Exposición Vitullo y su significado
Por Ignacio Pirovano
Sesostris Vitullo (Buenos Aires, 1899 - París, Francia, 1953)
Vitullo y el mito
por Michel Dufet
La obra de Vitullo
por: G.M.
"Que vuestro espíritu, escribía Rodin, conciba toda superficie como la extremidad de un volumen impulsado desde atrás. Figuraos a las formas como apuntando hacia vosotros. Toda vida surge de un centro, luego germina y se extiende de adentro hacia afuera. Del mismo modo, en la buena escultura, se adivina siempre una poderosa fuerza interior..."
Esta lección de Rodin es válida, sin duda, para toda escultura. Da a las formas su poder dinámico y su consistencia. Serena o violenta, lleva a conquistar el espacio, superando su chatura. Así comprobamos en el Museo de Arte Moderno que Vitullo demuestra recordar la lección, que en ella se inspira o que lo ayuda a redescubrir su espíritu, siempre y cuando no haya conocido su letra.
La piedra, por lo general, no ha sido tallada nunca tan profundamente ni la madera socavada, así, hasta el alma. Más bien, ante la obra acabada, parecen ser ellos mismos los que han conferido el nacimiento a éstas pulsaciones de la superficie, haberlas organizado, medido y equilibrado; pero conservadas secretamente hasta el momento en que el buril del escultor descubre su evidencia para revelárnosla.
Es quizás que por este sentido de la materia -piedra o leño-, por este sentido que parece responder a una obediencia, que el arte de Vitullo convencerá desde el primer momento a sus espectadores. Y será también por este sentido que Vitullo evitará de antemano toda tentativa a través de la cual se le pretenda encasillar dentro de una fórmula. Nacido de un contacto del hombre, de sus sentidos y de su inteligencia con la na-turaleza, este arte crea siempre objetos naturales, y si a veces se percibe algún aspecto convencional, no será si no, creemos nosotros, excepcionalmente, en obras donde el respeto demasiado literal por su figuración limita al artista quien quizás no la sintió tan profundamente y a las que tolerará, aunque sin adherir tan plenamente a ella.
TOTEMS Y MASAS
Percibimos los orígenes más remotos de esas creaciones. Sentimos en estas masas horizontales, de donde surge el ritmo de los volúmenes o donde, a veces, cincela una fuerte linea simbólica, la presencia de las grandes civilizaciones precolombinas. Y esos totems erguidos hacia el cielo, se conectan claramente con lo que han debido ser sus antiguos modelos. Pero si de esas "influencias" se desprende el espíritu central de su obra, como intuye el futuro la mirada atenta de Vitullo quien también lo ha sabido acordar a su quehacer de escultor contemporáneo nuestro; esas influencias desaparecen ante la unidad original, y si nuestra curiosidad se tienta en descubrir esas influencias en su obra, sólo lo será para luego olvidarse y abandonarnos, en cambio, ante esa presencia contemporánea de una búsqueda que sólo se debe a si misma a los sólidos materiales que informa.
Ligado a la naturaleza, intentando, por ejemplo, restituirnos el movimiento del Río de la Plata, "evadiéndose en la horizontal para encontrarse con el mar", o la sobriedad vertical del totem Nahuel-Huapi, en "esa región lacustre donde el paisaje de vegetación mineral gira en la elipse"; acordándose de edades antiguas pero inolvidables, en efecto, esforzándose por integrarlas a nuestro tiempo, siempre respetuoso de la materia que ha elegido para revelarla y, a través de ella, revelársela a si mismo, el arte de Vitullo, en sus momentos más logrados, alcanza la síntesis que comunica su fuerza vital, no solamente a cada una de sus esculturas, sino que las unifica, masas horizontales o totems, en una totalidad creadora que cada una de ellas, por sí solas, saben continuar y realizar.
Source:
Semanario "Combat", PariÂs 05/01/53.
Un estilo moderno del barroco
por: Charles Estienne