los 60 y hoy, cuando se cree que es el artista individual el que debe viajar o ser promocionado. Hoy es difícil encontrar financiamiento para muestras y catálogos", dijo Alonso.

    De todos modos, la inserción en el medio norteamericano no era fácil para los artistas. Según muchos lo recuerdan en las entrevistas que Alonso hizo para el catálogo de la muestra, "era un momento de construcción del arte nacional norteamericano, así que había resistencia a que el arte argentino se integrara. Era difícil exponer, y muchos artistas lo recuerdan como un medio agresivo, todo lo contrario a París", sintetizó Alonso.

    Una de las salas reconstruye la muestra "Beyond geometry", que en Nueva York prometió mostrar "lo que el arte argentino aportaba al mundo", con obras de Mac Entyre, Puente, Silva, Ary Brizzi, Paternosto y Lamelas, entre otros. "En la Argentina tenemos la idea de que los años 60 fueron el pop y el happening , pero aquí y allá se hacía otra cosa, como la abstracción geométrica, una bisagra a lo que fue luego el arte conceptual y tecnológico en los 70."

    Muchos de los artistas expuestos participaron activamente en la muestra: donaron fotografías y materiales, fueron entrevistados y ahora participarán en visitas guiadas con curadores. El catálogo, de 300 páginas, tiene especial interés porque rescata documentación abundante e incluye algunos textos emblemáticos de la crítica de esos años.

    La última sala invita a ver el punto de llegada del intercambio de una década: la muestra "Information", en 1970, que organizó el Museo de Arte Moderno de Nueva York (Moma), que incluyó a unos siete argentinos, como Liliana Porter y Leandro Katz.

    "Muchos dicen que la efervescencia de los 60 fracasó. Creo que lo que fracasó es la idea de que el arte internacional iba a mirar a la Argentina. Pero, sí, sucedió que hubo artistas locales reconocidos internacionalmente, que se incorporaron en colecciones extranjeras, como en el Moma, y que se generó un interés en el arte argentino que no volvió a suceder", afirmó Alonso.

    "Imán: Nueva York" se puede visitar hasta el 30 de septiembre, en la avenida Pedro de Mendoza 1929, al lado de Caminito, en La Boca.



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  • Título: "Imán: Nueva York" .
    Autor:
    Fecha: 24/07/2010
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    Cuando

     

    Sábado 24 de Julio

    13:00hs

    Donde

    Fundación Proa

    Pedro de Mendoza 1929
    4303-0909

    Descripción

    "Imán: Nueva York" es una muestra curada por Rodrigo Alonso con artistas que vivieron, visitaron, presentaron e interactuaron, en sus años de juventud, durante el nacimiento de la Gran Manzana. En agosto en Fundación Proa. +info: www.proa.org

    Website

    http://www.proa.org/esp/



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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 24/07/2010
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    La producción artística de los años 60 miró a Nueva York  convirtiéndose en un espacio fundamental en la formación de las artes plásticas de la segunda mitad del siglo XX. Curada por Rodrigo Alonso, Imán: Nueva York presenta un panorama de destacados artistas argentinos que vivieron, visitaron, presentaron e interactuaron, en sus años de juventud, durante el nacimiento de la Gran Manzana. De la voz de los artistas, entre ellos Eduardo Costa,García Uriburu, Minujín, Leandro Katz, David Lamelas, Noé, Puente y muchos más en un panorama histórico que da cuenta de la energía y creatividad de la década.

    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929 ( y Caminito) - Buenos Aires, Argentina
    Horario: Martes a Domingo de 11 a 19
    Entrada general $10 / estudiantes $6 / jubilados $3

    http://www.proa.org/

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  • Título: IMAN : Nueva York "... en Proa
    Autor:
    Fecha: 23/07/2010
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    Ver nota original (Era Musical Enterarte Cultural)

    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo.Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana  el epicentrodel cambio y la experimentación.

     

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York.

    Más información : http://proa.org/esp/exhibition-iman-nueva-york.php



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  • Título: Actualidad
    Autor:
    Fecha: 23/07/2010
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    El sábado en Proa se inaugura la muestra: «Imán: Nueva York». Curada por Rodrigo Alonso, abarca la década del 60 con producciones de Eduardo Costa, García Uriburu, Noé, Minujín o Liliana Porter, entre otros artistas que dialogaron y viajaron a los Estados Unidos, junto a un grupo de instituciones encargadas de organizar eventos de intercambio. (Av. Pedro de Mendoza 1929).

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  • Título: Imán Nueva York en la Fundación Proa
    Autor:
    Fecha: 23/07/2010
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    24/7/2010

     

    Fundación Proa

    La producción artística de los años 60 miró a Nueva York convirtiéndose en un espacio fundamental en la formación de las artes plásticas de la segunda mitad del siglo XX. Muchos artistas enfocaron su mirada e iniciaron un intercambio que dejó de lado a Europa, sede de formación de las vanguardias históricas. Curada por Rodrigo Alonso, Imán: Nueva York presenta un panorama de destacados artistas argentinos que vivieron, visitaron, presentaron e interactuaron, en sus años de juventud, durante el nacimiento de la Gran Manzana.

    www.proa.org



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  • Título: Fundación Proa: Imán, Nueva York
    Autor:
    Fecha: 23/07/2010
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    LOS AÑOS 60 DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ARTISTAS DE LA EPOCA

    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

    A partir del 24 de julio y hasta el 30 de setiembre, Fundación Proa presenta Imán:Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    Imán: Nueva York revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    Imán…alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que Imán: Nueva York se constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del 60.

    + Info y Consultas: educacion@proa.org
    Tel. [011] 4104-1005

    Lugar de exposición: FUNDACION PROA (Av. Pedro de Mendoza 1929)

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  • Título: Imán: Nueva York.
    Autor:
    Fecha: 22/07/2010
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    Ver nota original (La espada vengadora)

    El sábado los espero en Proa, inaugura “Imán Nueva York”. Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que magnetizan el interés de los artistas que se afanan por triunfar en la nueva capital mundial. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y describe el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo que manteníamos con los centros hegemónicos. En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta de que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

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  • Título: Imán Nueva York.
    Autor: Alicia de Arteaga
    Fecha: 21/07/2010
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    ¿Quién dijo que el centro del arte era París? En eso pensó Yuyo Noé cuando llego con una beca a la Ciudad Luz y se dio cuenta que todo pasaba en la   Gran Manzana. De esto trata la muestra que inaugura Proa el sábado a las 13. Según anticipo exclusivo de Adriana Rosenberg, al término de la función de Don Giovanni, será un revelación conocer el guión curatorial firmado por Rodri Alonso. Noche helada si las hay, lo mejor fue contrarrestar el frío de  la sala gélida con un consomé caserito en Edelweiss, donde encontrar mesa es mortal. Por suerte A.R. tenía reserva. Claudio Segovia, Enrique Pinti, José Luis Machinea, Fernando Ezpeleta y el inimputable Horacio Pagani, con rubísima compañera, desfilaron por el tradicional restó de la calle Libertad.

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  • Título: Exhibición de documentos de los Archivos Di Tella.
    Autor:
    Fecha: 21/07/2010
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    Ver nota original (Universidad Torcuato Di Tella)

    Tenemos el agrado de comunicar que los Archivos Di Tella colaboraron con documentos para la exhibición Imán: Nueva York, curada por Rodrigo Alonso, que se presentará en las salas de Fundación PROA desde el 24 de julio al 3 de octubre de 2010.

    En la muestra se podrán apreciar fotografías y catálogos que registran las actividades del Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella durante la década de los sesenta.

    Inauguración: sábado 24 de julio 13h. Más información: Fundación PROA



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  • Título: Imán: Nueva York .
    Autor:
    Fecha: 21/07/2010
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    El próximo 24 de julio a las 13hs se inaugura en Fundación Proa Imán: Nueva York, una exhibición curada por Rodrigo Alonso, que presenta un panorama de destacados artistas argentinos que vivieron, visitaron, presentaron e interactuaron, en sus años de juventud, durante el nacimiento de la Gran Manzana.

    La exhibición abarca la década del 60, con la mirada puesta en aquellos artistas que dialogaron y viajaron a los Estados Unidos, junto a un grupo de instituciones encargadas de organizar eventos de intercambio, como el Di Tella, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, la Galería Bonino, entre otras. Obras históricas y reconstrucciones ilustran el camino que se abrió desde el Informalismo a la Abstracción, y finalmente hacia el arte Conceptual.

    Un panorama histórico que da cuenta de la energía y creatividad de la década, de la voz de los artistas: Eduardo Costa, García Uriburu, Minujín, Leandro Katz, David Lamelas, Noé, Puente y muchos más.

    Inauguración: 24 de julio 13hs. Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929, CABA.

    www.proa.org

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  • Título: Imán: Nueva York Artistas Argentinos y su Paso por la Gran Manzana en los 60s .
    Autor:
    Fecha: 20/07/2010
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    Ver nota original (Arte en la Red.)

    Curador: Rodrigo Alonso

    Atracción. Escena. Energía. Internacionalismo. Destino. La producción artística de los años 60 miró a Nueva York. Centro del desarrollo de las artes plásticas durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad norteamericana atrapó a muchos artistas que trasladaron su interés por Europa -cuna de las vanguardias históricas- y localizaron en la Gran Manzana el epicentro del cambio y la experimentación.

    A partir del 24 de julio y hasta el 30 de setiembre, Fundación Proa presenta Imán: Nueva York, una exhibición histórica curada por Rodrigo Alonso que reúne la producción de destacados artistas locales. Obras, proyectos, documentos, libros y fotografías reconstruyen un período de intercambios decisivos para el imaginario visual de la época, en la que muchos artistas argentinos viajaron a Nueva York mientras Buenos Aires también recibía a curadores y artistas.

    En una entrevista publicada en el catálogo de la exposición, Luis Felipe Noé comenta: “Cuando viajé con Jorge de la Vega a Francia me di cuenta que nosotros acá hablábamos de París y en París hablaban de Nueva York”.

    Imán: Nueva York revisa los proyectos y trabajos gestados en Buenos Aires que alcanzaron una destacada presencia internacional, y presenta un panorama para reflexionar sobre el rol de las instituciones en un momento donde nace una nueva forma de producir, generar y difundir el arte contemporáneo.

    Las Becas Guggenheim, el Instituto Di Tella, las Bienales Americanas de Arte de Córdoba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Galería Bonino de Nueva York son las instituciones que lideran este intercambio. Esta exhibición vuelve sobre los años 60 y presenta el proceso de transformación del arte local desde la abstracción lírica a la geométrica, y de allí hacia el arte conceptual, revisando el diálogo con los centros hegemónicos.

    Imán… alude a Magnet: New York, la legendaria muestra realizada en la Galería Bonino de Nueva York en 1964 que reflejó la atracción ejercida por la ciudad sobre los artistas latinoamericanos.

    Los artistas en exhibición son Marcelo Bonevardi, Ary Brizzi, Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Jaime Davidovich, Jorge de la Vega, José Antonio Fernández Muro, Grupo Frontera, Nicolás García Uriburu, Sarah Grilo, Leandro Katz, Kenneth Kemble, David Lamelas, Gabriel Messil, Eduardo Mac Entyre, María Martorell, Fernando Maza, Marta Minujín, Honorio Morales, Luis Felipe Noé, César Paternosto, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Liliana Porter, Eduardo Rodríguez, Kazuya Sakai, Carlos Silva, Juan Stoppani, Osvaldo Romberg, Miguel Angel Vidal y Luis Wells.

    Un intenso programa de actividades paralelas con la presencia de los artistas y críticos, y la edición de un valioso catálogo hacen que Imán: Nueva York se constituya en una muestra histórica por su valor reflexivo y su contribución al debate internacional sobre la década del 60.

    Fundación Proa agradece el aporte de obras y documentos provenientes de instituciones públicas y privadas, como así también de coleccionistas y centros de documentación. A los artistas, por el generoso diálogo que permitió reconstruir el camino de la historia, y a Tenaris – Organización Techint por su constante y permanente apoyo.

    Catálogo Imán: Nueva York
    La publicación Imán: Nueva York recupera la escena de los años 60 vivida por un grupo de artistas argentinos que, en consonancia con el mundo artístico de la época, viajaron, estudiaron y crearon obras en la Gran Manzana. El catálogo, coordinado por el curador Rodrigo Alonso, transita la historia a través de un cuerpo de reproducciones de obras, fotos de época y retratos, en diálogo con un contexto histórico y de pensamiento actual, constituyendo un documento de época y de reflexión sobre la escena artística.

    Los textos teóricos elegidos son: La caída de París, de Harold Rosenberg, que anticipa en 1940 el declive de la capital francesa como centro hegemónico del arte contemporáneo, adquiriendo especial relevancia en el presente por su capacidad de diagnosticar el cambio de escena; Serge Guibault aporta en Éxito: De cómo Nueva York les robó a los parisinos la idea de modernismo los aspectos socioeconómicos y políticos que acompañaron el nacimiento de Nueva York como epicentro del arte internacional; y Andrea Giunta, en El “triunfo” de la pintura argentina. Nacionalismo internacionalista en los sesenta, enriquece el catálogo sumando una reflexión sobre el contexto local, poniendo de manifiesto cómo algunas instituciones argentinas contribuyeron al intercambio bilateral.

    David Lamelas. Límite de una proyección, 1967-2010. Proyección de luz

    Un cuerpo documental recupera los catálogos de las exposiciones de la época y textos de artistas clave: Jorge Romero Brest, Hugo Parpagnoli, Thomas Messer, Basilio Uribe, Luis Felipe Noé y Alejandro Puente, entre otros.

    De la voz y la memoria de los propios artistas, el apartado Entrevistas publica las conversaciones recientes de Rodrigo Alonso con cada uno de los creadores, recuperando los éxitos y fracasos de la época.

    El catálogo de más de 300 páginas cuenta con un importante cuerpo de reproducciones, entre fotografías y obras.

    Actividades educativas
    El Departamento de Educación diseñó un programa especial para la muestra Imán: Nueva York con la presencia permanente de educadores en las salas de exhibición, visitas guiadas para público en general y actividades destinadas a estudiantes y docentes, con el objetivo de reflexionar sobre los artistas y acontecimientos de la década del 60.

    Todos los días a las 17 horas se realizan visitas guiadas para público en general, y los sábados y domingos se suma una visita a las 15 horas.

    Los Martes de Estudiantes se pone a disposición del público en la Librería Proa material de estudio que permite profundizar sobre los conceptos desarrollados en la muestra. Los textos bibliográficos, catálogos, cartas y documentación son la columna vertebral de la investigación que realizó el curador Rodrigo Alonso para la muestra. La posibilidad de acceder a esta información propone también una reflexión sobre el camino emprendido por la curaduría y el punto de vista que eligió.

    El Programa para Escuelas brinda a estudiantes y profesores una oportunidad para acercarse a la exhibición. Se proponen visitas especialmente diseñadas para los distintos niveles educativos (inicial, primario, secundario, terciario y universitario). También se ofrecen materiales para trabajar antes y después de la visita que permiten articular el trabajo en el aula. Consultas: educacion@proa.orgEsta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla [54-11] 4104 1005

    Inauguración: 24 de julio - 13.00 hs.

    Con el auspicio permanente de Tenaris / Organización Techint

    Fundación PROA
    Av. Pedro de Mendoza 1929
    La Boca, Caminito
    [C1169AAD] Buenos Aires
    Argentina
    T [54.11] 4104.1000

    Más información: www.proa.org/esp/

    Fuente: Prensa PROA

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  • Título: Inauguración en PROA.
    Autor:
    Fecha: 20/07/2010
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    Este sábado 24 a las 13 hs. inaugura en Proa una nueva muestra de artistas argentinos: Imán: Nueva York curada por Rodrigo Alonso. Exponen entre otros Marta Minujín, Luis Wells y César Paternosto.

    www.proa.org
    Av. Pedro de Mendoza 1929

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  • Título: La década de los 60 - Fundación PROA
    Autor:
    Fecha: 23/06/2010
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    Imán - Nueva York
    Curador: Rodrigo Alonso

    Fundación PROA
    Julio - Septiembre 2010

    La producción artística de los años 60 miró a Nueva York convirtiéndose en un espacio fundamental en la formación de las artes plásticas de la segunda mitad del siglo XX. Muchos artistas enfocaron su mirada e iniciaron un intercambio que dejó de lado a Europa, sede de formación de las vanguardias históricas. Curada por Rodrigo Alonso, Imán: Nueva York presenta un panorama de destacados artistas argentinos que vivieron, visitaron, presentaron e interactuaron, en sus años de juventud, durante el nacimiento de la Gran Manzana.
    La exhibición abarca la década del 60 con la mirada puesta en aquellos artistas que dialogaron y viajaron a los Estados Unidos junto a un grupo de instituciones encargadas de organizar eventos de intercambio, como el Di Tella, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, la Galería Bonino, entre otras. Obras históricas y reconstrucciones ilustran el camino que se abrió desde el Informalismo a la Abstracción, y finalmente hacia el arte Conceptual.
    De la voz de los artistas, entre ellos Eduardo Costa,García Uriburu, Minujín, Leandro Katz, David Lamelas, Noé, Puente y muchos más en un panorama histórico que da cuenta de la energía y creatividad de la década.

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