Italia en la Argentina Artistica y Cultural
por: Romualdo Brughetti
La union fraterna de dos pueblos amantes de la libertas y la justicia compartiendo una vez su siempre renovado humanismo espirritual.
Italia está presente en la cultura y en el arte de nuestro país no sólo a partir del período republicano. En la época colonial arquitectos, escultores, pintores deja-ron obras memorables en el Virreinato del Río de la Plata. Así: Andrés Bianchi o Blanqui y Juan Bautista Prímoli construyeron templos y edificios públicos en Buenos Aires, Córdoba y las Misiones Jesuíticas, a punto tal que sus concepciones renacentistas y barro-cas "colman - ha sido dicho - los anales arquitectónicos de todo un siglo". Por igual, José Brasanelli y Angel Camilo Petragrassa, aquél hábil también en la estatuaria y la pintura, con-tribuyeron a la formación de tallistas y pintores indígenas y criollos. Hacia fines de la centuria XVIII la ciudad de Buenos Aires luce en "vistas" con dilatados cielos del pintor Fernando Brambila, integrante de la expedición Malaspina. Hacia 1800 se encuentra activo en nuestra ciudad Angel Campone o Camponeschi, autor de re-tratos: del lego José de Zemborain, un expresivo San
Vicente, y trabajos decorativos. Cayetano Descalzi señálase en "La Familia Lastra" (1845) y la presencia femenina en "La Familia Zemborain". Ignacio Manzoni recala con intermitencias en Buenos Aires entre 1851 y 1884. Su pintura se asienta en rasgos naturalistas y románticos. Amplio su repertorio temático, su nombre va unido a Baltazar Verazzi quien recorre América del Sur. En la Argentina pinta una alegoría del vencedor de Caseros y el digno retrato de Cristina Castro de Peña. Variada labor en la retratística sus-tentó Lorenzo Fiorini. Curiosa la figura por su entonación de Margarita Mármol, remarcable la presencia de la niña en el óleo del gobernador Posadas. José Aguyari, radicado en el país desde 1871, pintó a la acuarela paisajes y escenas de la campaña bonaerense. Francisco Romero desarrolló una intensa acción educativa en la Escuela de la Asociación Estímulo de Bellas Artes. Caído Rosas, los primeros pintores argentinos viaja-ron a Italia, cuna del arte. En años sucesivos estudiaron en academias romanas, florentinas, venecianas, lombardas y piamontesas. Lo mismo hicieron los escultores quienes concibieron concibieron el Mausoleo de Belgrano, el monumento ecuestre de Mitre, la cuadriga del Congreso Nacional, y otros monumentos y estatuas de Capital Federal y tierra adentro, en el honor de próceres nacionales.
En las primeras décadas del Siglo XX por conducto de planos de arquitectos italianos surgieron notables construcciones: La Casa Rosada, el Teatro Colón, el palacio del Congreso, etc. No menos escultores itálicos plasmaron los monumentos de Colón, de Garibaldi, de Mazan . El “héroe de los dos mundos” luchó por la independencia argentina en aguas del Río de la Plata y el creador de la “Joven Italia” influyó en la generación ilustre de 1837, formadora de la conciencia de la patria. Artistas representados en esta muestra, entre otros Chaima, en buena medida promovieron la enseñanza artística. Ya en la década de 1820 Pablo Caccianiga y Carlos Zucchi se destacaron como enseñantes. Aquel fue maestro de Carlos Morel, cronológicamente el primer pintor nativo y Zucchi fue designado “arquitecto del gobierno”. En la disciplina arquitectónica descollaron José y Nicolás Canale, Juan A. Buschiazzo, Francisco Tamburini, Victor Meano, Carlos Morra, Pedro Fossati, a quien debe el Palacio San José del General Urquiza en Entre Ríos; todos ellos en cumplimiento de necesidades colectivas y privadas.
La unión fraterna de dos pueblos amantes de la libertad y la justicia comparten una vez más su siempre renovado humanismo espiritual.